Acuden a comprar ropa, zapatos y artículos de higiene personal en tiendas
La ola de migrantes que se registra en la región fronteriza ha incentivado la economía de la ciudad al registrarse un repunte en las ventas y servicios del comercio local por arriba del 40 por ciento, afirmaron empleados de las diversas tiendas y restaurantes establecidos en la zona Centro.
“Hemos visto que muchos de los migrantes acuden a comprar ropa, zapatos y artículos de higiene y todos son bienvenidos”, dijo Sonia, una trabajadora de uno de los comercios situados sobre la calle El Paso.
Manifestó que muchos de los aspirantes a refugiados acuden a los establecimientos con la ropa indispensable e incluso con zapatos desgarrados, que describen el intenso uso en las caminatas realizadas durante la travesía.
Y es que al cruzar la frontera, provenientes del interior de México, los agentes de la Patrulla Fronteriza, les requisan ropa y otros artículos por lo que ingresan al país prácticamente con lo que traen puesto.
“Yo no traía zapatos, los perdí al cruzar el río Grande pero una persona me socorrió con un dinerito para comprarme unos tenis”, dijo Alvaro, originario de Nicaragua.
Manifestó que la falta de efectivo entre sus compañeros es notoria debido a que durante el viaje fueron extorsionados por policías y delincuentes. “Llega uno sin dinero y es complicado subsistir, pero gracias a Dios que estamos aquí”.
Expresó que gracias al apoyo de familiares, muchos de ellos cuentan con ‘algo’ de dinero para adquirir algunas prendas de vestir, sobre todo chamarras o ropa gruesa, para protegerse del frío.
Indicó que por fortuna se puede adquirir la mercancía a bajos precios y con menos de 30 dólares logran vestirse modestamente.
Otro de los negocios beneficiados son las tiendas de conveniencia, restaurantes de comida rápida como pizzerías, burrerías y venta de hamburguesas, así como cafeterías.
“Aquí vienen ellos personalmente o personas que les patrocinan sus pizzas para llevárselas a los campamentos improvisados”, expresó María, empleada de uno de los comercios.
“Me da mucha tristeza ver tanta necesidad por las condiciones en que vienen y cruzan la frontera y vengo a compartirles un poco para mitigar su sufrimiento”, dijo José, quien con frecuencia les lleva café y comida caliente.
Otro de los giros que se han beneficiado con la llegada de los centroamericanos son los taxistas que se han convertido en los hombres que los transportan a los comercios, hoteles, tiendas y aeropuerto, reflejando un incremento de hasta el 45 por ciento en sus viajes.
Iván es uno de los prestadores del servicio de transporte que con frecuencia lleva a los inmigrantes a donde se le indique.
“Ya hice muchos amigos y he escuchado tantas historias desgarradoras durante los trayectos. Es increíble el sufrimiento. Todos nos hemos solidarizado con ellos y les ofrecemos un precio especial”.
“Todo esto apunta a una cosa: que el mundo que vivimos está dominado por un enemigo maligno, Satanás, el diablo”, expresó mientras abría la puerta de la camioneta a la nicaragüense Lidia para llevarla junto con sus compañeros a un Walmart para comprar zapatos y ropa.
La única solución para la humanidad es el Reino de Dios, y el único que puede arreglar tantos problemas que hay ahora, no es el hombre si no el Reino de Dios, dijo el taxista, del sitio “El Texano” que los llevaría al Aeropuerto Internacional de El Paso para abordar el avión rumbo a Chicago, Illinois.
De acuerdo a los economistas los inmigrantes establecidos también realizan importantes contribuciones económicas a sus países y comunidades de origen a través de numerosos canales.
El más reconocido son las remesas, es decir, las transferencias de dinero, que a menudo se utilizan para satisfacer las necesidades básicas de las familias y las comunidades.
Jaime Torres / El Diario de El Paso
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Créditos: diario.mx