AUSTIN, Texas, EE.UU. — El gobernador de Texas, Greg Abbott, emitió el martes una orden ejecutiva que prohíbe que el gobierno estatal y algunas instituciones privadas requieran “pasaportes de vacunación” contra COVID-19 para tener acceso a sus servicios.
De acuerdo con la orden de Abbott, las agencias estatales y las subdivisiones políticas, así como las organizaciones públicas y privadas que reciben fondos públicos en Texas, no pueden requerir que personas muestren evidencia de haber sido vacunadas contra el coronavirus.
El decreto dice además que la orden sustituye cualquier ordenanza local contradictoria y exhorta a la legislatura de Texas a considerar los requerimientos de vacunación.
“Nosotros continuaremos vacunando a más texanos y protegiendo la salud pública, y lo haremos sin interferir en las libertades personales de los texanos”, dijo Abbott en una declaración en la que anunció el decreto.
Abbott dijo que la Constitución estadounidense no le da al gobierno federal autoridad para ordenar comprobantes de vacunación. La Casa Blanca ha descartado un “pasaporte de vacunación” nacional, y que le dejará al sector privado desarrollar un sistema para que las personas demuestren que han sido vacunadas. El gobierno de Biden está trabajando en directrices para esos pasaportes, considerando privacidad, precisión y equidad.
Algunos países están estableciendo bases de datos nacionales para permitir que las personas vacunadas reanuden sus actividades normales. La Casa Blanca dice que no respaldará un sistema así en Estados Unidos.
En Florida, el gobernador Ron DeSantis emitió el viernes una orden ejecutiva similar, prohibiendo que los negocios requieran que los clientes demuestren que han sido vacunados para recibir servicio, y que cualquier agencia del gobierno del estado emita ese tipo de documentación con el propósito de proveer prueba de vacunación.
Créditos: sandiegouniontribune.com