El Senado de Texas aprobó un proyecto de ley la mañana del jueves que limitaría los horarios para sufragar en el periodo de votación adelantada, restringiría el número de máquinas para votar en las casillas de los condados y restaría poder sobre el proceso electoral a las autoridades locales.
El senador Bryan Hughes, republicano por Mineola, dijo que el Proyecto de Ley 7 del Senado era para proteger la integridad de las elecciones, un tema en torno al cual dirigentes del Partido Republicano se han aglutinado desde que el expresidente Donald Trump empezó a cuestionar la veracidad de las elecciones de 2020, que él perdió.
Hughes aseguró que su propuesta no era parte de una campaña nacional para limitar los derechos electorales y destacó que había presentado una iniciativa similar hace dos años.
“No soy yo el que trata de hacer de esto un debate nacional”, dijo Hughes. “Yo estoy hablando de Texas”.
Aunque las autoridades electorales de Texas dicen que las elecciones de 2020 en el estado fueron “tranquilas y seguras”, los legisladores republicanos estatales le han dado prioridad al asunto y están impulsando proyectos de ley sobre la materia en ambas cámaras.
El gobernador Greg Abbott ha hecho de la “integridad electoral” un punto de emergencia para esta sesión legislativa.
A su vez, los demócratas texanos han denunciado la propuesta de ley como “una mancha en el estado de Texas”.
“El Proyecto de Ley 7 del Senado es la peor iniciativa de supresión del voto desde los tiempos de la segregación racial, un asalto frontal contra los derechos electorales de los texanos con discapacidades y los electores afroamericanos y latinos”, dijo Gilberto Hinojosa, presidente del Patido Demócrata de Texas.
“Los republicanos ahorita tienen dos prioridades: atacar los derechos de los texanos y silenciar las voces de los texanos”.
El Senado sometió a votación la propuesta de ley en las primeras horas del jueves después de horas de debate la noche del miércoles.
El siguiente paso
La iniciativa ahora pasa a la Cámara de Representantes, donde los legisladores republicanos ya han presentado su propio proyecto de ley para restringir las leyes electorales del estado.
El Proyecto de Ley 7 del Senado está dirigido contra varias de las tácticas que el Partido Demócrata de Texas y sus funcionarios electorales en las ciudades más grandes del estado trataron de usar para mejorar la afluencia de electores durante las elecciones de 2020.
After several hours of debate, Senate Bill 7 (Election Integrity) and Senate Bill 12 (Social Media Censorship) fully passed the Texas Senate early this morning. #txlege #SB12 #SB7 @Scott_SanfordTX @BriscoeCain pic.twitter.com/HdQPc2FBy7
— Senator Bryan Hughes (@SenBryanHughes) April 1, 2021
Grandes condados como Dallas y Harris rompieron sus récords de afluencia electoral.
El condado de Harris introdujo la modalidad de votar en drive-through e instaló casillas electorales que funcionaron las 24 horas del día para que la gente pudiera votar en los horarios que más les convinieran.
Además trató de enviar solicitudes de voto postal a sus 2.4 millones de electores registrados e instaló varios puntos de recepción de boletas postales en sus oficinas satelitales.
Ambas tentativas fueron detenidas por los republicanos.
La propuesta de Hughes aborda todos esos aspectos.
Restringe los horarios de votación en el periodo adelantado a entre 6 a.m. y 9 p.m., y prohibe toda jornada de 24 horas.
Eliminan drive-through
Impide votar en un drive-through al enmendar el código electoral requiriendo que el sufragio se lleve a cabo en el interior de un edificio y no en tiendas de campaña o en estructuras provisionales.
Los texanos no podrán votar desde el interior de sus vehículos a menos que el elector no haya podido entrar a la casilla debido a que implicaba un riesgo para su salud.
Hughes alegó que la Legislatura nunca había permitido votar en un drive-through y por lo tanto nunca contempló las medidas de seguridad que ello requeriría.
Las prácticas de votar en un drive-through y en casillas de 24 horas dificultaron a los observadores —quienes trabajan para partidos políticos y candidatos— vigilar la actividad electoral.
La propuesta además prohibe a los funcionarios electorales locales “promover” las solicitudes de boleta postal entre los electores.
Hughes argumentó que con sus acciones en noviembre, el condado de Harris trató de usurpar la autoridad de la Legislatura estableciendo nuevas reglas para votar.
“Los funcionarios electorales allá se estaban preparando para enviar solicitudes de boleta electoral a millones de electores que no la habían pedido ni tenían derecho a votar por correo”, dijo.
“No creo que alguno de nosotros quiera que funcionarios de condado establezcan sus propias reglas, cuando el pueblo de Texas ya ha hablado a través de la Legislatura”.
Los defensores de los derechos electorales temen que la prohibición de “promover” solicitudes de boleta electoral disuadirá a las autoridades locales de informar al público sobre cómo votar por correo por miedo a violar la ley.
“Es absurdo tener una ley que impida a los servidores públicos encargados de hacer algo (votar) hablar de eso”, dijo Mimi Marziani, presidenta de Texas Civil Rights Project.
Sin embargo, Hughes dijo que su propuesta no habla de eso. Un funcionario electoral todavía tendría permitido publicar información en su sitio web sobre cómo votar por correo.
Marziani dijo que muchas de las estipulaciones de la ley afectarían desproporcionadamente a los electores de color. Los horarios extedidos para votar en el condado de Harris, por ejemplo, fueron aprovechados principalmente por electores de color.
Nuevo horario afecta a minorías
El 56% de los electores que votaron en altas horas de la noche fueron afroamericanos, hispanos o asiáticos, según Texas Civil Rights Project.
A los activistas les preocupa también que la iniciativa da a los observadores de casilla la posibilidad de grabar los eventos y hace más difícil para los jueces electorales removerlos.
También es más probable que los afroamericanos y otros electores de color sean víctimas de intimidación por parte de los observadores electorales, según Texas Civil Rights Project.
Texas solo permite votar por correo a las personas mayores de 65 años, discapacitadas, que vayan estar fuera de su condado el día de la elección o estén en la cárcel.
El senador Royce West, demócrata por Dallas, dijo que las restricciones para mantener cantidades iguales de máquinas para votar en todas las casillas de los condados estaban pensadas contra los grandes condados urbanos, que tienen grandes poblaciones de electores minoritarios.
“¿No es irónico que esta fórmula, por pura casualidad, una vez más solo aplique a los condados urbanos demócratas?”, dijo.
La ley además establece penas civiles para funcionarios electorales que violen sus estipulaciones. Dichos castigos pueden ser la pérdida de empleo y de prestaciones laborales.
Defensores de los derechos electorales también han citicado una cláusula en la ley que habría impuesto más trabas en el trámite de votar por correo para las personas con discapacidad.
Actualmente, las personas con discapacidades marcan una casilla en su solicitud de voto postal en la que indican que tienen derecho a votar por correo debido a su discapacidad.
La propuesta originalmente añadía la estipulación de que esos electores debían entregar un comprobante de su discapacidad expedido por la Administración del Seguro Social, el Departamento de Asuntos de Veteranos o un médico.
Pero Hughes dijo el miércoles en la noche que planeaba eliminar ese requisito después de los comentarios que recibió de personas con discapacidades luego de las audiencias de comité de la semana pasada.
Para ello aceptó una enmienda de la senador Judith Zaffirini, demócrata por Laredo.
El Partido Demócrata de Texas había intentado expandir el derecho al voto postal durante la pandemia demandando al estado y alegando que la falta de inmunidad al coronavirus era una condición física que ponía en riesgo la salud de los electores.
La Suprema Corte de Texas, conformada totalmente por republicanos, rechazó ese argumento diciendo que el solo hecho de no tener inmunidad ante el coronavirus no era una discapacidad física que permitiera a todos los texanos votar por correo.
Por James Barragán/AP
Créditos: dallasnews.com