Texas: ¿Vienen nuevas restricciones por brotes de covid-19?

El número de pacientes hospitalizados por covid-19 en el Norte de Texas continua al alza el martes, encaminando a la región a más duras restricciones a comercios y restaurantes.

Pero no hay que dar por hecho que esas nuevas reglas serán aplicadas, dijo el juez del condado de Dallas Clay Jenkins.

Haciendo eco de otros funcionarios locales en Texas, Jenkins dijo que el condado y sus ciudades están imposibilitados para aplicar las reglas de uso de mascarilla y número de clientes que se permite dentro de los negocios porque es el estado el que impone esas restricciones.

Dijo además que seguirán teniendo limitaciones aun después de que un sostenido aumento de hospitalizaciones active límites de aforo más bajos, conforme a las reglas de emergencia dictadas por el gobernador Greg Abbott, que fueron actualizadas por última vez en octubre.

A menos que se ordenen medidas más drásticas desde Austin, dependerá del público revertir la más reciente oleada de infecciones, dijo Jenkins el martes en una reunión con los comisionados del condado.

“Corresponde a todos nosotros mejorar un poco”, dijo Jenkins.

La regla del 15%

Desde el viernes, el porcentaje de pacientes hospitalizados por covid-19 en la región hospitalaria de 19 condados, entre ellos Dallas y Tarrant, ha sido superior al 15%.

La región se extiende de este a oeste desde Hunt hasta Palo Pinto, y de norte a sur desde Grayson hasta Navarro.

Si el promedio no baja para el jueves —siete días después de haber cruzado la línea roja establecida por Abbott—, se requerirá a los establecimientos comerciales reducir su aforo de 75% a 50%, los bares deberán cerrar y las cirugías optativas serán suspendidas.

El martes, el promedio de hospitalización era de 16.43%, según datos del estado.

Directivos hospitalarios dijeron a los comisionados que el número de personas hospitalizadas se estaba aproximando a niveles no vistos desde la ola de infecciones del verano.

El condado de Dallas tenía 806 pacientes confirmados de covid-19 en sus hospitales, solo tres menos que el récord que impuso en julio.

Pero, a diferencia del verano, ahora todo el país está padeciendo el embate del virus, lo que no da margen al sistema de salud para movilizar médicos y enfermeras a diferentes focos de infección.

“Están exhaustos. Llevan con esto desde marzo”, dijo Steve Love, director ejecutivo de Dallas-Fort Worth Hospital Council.

“Nuestra fuerza de trabajo es el recurso que más nos preocupa”.

A las autoridades del condado de Dallas también les preocupa que los hospitales pequeños en las zonas rurales del Norte de Texas agoten sus camas de cuidado intensivo.

Desde la primavera, funcionarios locales de todo Texas han estado buscando la manera de aplicar las órdenes de emergencia de Abbott y transmitir buenas prácticas de salud a un público nervioso.

En El Paso, una de las localidades más afectadas de Texas, el juez del condado intentó, sin éxito, cerrar los negocios no esenciales.

En Tarrant, el juez del condado, el republicano Glen Whitley, ha enfrentado una intensa presión para levantar una orden local de uso de mascarilla.

Parte del problema de aplicar las reglas del estado es que primero se requiere emitir una advertencia, dicen los funcionarios.

El gobierno de la ciudad de Dallas ha emitido casi 6,200 advertencias desde marzo, según sus propios registros, pero solo 37 citatorios de carácter oficial.

“Han pasado meses desde la última vez que se redactó un citatorio”, dijo Catherine Cuéllar, vocera de la ciudad.

“Y esos citatorios eran principalmente para giros de negocios que estaban operando y que no tenían permiso de hacerlo, como bares y salones”.

En noviembre hubo 190 inspecciones municipales por covid-19, pero no se emitió ningún citatorio.

El mes pasado el alcalde de Dallas Eric Johnson pidió a la población evitar aglomerarse durante la festividad de Thanksgiving.

Y el martes, en una declaración, el alcalde dijo que aunque será crucial que los comercios cumplan con el posible cambio de reglas, volvió a insistir en la importancia de ser responsable.

“Necesitamos que nuestra comunidad atienda las recomendaciones de salud pública de usar mascarilla, practicar la distancia social y evitar encontrarse con personas que no viven en su hogar”, dijo Johnson.

“Sin esa responsabilidad personal, ninguna medida que tomen las empresas o cualquier nivel de gobierno será tan efectiva en frenar el alarmante avance del coronavirus”.

El más reciente incremento de infecciones en el país ha sido atribuido en gran parte a las reuniones privadas casuales.

Los médicos más autorizados del país han dicho después de Thankgiving que las personas que se reunieron en grandes grupos deben asumir que han contraído el coronavirus y deberían ponerse en cuarentena.

También funcionarios de salud federales la semana pasada recomendaron a Abbott a intensificar las pruebas dirigidas a determinados grupos y reducir el número de personas que se pueden reunir en interiores.

Mientras tanto, autoridades sanitarias aquí están urgiendo al gobernador ordenar el cierre de comedores, bares y gimnasios para detener la propagación del virus, a lo cual él se ha resistido.

Emily Williams Knight, directora ejecutiva de la Asociación de Restaurantes de Texas, dijo que la postura del estado sobre restricciones por covid-19 sigue siendo apropiada e invitó a los habitantes del Norte de Texas a visitar sus estabecimientos favoritos aun después de que se reduzcan los límites de aforo.

“La gente debería acercarse. Si no se sienten a gusto comer adentro, que lo hagan en el patio”, dijo.

“O si hace frío, como hoy, que compren una tarjeta de regalo y pidan servicio desde su vehículo. Los restaurantes necesitan apoyo ahora más que nunca”.

Knight dijo que su asociación calcula que 200,000 trabajadores de restaurantes todavía están sin trabajo.

Una mayor reducción sería devastadora, no solo para los empleados y sus familias sino para los  gobiernos locales que dependen de sus ingresos fiscales y otros sectores vinculados al negocio restaurantero.

La asociación de restaurantes está gestionando para que los trabajadores del gremio sean de los primeros en ser vacunados.

“No se puede dar de comer a los texanos sin los restaurantes”, dijo.

Por Nic Garcia

Foto: Ben Torres / Special Contributor

Créditos: noticiasya.com

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