Reportan tres años muy duros: primero fue la pandemia, después el cierre de puentes
José Luis Ozuna recorre las calles de la zona Centro de El Paso todos los días empujando su carrito refrigerado donde carga y conserva sus paletas de hielo y crema que ofrece a sus clientes.
El no conoce mucho de los términos financieros, pero lo que sí sabe es que cada vez vende menos paletas y que su sueldo se redujo a menos de la mitad.
De los 210 dólares que ganaba un día sábado, el mejor día de la semana, ahora percibe de 90 a 100 dólares.
“Las cosas están subiendo cada vez más y la gente ya no compra igual que antes. Ahora vemos menos gente en las calles y muchos comercios cerrados, dice el vendedor de helados, quien gracias a su carisma conserva aún los pocos consumidores que tiene, y que en ocasiones le dejan una propina.
Al igual que muchos comerciantes del sector han sido afectados por la inflación que golpea al país desde hace varios meses y que con el transcurrir del tiempo parece agravarse en lugar de contraerse.
“Tiene uno que trabajar más si no, no alcanza para los gastos de la casa y las medicinas que necesita mi esposa”, dijo el paseño quien ahora piensa cómo enfrentar los meses invernales que se avecinan. “Estoy pensando qué haré mientras ahorraré lo poco que pueda”, expresó mientras atendía a una familia que lo socorrió con una buena compra.
De acuerdo con la Oficina de Estadísticas Laborales, la inflación en Estados Unidos se disparó en junio y alcanzó un nuevo máximo en la era de la pandemia, con un aumento de los precios al consumidor del 9.1% interanual.
Según los expertos se trata del nivel más alto en más de 40 años y superior al anterior, cuando los precios subieron un 8.6% en el año que terminó en mayo. La cifra también es mucho más alta que el 8.8% que los economistas tenían previsto, según Refinitiv, empresa proveedora de datos e infraestructura de mercados financieros del mundo.
Efecto gasolina
Gran parte de los aumentos de junio se debió a los precios de la gasolina, que subieron casi un 60% en el año. Los estadounidenses pagaron cifras récord por el combustible el mes pasado, con una media nacional que superó los $5 por galón en todo el país.
Esta situación ha generado que las personas busquen formas de que el dinero alcance, tratando de ajustar lo más posible los gastos y el consumo, según sus necesidades, para disminuir el impacto que el aumento de los precios le da al bolsillo de los consumidores.
“La gente ya no gasta como antes. Vienen, ven los precios y si detectan dos o tres dólares de diferencia, prefieren no comprarlo…”, dijo Oscar Borjas, encargado de la tienda Génesis Perfumería, ubicada sobre el corredor comercial de la calle El Paso.
Manifestó que la gente es más cuidadosa en sus gastos y las compras que realiza, lo que mantiene prácticamente a raya a los comerciantes de los diversos giros.
Resaltó que la economía del comercio organizado se ha visto afectada dramáticamente en los últimos tres años… primero fue la pandemia, luego el cierre de puentes y ahora la inflación”, expresó en tono de preocupación.
Sin embargo dijo que como en toda crisis se deben buscar estrategias e innovarse en las operaciones comerciales. “Algo que nos ha funcionado es ofrecer una variedad de productos y no enfocarnos en uno solo.
“Aquí ofrecemos una gama de mercancías desde productos para el hogar, artículos personales y la perfumería que es nuestro fuerte”, manifestó el comerciante tras afirmar que de esta manera han logrado sostener el negocio.
Indicó que otro de los soportes que los ha mantenido a flote es la venta al mayoreo a comerciantes tanto de México como del interior de Estados Unidos, clientes que han sido fieles compradores gracias al trato y estímulos que les ofrecen.
El porcentaje de venta es 80 al mayoreo y 20 al menudeo.
No obstante dijo que estos negociantes siempre están en busca del mejor precio y tener una buena ganancia al final de la comercialización.
“Tratamos siempre de conservarlos, y cuando hay precios tope que ya no se pueden sacrificar, el comerciante lo entiende y compra porque en realidad ya no tiene otra opción, y es cuando nos toca la suerte de que adquieran nuestra mercancía”, indicó.
Por otra parte añadió que hay clientes mexicanos que deciden no regresar debido a que al adquirir la mercancía y tratar de cruzarla a su país los aduanales piden mayor cobro de impuestos al tasar el producto con su tabulador.
“Mucha gente se atemoriza porque del lado mexicano les quitan sus cosas también. Hay gente que compra y lo poco que lleva se lo quitan los aduanales o tienen que pagar más impuestos… No respetan el precio que ellos agarran y ya no regresan. Es un caos”.
Desolación en malls
Al igual que la imagen desoladora que impera en el primer cuadro de la ciudad, que luce con infinidad de locales cerrados y edificios en venta impera en otros centros comerciales, ubicados en diversos sectores de la ciudad, como el mall de Sunland Park, que cada vez tiene menos locales comerciales activos.
Si bien es cierto que la economía local se ha visto severamente afectada por los factores mencionados los comerciantes paseños reconocen que gracias a los compradores mexicanos, que representan casi el 80 por ciento de sus ventas, han logrado sobrevivir.
Es el caso de don José Luis, trabajador de la paletería “Don Beto”, al repartir frescura en estos meses de intenso calor.
No obstante, mientras el país no controle el sistema financiero las comunidades latinas y afroamericanas que han sido las más afectadas con la inflación, según el Banco de la Reserva Federal de Nueva York, continuarán sobreviviendo en medio de la crisis económica.
Por Jaime Torres/El Diario de El Paso
Créditos: diario.mx