Texas: Impulso de legislación tras masacres en El Paso y Odessa choca con silencio de líderes estatales

Austin — Las masacres ocurrieron exactamente con cuatro semanas de diferencia.

Primero en El Paso, cuando un hombre del Norte de Texas viajó cientos de millas por carretera a esa ciudad fronteriza decidido a detener una “invasión hispana”. Mató a 23 personas.

Unos sábados después, en las ciudades de Midland y Odessa del Oeste de Texas, otro pistolero mató a siete personas y dejó heridas a 25 más con un arma que adquirió ilegalmente antes de ser abatido por la policía.

Luego de ese agosto de 2019, Texas estaba en duelo.

Hasta republicanos a favor de las armas, como el gobernador Greg Abbott y el vicegobernador Dan Patrick, parecieron dispuestos a arriesgar una parte de su capital político para tratar de resolver el problema de los asesinatos masivos.

Abbott prometió hacer todo lo posible para “que crímenes como este no vuelvan a ocurrir”.

Patrick por su parte dijo que estaba dispuesto a “recibir una flecha” de la NRA con tal de imponer el requisito de revisión de antecedentes en las transacciones de venta de armas entre extraños.

Entonces llegó el coronavirus a Texas y las autoridades texanas canalizaron su energía a enfrentar la pandemia y volver a echar a andar la economía.

Como sucedió con la mayoría de las cosas, el tema de las masacres pasó a segundo plano.

Pero para los legisladores de esas ciudades sigue siendo algo urgente.

“En nuestra comunidad viven familiares de las víctimas y sobrevivientes”, dijo el representante Brooks Landgraf, republicano por Odessa.

“Aunque otros asuntos ahora acaparan los titulares, nuestras comunidades siguen teniendo cicatrices”.

A su vez, el representante Joe Moody, demócrata por El Paso, manifestó que con toda justicia la pandemia ha dominado el debate legislativo, pero prevenir masacres sigue siendo una prioridad para él y para sus colegas.

“Para nosotros no desmerece enfrentar la retórica del odio y cómo ésta se entrecruza con la violencia perpetrada con armas de fuego”, dijo.

“La lente a través de la cual los paseños ven el mundo cambió para siempre el 3 de agosto de 2019”.

Propuestas de ley sobre armas de fuego

En El Paso, un baluarte demócrata, los legisladores están abordando de lleno el problema del control de las armas de fuego.

La representante estatal demócrata Lina Ortega ha presentado varios proyectos de ley sobre acceso a los rifles de asalto como el que usó el pistolero de El Paso.

Uno elevaría la edad legal para tener rifles de asalto de 18 a 21 años; otro prohibiría la exhibición abierta en espacios públicos; y un tercero prohibiría los rifles de asalto por completo.

“Todo lo que he visto indica que Texas en su conjunto está a favor de este tipo de prohibiciones”, dijo Ortega. “No hay razones para tener rifles de asalto en ninguna comunidad”.

Andi Turner, directora de asuntos legislativos de Texas State Rifle Association, no está de acuerdo.

Turner dijo que su asociación se opone a las propuestas de Ortega porque podrían criminalizar a ciudadanos respetuosos de la ley que posean armas semiautomáticas de caza porque el término “rifle de asalto” es demasiado amplio.

“Mi rifle de caza es un arma negra semiautomática”, dijo Turner. “Alguien que no sepa diría que es un AR”.

La asociación también planea oponerse a una propuesta de ley del representante demócrata Art Fierro de El Paso con la que personas que estén experimentando complicaciones de salud mental renunciarían temporalmente a su derecho a comprar o poseer armas de fuego registrándose en una base de datos estatal.

Mientras que otros legisladores, como Moody, han propuesto leyes de alerta que permitirían a las cortes retirar armas de fuego a personas consideradas peligrosas, Fierro dijo que su propuesta era un primer paso para dar algunas opciones en cuestión de seguridad con armas de fuego.

“A mí me parece que este es no solamente un proyecto de ley sobre armas de fuego sino también sobre salud mental”, dijo.

Pero la asociación de Turner dice que se opone a esa iniciativa porque piensa que los texanos podrían batallar para salir de esa base de datos.

Sin embargo, los legisladores de El Paso dicen confiar en que se verá cierto movimiento en el asunto de las armas.

El senador César Blanco, demócrata, dijo que una de sus propuestas de ley hace eco de una recomendación de Abbott en su Informe de Acción sobre Seguridad en Texas presentado en septiembre de 2019.

En ese informe, Abbott pidió a los legisladores actuar contra los criminales que intenten comprar o poseer armas de fuego.

La propuesta de Blanco tipificaría como delito estatal hacer falsas declaraciones concientemente con el propósito de pasar una revisión de antecedentes.

Tal acción ya constituye un delito federal, pero debido a que el gobierno federal no tiene personal suficiente, esos casos rara vez son procesados, dijo Blanco.

La ley que propone permitiría a los fiscales estatales perseguir ese delito.

El asesino de Midland-Odessa falló una revisión de antecedentes cuanto intentó comprar un arma en 2014. El sistema lo rechazó porque una corte lo había considerado mentalmente no apto para tener un arma de fuego.

Después, en 2016, adquirió un arma en una transacción entre particulares, para lo cual no se requiere revisar antecedentes.

Ortega ha presentado iniciativas de ley para cerrar esa laguna. Dice que su propuesta parte del llamado de Patrick a instituir el requisito de revisión de antecedentes para transacciones de compraventa entre particulares.

Ortega ha estado al pandiente de los comentarios públicos de Patrick y los ha incorporado a su proyecto de ley, excluyendo regalos entre familiares y ventas a agentes de policía, dijo.

Ni Abbott ni Patrick respondieron a pedidos de comentario.

La ausencia del tema en las discusiones sobre prioridades legislativas no ha pasado desapercibida.

“Me decepcionó que ni El Paso ni Odessa fueran mencionados en el informe de gobierno del gobernador”, dijo Moody.

“Es una herida que sigue abierta y para que esa herida cierre se va a necesitar trabajo. Hubiera sido bueno que hubiera dirigido algunas palabras a esas comunidades”.

Gyl Switzer, directora ejecutiva de Texas Gun Sense, una organización por el control de armas, dijo que los legisladores tienen que estar dispuestos a gastar capital político para tratar de resolver ese problema.

“Después de la masacre en El Paso y luego en Midland-Odessa, dije, ‘Ok, toda la delegación de El Paso es demócrata, y toda la delegación de Midland-Odessa es republicana. Ahora vamos a poder resolver esto’”, dijo.

“Me decepcionaron”.

Foto: Lynda M. González / Staff Photographer

Créditos: dallasnews.com

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