Mandatario estatal anuncia inspecciones de vehículos, bloqueos con lanchas y alambres de púas, para frenar “hordas de inmigrantes”.
Texas pondrá obstáculos para impedir el paso de inmigrantes indocumentados que crucen la frontera y establecerá puntos de inspecciones para vehículos comerciales provenientes de México, anunció el gobernador Greg Abbott el miércoles.
Además, los migrantes no autorizados que sean liberados por autoridades migratorias para comparecer ante un juez de migración serán transportados hasta Washington, D.C., según las medidas que Abbott anunció en reacción al fin de Título 42, la política federal que permitía la expulsión inmediata de migrantes sin proceso de deportación.
“Utiliza a seres humanos como sus piñatas políticas para ganar puntos seis meses antes de las elecciones”, dijo Domingo García, presidente nacional de LULAC, por medio de un comunicado. “Indica mala fe el usar refugiados para manipular la opinión pública”
La Oficina de Manejo de Emergencias dijo que ya contaba con 900 autobuses para transportar migrantes. Abbott aclaró que el transporte será voluntario.
Abbott dijo durante una rueda de prensa desde Weslaco, al sur de Texas, que estas medidas son una respuesta a la “catástrofe de las fronteras abiertas del gobierno de Biden”.
Abbott añadió que estas son las primeras medidas que aplicaría el estado, pero que la próxima semana se anunciarán más. El gobernador, que busca su reelección, ha estado bajo presión de exfuncionarios del gobierno de Donald Trump, para declarar una “invasión” en Texas para dar más poderes a DPS y la Guardia Nacional.
Sus medidas anunciadas el miércoles están lejos de esas intenciones.
No obstante, el gobernador anunció una política de “tolerancia cero” para las inspecciones de vehículos comerciales para asegurarse no haya contrabando de migrantes o sustancias prohibidas. “Nos aseguraremos que hagamos esto sin contradecir la constitución”, dijo Abbott. “Los agentes de DPS harán (estas inspecciones) cobijados por la ley”.
Dijo que en los puntos de inspección se instalarán en terrenos estatales y no en cruces internacionales operados por el gobierno federal.
El gobernador también anunció que se hará un bloqueo con botes en el Río Grande y se pondrá alambre de púas en los puntos donde haya mayor actividad. También anunció que se iluminarán varios puntos de la frontera en horas de la noche.
Asimismo, anunció que enviará autobuses a los puntos donde el gobierno federal deja inmigrantes, para recogerlos y enviarlos a Washington “para ayudar a autoridades locales, debido a las hordas de inmigrantes liberados por el gobierno de Biden”.
Estas acciones de Abbott son una reacción al fin de la cuestionada política de salud pública que permitían una expulsión sumaria de migrantes sin necesidad de un proceso judicial.
Antes de la rueda de prensa del miércoles, Abbott había prometido “acciones sin precedentes” para disuadir a los inmigrantes en una clara confrontación con el gobierno federal, encargado de la política migratoria.
La Patrulla Fronteriza asegura que podrían llegar hasta 18,000 migrantes por día con el final de la regla de Título 42, que expira en mayo. Hasta la semana pasada, arribaban un promedio semanal de 7,100 migrantes a la frontera.
Hace un año, Abbott inició su Operación Lone Star y se ha jactado de su supuesto éxito, pero los números cuentan una historia muy distinta, según reportó Texas Tribune.
En Arizona, el gobernador republicano Doug Ducey también ha estado bajo presión dentro de su partido para declarar que el estado está siendo invadido y usar poderes extraordinarios normalmente reservados para la guerra. Pero Ducey, que tiene un mandato limitado y no está en la boleta electoral de 2022, no ha aceptado la teoría y ha evitado comentarla directamente.
Con información de AP