Plan de Texas destinado a asegurar el límite fronterizo con México cuenta entre sus logros los arrestos de ciudadanos
El policía estatal le marcó la parada por permanecer demasiado tiempo en el carril de alta velocidad.
Perkins le confesó que traía dos cigarros de marihuana en el carro y se preparó para lo peor; pero el agente solo le extendió un citatorio y lo dejó ir, según el reporte que levantó el oficial.
El incidente, ocurrido en febrero a unas 150 millas de la frontera con México, no tenía una clara connotación de delito transfronterizo.
Perkins es ciudadano estadounidense, y el monto de droga que traía era minúsculo.
Sin embargo, su detención se atribuye a la Operación Lone Star, la campaña del gobierno del estado para asegurar la frontera con México a un costo de miles de millones de dólares.
Y este no es un hecho aislado.
El gobernador Greg Abbott dice que los más de 14,000 arrestos que se han hecho son prueba de que la operación que ordenó en la frontera está combatiendo el tráfico de droga y de personas.
Pero entre las estadísticas hay texanos que han sido sorprendidos con pequeñas cantidades de marihuana en paradas de tránsito rutinarias lejos de la frontera, revela un análisis de The Dallas Morning News.
Delitos por marihuana
Aproximadamente uno de cada cinco arrestos efectuados bajo la Operación Lone Star han derivado en un cargo de posesión de pequeñas cantidades de marihuana que ameritaría solo un ‘ticket’, o menos que eso, en algunas ciudades grandes del estado.
Menos de 100 personas han sido sorprendidas con más de cinco libras de la droga, se constata en los registros de arresto que obtuvo The News a través de una solicitud de archivos abiertos al Departamento de Seguridad Pública (DPS).
El departamento no precisó cómo determina cuáles arrestos corresponden a la operación, en la cual han sido desplegados una gran cantidad de agentes estatales y elementos de la Guardia Nacional de Texas en la frontera.
Los críticos arguyen que Abbott está presentando cifras infladas para verse firme en cuestión migratoria en un año electoral.
Los líderes republicanos del estado han señalado un repunte en la inmigración ilegal como justificación para inyectar casi $4,000 millones al operativo de resguardo de la frontera.
Es necesario contar con estadísticas confiables para que los dirigentes puedan tomar decisiones informadas sobre cómo usar el dinero de los contribuyentes, afirma Víctor Manjarrez Jr., exjefe de la Patrulla Fronteriza y actualmente profesor de la Universidad de Texas en El Paso.
Cuestionó que se incluyan los cargos de posesión de pequeñas cantidades de marihuana que no tienen una relación con la frontera.
“Nadie diría que se trata de un cártel contrabandeando dos onzas por viaje”, dijo Manjarrez.
Abbott busca un tercer mandato en noviembre y ha hecho de la seguridad fronteriza una pieza clave de su campaña.
Desde que puso en marcha el operativo contra la inmigración en marzo de 2021, su costo y alcance han ido creciendo, pero su principal objetivo ha seguido siendo combatir el tráfico de drogas y personas por la frontera con México.
Pero el DPS considera que la operación cubre una amplia franja de 63 condados que se extiende lejos de la frontera desde el Oeste de Texas hasta la Costa del Golfo.
También se incluyen otros condados del estado cuando se realiza una “incautación o arresto que tenga algún vínculo con la frontera”, explicó Ericka Miller, vocera de la corporación.
El DPS no quiso entrar en detalles.
Cientos de arrestos que se han hecho en los condados donde se encuentran Midland, San Angelo y Corpus Christi —todos ellos localizados a más de dos horas por carretera desde la frontera— son contados como parte de la operación fronteriza.
El delito más común es posesión de pequeñas cantidades de hierba.
Entre los detenidos estaba un veterano de la Guerra de Vietnam de 71 años de edad, a quien se le marcó el alto en el condado de Pecos por traer los vidrios de su vehículo polarizados y multado después de que el oficial halló “una sustancia verde con hojas”; y una cosmetóloga de San Angelo detenida por conducir a alta velocidad en esa ciudad del Oeste de Texas y arrestada por traer “un cigarro de marihuana en el cenicero”, según los reportes de DPS y registros públicos.
Ambos fueron emplazados por posesión de menos de dos onzas de marihuana. El departamento no respondió a preguntas sobre qué relación tienen esos casos con la Operación Lone Star.
“Parece una trampa”, dijo Perkins, el trabajador petrolero de Houston que ahora está tratando de contratar a un abogado para que le ayude con el caso en corte.
El DPS ya antes ha sido criticado por cómo consigna los datos relacionados con la frontera.
En 2019 un comité legislativo que evalúa a dependencias estatales apuntó que el DPS no estaba suministrando “suficiente información al público y a los formuladores de política sobre el rendimiento de la inversión en seguridad fronteriza”.
El representante James White, un republicano de Hillister que preside el comité de seguridad nacional de la Cámara de Representantes, dijo que los arrestos atribuidos a la operación deben tener relación con la frontera.
Por ejemplo, él esperaría que integrantes de algún cártel que sean sorprendidos con pequeñas cantidades de marihuana sean incluidos en las estadísticas de la operación.
“Si no tienen relación con la operación, esos datos no deberían estar en las estadísticas”, dijo White.
Pero los registros de arrestos proporcionados por el DPS hacen difícil saberlo, ya que no consignan la condición migratoria, posible pertenencia a un cártel o antecedentes penales de la persona detenida.
El departamento no respondió preguntas sobre el número de ciudadanos estadounidenses arrestados bajo la operación.
“Nuestro personal ha impedido a pandilleros, traficantes de personas, agresores sexuales y a muchas otras personas entrar a nuestro país ilegalmente. Si no hubiéramos estado ahí, probablemente todo eso habría cruzado al interior del país sin problemas”, dijo Miller, vocero del DPS, en un comunicado.
“El estado de Texas le está diciendo a todo aquel que esté pensando entrar a nuestro país ilegalmente que lo piense dos veces”.
A nivel estatal, la mayoría de los arrestros atribuidos a la Operación Lone Star han sido por invasión criminal de propiedad privada.
Pero se han concentrado principalmente en el condado rural de Kinney, el cual hace frontera con México y donde las autoridades han estado aplicando enérgicamente una polémica iniciativa que consiste en arrestar y encarcelar a los migrantes que sean sorprendidos en propiedad privada.
En otros 10 condados de la franja fronteriza, entre ellos Dimmit, Zavala y Uvalde, la sospecha de contrabando humano representa la mayoría de los arrestos hechos bajo la operación, según datos del DPS hasta abril.
En Rio Grande Valley, un conglomerado de condados en el Sur de Texas por donde pasa el grueso de flujo migratorio, la posesión de pequeñas cantidades de marihuana es el motivo más común de arresto bajo la Operación Lone Star.
Lo mismo ocurre en los condados de El Paso y Webb, donde se encuentra la ciudad de Laredo.
El representante Alex Domínguez, demócrata por Brownsville, criticó la operación diciendo que ha servido de poco.
“Hay más agentes estatales en las carreteras por aquí que obligan a la gente a manejar un poco más despacio”, dijo.
“No es más que un show político por parte del gobernador para tratar de demostrar que es duro en materia de seguridad fronteriza con la esperanza de que lo reelijan”.
En una declaración, la oficina de Abbott defendió la operación diciendo que ha resultado en el decomiso de drogas mortales como el fentanilo y producido miles de arrestos por diferentes delitos.
“Texas continúa redoblando toda estrategia y recurso disponible para hacer frente a la crisis fronteriza generada por el presidente Biden en la frontera para proteger a nuestro estado y a nuestra nación”, dijo la vocera Renae Eze.
Por Allie Morris/DMN
Foto: Lola Gomez / Staff Photographer
Créditos: dallasnews.com