El Producto Interior Bruto de Estados Unidos creció un 1,6 % en el segundo trimestre y coloca la tasa anualizada de crecimiento en el 6,5 %, su valor más alto desde antes de la pandemia de la covid-19.
La Oficina de Análisis Económico (BEA, en inglés) publicó este jueves el primero de sus tres cálculos del PIB, según el cual, además, la economía creció un 12,2 % sobre el segundo trimestre de 2020, cuando la pandemia causó una grave contracción de las actividades.
Estas cifras demuestran el fuerte ritmo de recuperación de la primera economía del mundo.
El valor de la actividad económica supera ahora los niveles previos a la pandemia de la covid-19 como reflejo de la reapertura de negocios, las vacunaciones y los programas de estímulo del Gobierno y la política monetaria generosa de la Reserva Federal.
Pero el dato anualizado decepcionó a la mayoría de los analistas, que esperaban que esta tasa se llegara a colocar en el entorno del 8,4 %.
El gasto de los consumidores, que es el principal motor del crecimiento, saltó en ese trimestre a una tasa anualizada del 11,8 % en gran medida estimulado por las distribuciones de beneficios realizadas por el Gobierno.
El informe de BEA muestra que el PIB per cápita de Estados Unidos es ahora de 53.748 dólares, comparado con 55.886 dólares en 2019, el más alto registrado.
Los “paquetes de estímulo” económico promulgados por los presidentes Donald Trump y Joe Biden han logrado que la mayor economía del mundo retornara a su valor previo a la crisis mucho más rápido que lo ocurrido en las recesiones de 1980, 1990, 2001 y 2007.
Mientras que el PIB, vapuleado por la pandemia, tomó solo cuatro trimestres para volver a su valor previo; tras la Gran Recesión de 2007-2009 el país bregó por casi dos años para recuperarse plenamente.
Un efecto de los estímulos es la subida de los precios. Según los datos de BEA fue del 6,4 % entre abril y junio, frente al 3,8 % en el trimestre anterior.
La última tasa de inflación mensual publicada es la de junio y se situó en 5,4 %, la mayor en trece años. La Reserva Federal decidió no obstante este miércoles mantener los tipos de interés entre el 0 % y el 0,25 %, porque sigue pensando que la elevada inflación será transitoria.
La reactivación económica encuentra ahora diferentes factores que llevan a los analistas a esperar, al menos, una mengua en el ritmo de crecimiento.
El índice de desempleo ha bajado de más del 14 % en abril de 2020 al 5,9 % en junio, pero sigue estando por encima del 3,5 % previo a la pandemia.
La cifra de solicitudes de subsidio por desempleo, que saltaron a 6,8 millones en la última semana de marzo de 2020, ha bajado gradual y significativamente, pero por varias semanas ya lleva estancada en alrededor de 400.000, el doble de los trámites en semanas anteriores a la pandemia.
La vacunación contra la covid-19, que avanzó impetuosamente desde diciembre a mayo, se ha topado con la resistencia de al menos un tercio de la población, mientras que los contagios han vuelto a acelerarse, sobre todo por la variante delta, lo que ha reabierto el debate sobre las medidas de prevención.
El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, advirtió el miércoles que la variante delta del coronavirus podría tener menos implicaciones para la economía si repite los patrones de propagación previas de la covid.
Aunque señaló que habrá que esperar a ver qué pasa, consideró que posiblemente, esta vez, no haya cierres significativos de actividades.
(c) Agencia EFE
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