WASHINGTON (AP) — En el último revés para el derecho al aborto en Texas, la Corte Suprema se negó el jueves a acelerar el caso judicial en curso sobre la prohibición estatal de la mayoría de los abortos.
Ante las discrepancias de los tres jueces liberales, el tribunal se negó a ordenar a un tribunal federal de apelaciones que devolviera el caso a un juez federal que había bloqueado temporalmente la aplicación de la ley. El tribunal no ofreció ninguna explicación de su acción.
Por lo tanto, es probable que la prohibición de Texas permanezca en vigor en el futuro previsible, luego de la decisión de la Corte de Apelaciones del 5° Circuito de EE. UU. en Nueva Orleans de enviar el caso a la Corte Suprema de Texas, que está totalmente controlada por jueces republicanos y no tiene para actuar de inmediato.
Los proveedores de servicios de aborto habían pedido al tribunal superior que anulara la orden de apelación, que dijeron en los documentos judiciales no tiene otro propósito que retrasar los procedimientos legales y evitar que las clínicas ofrezcan abortos más allá de las seis semanas de embarazo.
La ley ha devastado la atención del aborto en Texas, escribió la jueza Sonia Sotomayor. “En lugar de impedir que un panel del Quinto Circuito se entregue a las tácticas dilatorias más nuevas de Texas, la Corte permite una vez más que el Estado extienda la privación de los derechos constitucionales federales de sus ciudadanos a través de la manipulación procesal”, escribió Sotomayor, junto con los jueces Stephen Breyer y Elena. Kagan. “La Corte puede mirar hacia otro lado, pero yo no puedo”.
El presidente del Tribunal Supremo, John Roberts, se unió a los tres liberales en diciembre en una disidencia que pedía permitir un desafío más amplio a la ley y un regreso rápido a la corte federal inferior. Roberts no anotó su posición el jueves.
Las clínicas temen que su desafío a la ley no se resuelva antes de que los jueces dictaminen en un caso de Mississippi que podría hacer retroceder el derecho al aborto en todo el país. Esa decisión, que podría anular el histórico caso Roe v. Wade de 1973, se espera para fines de junio.
La ley de Texas que prohíbe el aborto una vez que se detecta actividad cardíaca, generalmente alrededor de seis semanas, antes de que algunas mujeres sepan que están embarazadas, entró en vigencia desde septiembre. El mes pasado, el tribunal superior mantuvo la ley vigente y solo permitió que procediera un desafío limitado contra las restricciones.
Los proveedores pensaron que su mejor oportunidad para obtener un resultado favorable estaba ante el juez federal de distrito Robert Pitman en Austin. Pitman emitió una orden en octubre bloqueando la ley, aunque la corte de apelaciones suspendió su fallo solo un par de días después.
Créditos: krgv.com
