Laredo, Texas.- Las armas de fuego en los Estados Unidos es algo que se ha normalizado e incorporado a la cultura del país, por ello existen agrupaciones como la Asociación Nacional del Rifle -NRA, por sus siglas en inglés- que cuenta con alrededor de 5 millones de agremiados y también leyes que permiten su posesión de manera legal, como las existentes en el estado de la estrella solitaria.
En Texas, cualquier persona mayor de 18 años puede portar una pistola sin licencia y sin ningún entrenamiento previo según la ley local, por ello, el estado es una gran opción para los armamentistas.
Es bien sabido que la NRA es el organismo que más contribuye de forma abierta a las donaciones para campañas políticas, ya sean las presidenciales, de gobernadores y hasta para las contiendas de la legislatura, por ello, tiene una gran influencia en el debate sobre la política de armas en el país.
Así ocurrió hace unos días cuando tras la masacre en una escuela primaria en Uvalde, Texas, la NRA celebró una convención del 27 al 29 de mayo a menos de 500 kilómetros de dicho sitio, donde entre los principales oradores participó el expresidente Donald Trump, y el gobernador del estado, Greg Abbott fue quien dio la bienvenida de manera virtual.
El evento transcurrió de manera normal, con la participación de 650 stands de venta de armas, sin tomar en cuenta los riesgos que representa la portación legal de armas, como el incidente de Uvalde en el que fueron asesinadas 21 personas.
El propósito de los stands en el congreso nacional de la NRA, es vender armas, municiones y equipo táctico. Los expositores abiertamente anuncian sus productos como Pantheon, que ofrece equipos para convertir armas en un formato de desensamble, para que las armas de alto poder puedan llevarse ocultas.
Funcionarios de la NRA y oficiales electos de todo el país que fungieron como oradores, dieron su pésame virtual a las víctimas de Uvalde, antes de iniciar los festejos y la exhibición de armas que duró 3 días.
Como respuesta a ese tiroteo y otros ocurridos en Buffalo, New York, los oficiales y en general, defensores de la seguridad de las armas han pedido nuevas restricciones para frenar las matanzas masivas en el país, peticiones que a la Asociación Nacional de Rifle no le agradaron del todo.
Si bien el poder de la NRA se ha visto afectado en los últimos años, las declaraciones financieras y las divulgaciones de cabildeo muestran que el grupo aún tiene los medios para procurar influir en las conversaciones sobre políticas de armas en las próximas semanas a la par que se celebren las elecciones generales intermedias que decidirán qué partido controlará el Congreso el próximo año.
Tan solo durante el segundo trimestre de 2021, la NRA gastó más de 2 millones de dólares en cabildeo para presionar al Congreso y la administración Biden sobre proyectos de ley de reforma referentes a la regulación de armas, de acuerdo con la CNN.
En 2021, la NRA se declaró en bancarrota, y dijo que eventualmente se reincorporaría en Texas, medida que, según los expertos, es una maniobra legal para escapar de una fuerte y bien fundada demanda por parte del fiscal general de Nueva York por “uso fraudulento de fondos”.
Desde entonces, los funcionarios de Texas, incluido el gobernador Abbott, le dieron la bienvenida al gremio, pues el estado es pro-armamentista y un paraíso para deudores que evaden sus problemas legales.
Por Hispanic Global News