El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) abrió este lunes con una bajada del 0,4 %, hasta los 40,80 dólares el barril, motivada por el temor de los mercados a que los repuntes de COVID-19 que se están produciendo en Estados Unidos, que este fin de semana ha marcado récord de infecciones, afecten a la recuperación de la demanda de crudo.
A las 09.15 hora local (13.15 GMT), los contratos futuros del WTI para entrega en agosto restaban 15 centavos respecto a la sesión previa, del jueves, ya que el viernes fue festivo en Estados Unidos.
Los precios del petróleo bajaban en una sesión que se espera volátil y en la que los inversores más optimistas se apoyan en la progresiva recuperación económica en China y en Europa para salvar la jornada.
Según los expertos, los datos macroeconómicos de ambas zonas avanzan lentamente hacia una perspectiva de normalidad que, si bien no se espera alcanzar este año, podría servir para empujar los precios del crudo.
Los mercados de capitales de China, el mayor consumidor de petróleo del mundo, están volviendo a atraer dinero del exterior y los analistas prevén ya un escenario con un mercado alcista “saludable”.
Sin embargo, en EE.UU. todavía preocupan los precios actuales, que se sitúan aún lejos de los 60 dólares que marcaba el WTI a principios de año, y que lastran a los principales productores, que antes de conocer la existencia de la pandemia habían llevado a cabo una estrategia de negocio expansionista.
“No creo que el petróleo en 40 dólares sea suficiente para compensar la industria del esquisto. Este precio aún no es suficiente para cubrir toda la deuda y los costes en los que las compañías petroleras incurrieron durante el auge de precios”, dijo en declaraciones al Wall Street Journal el presidente de la consultora Lipow Oil Associates, Andy Lipow.
Por EFE
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