Residentes legales de El Paso, Texas, que viven en Ciudad Juárez pernoctan toda la noche para cruzar al lado nortemericano por los puentes internacionales, debido a la política de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) de “desalentar” los viajes transfronterizos.
El 24 de agosto la CBP dio a conocer que implementó un programa de doble inspección en las garitas de cruce en los puentes internacionales, con el fin de extremas las revisiones con el fin de detectar posibles portadores potenciales de COVID-19.
“Tenemos que desalentar los viajes como una medida de prevenir contagios del nuevo coronavirus en las fronteras, porque la mayoría se hacen no por actividades esenciales”, dice el comunicado del CBP con el numero 1234/2020.
Este día, las filas de cruce en el puente Paso del Norte, estaban más allá de la llamada “casa de Juan Garbiel”; en el Córdova-Américas, más allá de las oficinas de gobierno, identificado como Pueblito Mexicano.
Los agentes de migración tenían sólo una garita de cruce en cada uno de los puentes, que se activaba cada 15 minutos, por lo que provocó el caos urbano en las zonas aledañas a los puntos de internación a los Estados Unidos.
“La verdad, esto ya es crisis, yo tengo diabetes y estoy obligado a orinar cada meda hora, por lo que tuve que comprar pañales para adulto, cada vez que tengo que cruzar al trabajo”, dijo Alberto Romero, con visa de residente pero con domicilio en esta ciudad.
Alma Rodríguez, madre de tres hijos menores de edad, señaló que tiene que pagar a una persona con residencia en El Paso, para que lleve a los infantes a la escuela, si es que no quiere cruzar ella misma.
Omar Martínez, sociólogo en la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ) dijo que la autoridad “gringa” pretende ignorar que los cruces de los residentes legales permanentes se hacen a diario porque viven en Juárez.
“Eso de evitar los viajes a Juárez, es solo una doble moral de la autoridad de Estados Unidos, porque existen miles de residentes , incluso de ciudadanos americanos, que viven en esta ciudad, por la simple razón, de que estar allá no podrían pagarlo”, apuntó.
Dijo que si el gobierno estadounidense quiere resolver el problema de los cruces, de forma simple, debe obligar a los residentes a vivir en El Paso, Texas, de lo contrario es no querer entender la realidad.
Foto: José Zamora
Créditos: nortedigital.mx