Hace un año, el 21 de marzo de 2020, los gobiernos de México y Estados Unidos decidieron cerrar vía terrestre la frontera, impidiendo el acceso a viajeros no esenciales –en su mayoría turistas mexicanos– a territorio norteamericano para evitar la propagación de Covid-19.
Mes tras mes se ha extendido por 30 días la medida, que ha fracturado familias fronterizas con vínculos en ambos lados del Río Grande y no se le ve una fecha clara para que termine, en tanto que la pandemia no ha cedido y aunque en Texas se reabrió la actividad económica, el estado de Chihuahua permanece en semáforo amarillo.
Las pérdidas económicas que ha sufrido el comercio en esta zona fronteriza, por la falta de compradores mexicanos, es de alrededor de unos 200 millones de dólares, según cálculos de la Universidad de Texas en El Paso (UTEP).
El cierre parcial de la frontera ha dividido relaciones interpersonales, ya que si bien los ciudadanos y residentes permanentes de EU pueden cruzar a México, sus amigos y parientes de México no pueden cruzar a El Paso.
Y aunque cada mes se renueva la esperanza de que se reabra la frontera, la realidad es otra. Este martes el secretario de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrard, aseguró que no se podría reabrir hasta que el semáforo estuviera en verde, ambas comunidades siguen a la espera de que los planes cambien.
“Tendrían que estar en verde, los municipios y las ciudades fronterizas, conforme nos vaya señalando la Secretaría de Salud, podemos irlo planteando para reabrir los puentes internacionales”, dijo el canciller.
Funcionarios de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) en El Paso aseguran que aún no hay noticias para un próximo cambio de planes.
“En este momento, las restricciones actuales siguen vigentes. Como ha sido la práctica desde marzo de 2020, el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, junto con los gobiernos de México y Canadá generalmente anunciarán cualquier información oficial con respecto a las restricciones de viaje”, dijo Roger Maier, portavoz de CBP.
Drástico impacto económico
Por su parte, Tom Fullerton, un economista de la Universidad de Texas en El Paso (UTEP) señaló que los impactos económicos, principalmente provenientes del sector minorista, han sido drásticos y se espera que continúen si el cierre parcial sigue.
“El impacto principal de las restricciones sobre viajes no esenciales entre Canadá, Estados y México fue en el sector del comercio minorista. El valor de las pérdidas en ventas a consumidores provenientes del Norte de México en los últimos 12 meses probablemente excede a los 200 millones”, dijo Fullerton.
Añadió que no sólo el sector minorista se vio afectado, sino que también algunas empresas se vieron en la necesidad de “clausurar” debido a las caídas en las ventas.
“Las vacantes en bienes raíces comerciales aumentaron como consecuencia de las caídas en ventas que precipitaron clausuras de muchas empresas que se especializan en servir a clientes mexicanos”, señaló.
“El incremento en las vacantes ha ocasionado disminuciones en las tarifas del alquiler por pie cuadrado, especialmente en zona de El Paso que es adyacente a los puentes Stanton y Santa Fe”, agregó.
Fullerton aseguró que, cuando los viajes vuelvan a la “normalidad”, el panorama para la frontera podría tener dos destinos debido a la posibilidad de la demanda reprimida que se vio durante meses.
“En cuanto se normalicen los viajes terrestres entre los tres países, se observará un incremento sustancial en ventas a consumidores del Norte de México aquí, en parte porque existe demanda reprimida para muchos productos que suelen ser adquiridos al Norte de la frontera”, explicó el economista.
“Sin embargo, es posible que algunos de estos clientes seguirán haciendo compras a través de Alibaba en Guangzhou y Amazon en Seattle en vez de volver a sufrir pérdidas de tiempo intolerables en los puentes internacionales que conectan Ciudad Juárez y El Paso”, señaló.
Fullerton dijo que, a pesar de los estragos económicos, las restricciones fueron necesarias para evitar el mayor número de decesos a causa de Covid-19.
“Aunque los cierres parciales de las fronteras entre Canadá, Estados Unidos y México son lamentables, la pandemia del coronavirus causó la muerte de más de 750 mil personas en los tres países y las medidas tomadas fueron necesarias”, finalizó.
El doctor Héctor Ocaranza, Autoridad de Salud de la Ciudad y el Condado de El Paso, dijo que aunque no se puede saber qué ocurrirá con las fronteras, “la comunidad no debe bajar la guardia y debe continuar con las recomendaciones sanitarias para que la situación mejore y todo vuelva a la normalidad”.
Ambas ciudades, tanto Ciudad Juárez como El Paso, han dejado en claro que la reapertura de los puentes internacionales y levantar medidas de restricción, depende del semáforo de las entidades fronterizas.
Por Ivanna Leos/El Diario de El Paso
Créditos: diario.mx