Aunque celebraron que en el marco del paquete presupuestal de $1.75 billones de dólares se contemplen $100,000 millones de dólares para asuntos migrantorios, organizaciones civiles consideran que los demócratas deben cumplir con su promesa de proteger a millones de inmigrantes indocumentados.
“Ahora, los demócratas deben dar el siguiente paso y cumplir por el país y los millones de familias inmigrantes que cumplen con Estados Unidos”, dijo Frank Sharry, director ejecutivo de America’s Voice.
Con un tono mucho más combativo se manifestó Bruna Sollod, directora de comunicaciones del grupo de “soñadores” United We Dream Action.
“Seremos implacables en nuestra búsqueda y no permitiremos que el presidente (Joe) Biden y los demócratas pongan excusas o se escondan detrás de asesores no elegidos. Pueden, y deben, hacer todo lo que esté a su alcance para garantizar que millones de personas indocumentadas experimenten el alivio que necesitamos y merecemos este año”, dijo.
Otras organizaciones, como una coalición religiosa, reconoce el paso del Gobierno del presidente Biden de contemplar los fondos, pero no se confían del todo.
“El plan del presidente de incluir la ciudadanía como un medio para reconstruir nuestra nación es un paso adelante increíble, pero aún no lo hemos logrado”, consideró Elissa Diaz, copresidenta de la Coalición de Inmigración Interreligiosa y gerente de políticas y defensa de Church World. “Estamos agradecidos por el liderazgo implacable de los propios inmigrantes para llevarnos a este punto. Continuaremos siguiendo su ejemplo para presionar al Congreso por la ciudadanía por cualquier medio necesario hasta que logremos un ‘sí’”.
El presidente, que visitó el jueves el Congreso para presentar su nuevo paquete de gasto social, que deberá ser aprobado bajo el proceso de Reconciliación, busca unir a las alas moderada y progresista del Partido Demócrata.
Hasta ahora, los intentos de los demócratas han sido fallidos, pero los activistas no les echan la culpa del todo, pues consideran que “asesores no elegidos”, dijo Sollod en referencia a la parlamentaria del Senado, Elizabeth MacDonough, han evitado el avance. La experta debe determinar si un plan es viable bajo las reglas del proceso de Reconciliación.
MacDonough ha tumbado dos intentos de los demócratas para sacar adelante su reforma migratoria dentro de un plan de gasto, y muchos activistas han pedido a Biden y su partido que, en caso de que MacDonough rechace de nuevo la inclusión de la partida migratoria del plan social, simplemente ignoren su opinión y lo lleven a votación en el Senado.
La otra opción es la posibilidad de acabar con la táctica conocida como ‘filibuster’, una maniobra que permite al partido minoritario en el Senado, en este caso el Republicano, bloquear la votación de proyectos al requerir que primero se reúnan 60 votos, objetivo actualmente imposible en materia migratoria pues los demócratas están lejos de conseguir los 10 votos conservadores que necesitan.
Estas posibilidades no son bien vistas por la gran mayoría de los congresistas demócratas, que han optado por ir reduciendo el alcance de su reforma migratoria con la idea de que de esa forma la “parlamentaria” permita su inclusión en la ley presupuestaria.
Todd Schulte, presidente de FWD.us, grupo de presión en favor de una inmigración más abierta creado por grandes empresas tecnológicas, se mostró satisfecho de que la Casa Blanca y los demócratas en el Senado incluyan el “alivio migratorio” ahora que cada vez son más intensas las voces que piden dejarlo de lado para poder aprobar su plan.
“El público, el presidente y todos los demócratas en el Congreso apoyan la modernización de nuestro sistema de inmigración. Este es un buen primer paso que reconoce el papel esencial de los inmigrantes en nuestra economía, sociedad y comunidad”, dijo Sharry.
Con información de EFE
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