En los primeros días de la pandemia, en el Norte de Texas era difícil conseguir pruebas de covid-19, y los resultados tardaban días en llegar.
Ahora es más fácil conseguir las pruebas y los resultados tardan poco, y al acelerarse la propagación del virus en el estado, el acceso a las pruebas es más importante que nunca.
Aunque las personas con seguro médico las pueden encontrar fácilmente en una clínica, para dar pruebas gratuitamente a las que no tienen seguro, la División Texas de Manejo de Emergencias ha estado trabajando con diversos proveedores para proporcionar esas pruebas.
Una de esas compañías es Curative, que está haciendo la prueba a un promedio de 30,000 texanos por día, y en ocasiones hasta a 50,000.
Fuera de los planes
Curative no tenía planeado hacer pruebas de covid-19.
Curative inició este año como compañía de diagnóstico de septicemia, pero al ver que se extendía la pandemia en todo el país, sus fundadores rápidamente decidieron crear una prueba oral de coronavirus.
“Vimos lo que estaba pasando con la pandemia y nos dimos cuenta de que la infraestructura de salud pública en Estados Unidos y la cantidad de pruebas en el país era insuficiente”, dijo Miranda Gottlieb, vicepresidente de mercadotecnia de Curative.
Los fundadores querían producir un kit oral para no tener problemas en la cadena de suministro con los fabricantes de pruebas por vía nasal, dijo Gottlieb.
Para limitar el contacto, ofrecen pruebas autoadministradas por saliva a través de expendios drive-through o quioscos.
Basta tomar muestras del interior de las mejillas, debajo y encima de la lengua, y del paladar, durante cinco segudos.
El hisopo se echa entonces en un tubo, y el resultado se obtiene en entre 24 y 48 horas.
La prueba recibió autorización de mergencia en abril, y actualmente Curative ya tiene instalados más de 10,000 sitios de prueba en más de 15 estados.
Hasta diciembre, la compañía ha realizado casi 10 millones de pruebas, según Gottlieb.
Entrelos primeros texanos en recibir las pruebas de Curative fueron los internos de cárceles estatales, dijo Seth Christensen, portavoz de la División Texas de Manejo de Emergencias.
Los gobiernos locales pueden usar dinero que han recibido del gobierno federal para comprar sus propias pruebas, o pedírselas al estado, de acuerdo a Christensen.
Hasta diciembre, el estado había comprado unas 2.5 millones de pruebas de Curative.
En el Norte de Texas, Curative está presente en ocho ubicaciones: una en North Richland Hills, y dos en Arlington, Cockrell Hill, South Dallas, Balch Springs, Hutchins y Frisco
“Hemos avanzado mucho desde marzo”, dijo Christensen.
Al comienzo de la pandemia no solamente era difícil conseguir pruebas, dijo Christensen, sino además en ese momento solo había un laboratorio en el país que pudiera siquiera procesar las pruebas en la sede de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) en Atlanta.
La División Texas de Manejo de Emergencias, Curative y los gobiernos locales trabajan en estrecha colaboración para llevar las pruebas a lugares donde no las hay en suficiencia y donde los índices de resultados positivos son más altos.
“Hemos visto que en muchas geografías diferentes la estrategia ha funcionado muy bien al dar acceso a las pruebas en comunidades marginadas, de bajos ingresos y de color”, dijo Gottlieb.
En una estación de prueba de Curative en Good Street Baptist Church en el este de Oak Cliff, cuando se le hace la prueba a una persona, se le entrega un volante con información de cómo recibir comestibles de la ciudad sin costo en caso de que resulten positivos.
Para las personas que viven en barrios pobres, y en cuyos trabajos están en alto grado de exposición al virus, poder acceder a las pruebas es importante, dijo Gottlieb.
“A medida que ha evolucionado la pandemia, y que van saliendo las vacunas, tenemos que permanecer alerta sobre la posibilidad de que nos expongamos”, dijo Gottlieb.
“Seguir dando pruebas gratuitas y sin costo a la gente va a ser fundamental para llegar al otro lado de la pandemia”.
Hasta el juez Jenkins
El juez del condado de Dallas Clay Jenkins dice que aunque procura no salir de su casa cuando no está trabajando, se hace la prueba seguido para asegurarse de que no está contribuyendo a propagar el virus.
“Es importante saber cómo está uno”, dijo Jenkins.
Agregó que recientemente el 12% de los pacientes del hospital Parkland que estaban siendo atendidos por alguna afección que no fuera covid-19, dieron positivo al coronavirus sin tener síntomas.
Jenkins dijo que aun actividades que antes eran consideradas de bajo riesgo, ahora implican un mayor riesgo.
“Ahora es más probable contagiarse de covid” que a principios del otoño, cuando había menos casos de contagio, dijo.
Por Jesus Jimenez, Staff Writer. Jesus Jimenez began working for The Dallas Morning News in 2018. He currently covers weather and how climate affects Dallas-Fort Worth. He is a graduate of the University of Texas at Dallas.
Créditos: dallasnews.com