Los intentos rusos de interferir en las elecciones estadounidenses han estado ocurriendo durante casi una década.
Funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) mostraron preocupación sobre cómo Rusia podría aprovechar significativamente las recientes divisiones en Estadios Unidos, para sembrar posibles conspiraciones que afecten la integridad de las elecciones estadounidenses.
Estos esfuerzos, estarían encaminado a encajar con las presuntas dudas sobre las elecciones presidenciales de 2020 difundidas por el expresidente Donald Trump y muchos de sus aliados, de acuerdo a información del portal CNN.
Aunque las elecciones estadounidenses se han vuelto más seguras en los últimos años, los funcionarios dicen que una atmósfera de desconfianza rodea los próximos comicios.
Admiten que se ha hecho poco para informar, y mucho menos convencer, a los votantes estadounidenses de que Rusia está tratando de atacar las elecciones estadounidenses nuevamente.
Eso está creando una batalla por las percepciones públicas de la seguridad de las elecciones, que a menudo no reflejan la realidad de cuán seguras son.
“Si sucede algo, alimentará la manía y el caos, y de repente la gente pensará que todas las elecciones son completamente inseguras”, dijo Nicole Tisdale, quien hasta abril fue directora de asuntos legislativos en el Consejo de Seguridad Nacional y anteriormente se desempeñó como directora de ciberseguridad y contrainteligencia en el Comité de Seguridad Nacional de la Cámara.
“No se trata de arreglar un pequeño problema para que no se convierta en un problema mayor. Se trata de lo que sucede cuando la gente siente que ha habido una fuga en el bote y piensa que todo podría hundirse”, añadió.
Un ejemplo de cómo los funcionarios creen que la amenaza podría desarrollarse sería la siguiente: los piratas informáticos rusos violan el sistema de registro de votantes de un condado local y se aseguran de ser detectados.
Luego, publicarían información y asumirían la responsabilidad en lugar de culpar a los piratas informáticos de terceros, como lo hicieron en 2016. Luego, otras fuerzas respaldadas por el Kremlin amplificarían los problemas en Facebook y Twitter, con el objetivo de generar enojo, violencia y subsecuentes reacciones
“Rusia no tiene que hacer nada antes de las elecciones, solo observar dónde ocurren los desafíos operativos y usar ese problema para explotar la desconfianza y la división subsiguientes”, dijo un funcionario estadounidense involucrado en la seguridad electoral.
Probablemente no se necesitaría mucho para socavar aún más la confianza en las elecciones estadounidenses, como lo demostraron las audiencias públicas de este mes del comité selecto de la Cámara que investiga el ataque del 6 de enero de 2021 contra el Capitolio.
A principios de este mes, la Oficina de Inteligencia y Análisis del Departamento de Seguridad Nacional advirtió que Rusia “probablemente” buscará reducir la votación y “probablemente” intentaría quebrantar las elecciones intermedias de noviembre en venganza por la respuesta liderada por Estados Unidos a la invasión de Ucrania, según a un informe del DHS.
“Esperamos la interferencia rusa en las próximas elecciones intermedias de 2022, ya que Rusia ve esta actividad como una respuesta a las acciones ejercidas por Washington y una oportunidad tanto para socavar la posición global de Estados Unidos como para influir en la toma de decisiones de Estados Unidos”, afirma el informe, titulado “Key Amenazas a la Patria Hasta el 2022”.
Los intentos rusos de interferir en las elecciones estadounidenses han estado ocurriendo durante casi una década, manteniendo nerviosos a los funcionarios estadounidenses. Por su parte, las oficinas de los organismos electorales han reforzado su propia seguridad, pero no está claro si será suficiente.
La evaluación de inteligencia del DHS obtenida por CNN afirma que Rusia sigue siendo una de las principales amenazas, “particularmente en respuesta a la presión internacional tras su ataque contra Ucrania”.
Créditos: noticiasya.com