La Secretaría de Economía ya ha puesto sobre la mesa los dos caminos posibles que tomaría contra Estados Unidos si se aprueba la iniciativa fiscal de Joe Biden, misma que incluye un incentivo en la compra de autos eléctricos hechos por trabajadores estadounidenses
México, Canadá y Estados Unidos buscarán que en 2022 no haga ‘cortocircuito’ la controversia comercial por los autos eléctricos, que durante este año ya causó roces e incluso amenazas de represalias, entre los países socios del T-MEC.
Las administraciones de Andrés Manuel López Obrador y Justin Trudeau acusan al gobierno de Joe Biden de ir en contra del Tratado con uno de los puntos de la iniciativa Build Back Better, ya aprobada en la Cámara de Representantes y a la espera de una resolución en el Senado, en los próximos meses.
En dicho plan, para incentivar que más estadounidenses usen autos eléctricos, se ofrecen créditos fiscales desde 7 mil 500 dólares, que aumentan de valor y atractivo (hasta 5 mil dólares adicionales) si los coches son ensamblados por trabajadores sindicalizados de Estados Unidos, y usan una batería fabricada en ese país.
México y Canadá han reclamado que dicha medida atenta contra principios del T-MEC, porque da una ventaja adicional a los autos eléctricos y baterías que se hacen en Estados Unidos, y resulta proteccionista.
La titular de la Secretaría de Economía en México, Tatiana Clouthier, dijo en una conferencia de prensa el 2 de diciembre que el gobierno mexicano tomaría “todo tipo de represalias”, buscando “dar tiros de precisión para que las consecuencias se sientan”, si la iniciativa estadounidense era aprobada.
Animal Político buscó a la Secretaría de Economía para conocer con exactitud la estrategia que seguirán, en caso de que se apruebe el proyecto de Biden, y hasta el momento no se ha obtenido respuesta.
Sin embargo, en aquella conferencia Clouthier planteó la posibilidad de solicitar formalmente la intervención de un “panel de resolución de controversias”, una opción que se establece en el mismo T-MEC.
“Es un subsidio que se contrapone al tratado comercial y nosotros no estamos de acuerdo, se va a afectar a la industria automotriz de México. Y se están haciendo ya trámites para que no se aplique este subsidio”, mencionó al respecto el presidente Andrés Manuel López Obrador, el 14 de diciembre pasado.
Sobre la importancia que tiene esta industria para el país, el IMCO recordó que más del 30% de las exportaciones que México hace a Estados Unidos consisten de bienes automotrices.
El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, ha amagado con aranceles como una medida de contraataque, pero también ha sugerido que los legisladores estadounidenses incluyan a los vehículos canadienses en los beneficios que plantea Biden, según reportó la agencia EFE.
¿Qué efectos puede tener el plan de Biden y cómo puede responder México?
Tatiana Clouthier comentó a El Financiero que si se aplica el plan de Biden podría haber afectaciones a la industria automotriz en México.
Dijo que “al menos dos inversiones en vehículos eléctricos podrían no cerrarse en México, y ocho estados podrían perder las expansiones de fabricantes de automóviles debido a la legislación”.
A pregunta expresa de Animal Político, José Zozaya, presidente ejecutivo de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), mencionó que en su caso no tienen hasta ahora conocimiento sobre salida de inversión o proyectos.
“Ninguna de las empresas que yo represento, que son todas las armadoras de vehículos ligeros nuevos en México, ha manifestado que se vaya a ir del país o que quieran irse”, dijo.
Desde la perspectiva de Joyce Sadka, maestra en economía, doctora en derecho y profesora del ITAM, sí existirían violaciones al T-MEC, con el plan de Biden, por lo que explicó las opciones que tendría México para actuar.
Hay dos mecanismos de controversia, refirió. En primer lugar, están los que se permiten dentro del mismo escrito del T-MEC, y en segundo sitio está acudir a la Organización Mundial del Comercio.
Dentro del T-MEC existen los oficios de conciliación y negociación en donde las partes involucradas tienen un periodo de 30 días para llegar a un acuerdo.
Si no se llega a ello, entonces se puede solicitar el panel de resolución de controversias, el que debe estar integrado por cinco participantes independientes; es decir, que pese a que cada país puede sugerir a dos miembros del panel, las personas no pueden estar vinculadas ni al gobierno ni a las empresas.
Dicho panel puede aplicar medidas cautelares, continúa la profesora del ITAM; entre ellas, poner aranceles o tarifas a ciertos productos estadounidenses.
Con la decisión final del panel, apuntó, no hay una oportunidad de apelación.
“Estos paneles sí tienen un gran impacto. Sí es vinculante; es decir, no se invalidaría toda la iniciativa (de Joe Biden) porque incluye otros temas, pero sí la cláusula referente a los autos eléctricos”, aseguró la experta.
“Desde mi punto de vista se podría tener una solución más rápida si se actúa bajo los acuerdos del T-MEC”, continuó
Sin embargo, “si se acude a la Organización Mundial del Comercio y participan en la queja varios países puede ser que eso se convierta en una presión políticamente más fuerte contra Estados Unidos… porque es una forma de decir que México tiene otros mecanismos de acción no sólo a través del T-MEC, porque con su medida también afectaría al tratado de la OMC afectando a más países miembros”.
Futuro eléctrico
En 2020 la venta de autos eléctricos a nivel internacional tuvo un aumento de 43%, respecto a 2019. Sin embargo, en el mercado estadounidense hubo una disminución del 23%, de acuerdo con el último reporte de la Agencia Internacional de la Energía (IEA, por sus siglas en inglés).
Las autopartes y la construcción de carros eléctricos costará menos que los vehículos de combustión para 2025 y 2027, respectivamente, de acuerdo con un estudio realizado por Bloomberg New Energy Finance.
En esa ruta, la propuesta de Joe Biden busca que en 2030 al menos el 50% de los coches en Estados Unidos sean eléctricos.
A detalle, el plan Build Back Better establece mantener un monto base de 4 mil dólares en crédito fiscal, como existe desde 2009, para quienes compren carros eléctricos en Estados Unidos. Con la “posibilidad de agregar 3 mil 500 dólares si el paquete de baterías del auto eléctrico incluye al menos 40 kilovatios-hora de capacidad”.
El IMCO también explica que “en el caso de los autos híbridos enchufables, el tanque de gasolina no puede exceder los 2.5 galones (7.6 litros). Esto es aplicable para los autos puestos en servicio antes de 2027.
Adicionalmente, se propone aumentar 4,500 dólares al crédito para autos adquiridos después de ese año, si es que son ensamblados en Estados Unidos, empleando trabajadores sindicalizados, y otros 500 dólares si los autos usan una batería fabricada en dicho país”.
Para José Zozaya, presidente de la AMIA, no resulta raro que el gobierno estadounidense brinde incentivos fiscales para la compra de vehículos eléctricos. Pero si sus decisiones afectan el valor de contenido regional acordado en el T-MEC, apuntó, sí debería discutirlo con sus socios comerciales, para mantener armonía en el acuerdo comercial.
El IMCO, en tanto, recordó en su análisis que a esta discrepancia se suman las preocupaciones por la reforma eléctrica que propone el presidente López Obrador, pues a decir de especialistas y distintos organismos también iría en contra del T-MEC, al revertir la apertura del sector eléctrico y cancelar contratos con empresas extranjeras de generación.
(Con información de Brenda Torres)
Por Lidia Sánchez
Créditos: animalpolitico.com