El agua, el commodity del futuro: otro año de sequía más para Texas

Los cortes de agua para el campo comenzaron en julio del año pasado, pero apenas la LCRA anunció que se mantendrán este 2023 debido a que la sequía continúa.

LAREDO, Texas.- Desde que el año pasado la sequía azotó a gran parte de Texas, los embalses, ríos y cuencas no han tenido el suficiente abastecimiento de agua, lo cual ha provocado un corte automático del vital líquido a los agricultores que tienen contratos “interrumpibles” con la Autoridad del Bajo Río Colorado -LCRA, por sus siglas en inglés-,

El río Colorado tiene una extensión de aproximadamente mil 400 kilómetros en el estado de Texas. Es el decimoctavo río por su longitud de los Estados Unidos y el más largo con su nacimiento y su desembocadura dentro de Texas, también contribuye en parte como tributario a otros ríos menores como el río Nueces.

Para los agricultores de la región regada por estas aguas, esto no es de extrañar, pues tan sólo con observar los niveles de lagos y presas ya sabían que no tendrían el suministro necesario para sus cultivos.

Los cortes de agua para los hombres y mujeres del campo comenzaron en julio del año pasado, pero apenas este jueves la LCRA anunció que se mantendrán este 2023 debido a que la sequía continúa.

“El Plan de Gestión del Agua de la LCRA, aprobado por el Estado, exige cortar el agua de Highland Lakes a los usuarios agrícolas… en función de la intensidad y duración de la sequía”, señaló la agencia en un comunicado de prensa.

Dicho plan se adoptó luego de la peor sequía que ha vivido Texas en su historia, cuando en el 2011, el agua enviada río abajo para la agricultura redujo considerablemente el almacenamiento en los embalses de Highland Lakes. Los niveles eran tan bajos que se temía que pusiera en peligro las reservas acuíferas de ciudades como Austin.

“En épocas calurosas y secas como esta, el plan exige reducir el suministro de agua a los clientes interrumpibles para que la LCRA pueda seguir satisfaciendo las necesidades de las ciudades, las empresas y las industrias”, dijo en el comunicado John Hofmann, vicepresidente ejecutivo de agua de la agencia.

El problema se agrava por el hecho de que el embalse que se construyó tras la sequía de 2011 para ayudar a los agricultores aún no está en funcionamiento. Las autoridades tienen que sellarlo y revestirlo para que retenga el agua y cumpla con su función.

De momento, el seguro de cosechas deberá suavizar el golpe de una sequía más para los propietarios de alrededor de 250 granjas de arroz que cultivan 160 mil acres de tierras de cultivo cerca de la costa del Golfo de Texas, pero el resto de su comunidad no cuenta con seguro al cual recurrir.

El cultivo del arroz es extremadamente intensivo en el uso del agua, tanto que muchos se han preguntado si dichas plantaciones sobrevivirán en Texas, ya que la escasez de agua continúa y la demanda de ese recurso crece.

Aunado a esto, no se espera que para el resto del estado la situación mejore, pues es bien sabido que la sequía abarca grandes territorios. En la frontera de Texas con México, los productores ya esperan una sequía por los niveles actuales de reserva de agua que se tienen y el consumo de agua.

Por el momento, la esperanza para productores y autoridades es la próxima temporada de tormentas y huracanes, que si bien es peligrosa para algunas zonas, puede proveer el agua necesaria para asegurar riegos y consumo en el estado.

Foto: Shutterstock

Cr5édits: elfinanciero.com.mx

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