Reuters.- El Gobierno de Estados Unidos publicó el miércoles las normas definitivas sobre su red nacional de cargadores para vehículos eléctricos, que exige que se fabriquen de forma inmediata en el país y que el 55% de su costo proceda de componentes fabricados a nivel nacional para 2024.
El Ejecutivo del presidente Joe Biden espera que las nuevas normas, promulgadas tras casi ocho meses de debate, pongan en marcha la mayor transformación del panorama automovilístico estadounidense en generaciones.
Su objetivo es ofrecer a los consumidores un acceso sin restricciones a una creciente red de estaciones de recarga de vehículos eléctricos, incluidos los SuperChargers de Tesla.
Las empresas que aspiran a obtener 7,500 millones de dólares de financiación federal para esta red también deben adoptar la norma estadounidense dominante para los conectores de carga, conocida como “Sistema de Carga Combinada” o CCS, y usar opciones de pago estandarizadas compatibles con los teléfonos inteligentes.
Tesla, el mayor fabricante de autos eléctricos del país y la mayor empresa de recarga, tiene previsto adoptar la norma CCS y ampliar su red más allá de sus propios conectores, según el Gobierno.
“Sea cual sea el vehículo eléctrico que conduzca, queremos asegurarnos de que pueda enchufarlo, conocer el precio que va a pagar y cargarlo de forma predecible y sencilla”, dijo a la prensa el secretario de Transporte, Pete Buttigieg, en un avance de la normativa.
El primer tramo de los miles de millones de fondos federales se distribuirá entre los estados en las próximas semanas, lo que obligará a empresas como Tesla, EVgo Inc y ChargePoint Holdings Inc a competir por los fondos de los gobiernos estatales.
La red es un elemento central del plan de Biden para hacer frente al calentamiento global mediante la conversión a eléctricos del 50% de todas las ventas de vehículos nuevos en Estados Unidos para 2030.
La escasez de cargadores en las carreteras estadounidenses ha frenado el crecimiento de las ventas de vehículos eléctricos y su positivo impacto ambiental, afirman sus defensores.
Los fabricantes advirtieron antes de que se publicaran las normas que imponer una cuota de componentes nacionales demasiado pronto en la norma del programa ralentizaría el despliegue.
Créditos: forbes.com.mx