AUSTIN, Texas.- El gobernador de Texas Greg Abbott, mantiene su postura con respecto a las vacunas contra COVID-19.
Por ello anunció una orden ejecutiva que prohíbe leyes locales de inoculación obligatoria de la vacuna COVID-19 en Texas, independientemente del estado de aprobación de la vacuna con la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos -FDA-. También dijo que estaba agregando el tema a la agenda de la actual sesión especial de la Legislatura de Texas.
“Ninguna entidad gubernamental puede obligar a ninguna persona a recibir una vacuna COVID-19”, dijo el gobernador Abbott. La orden preserva las excepciones para lugares como hogares de ancianos y centros de vida respaldados por el estado.
Abbott pidió a los legisladores que consideren una legislación que aborde si los gobiernos estatales o locales podrían emitir mandatos de vacunas y, de ser así, qué exenciones deberían aplicarse.
“Los requisitos y exenciones de vacunas han sido históricamente determinados por la legislatura, y su participación es particularmente importante para evitar un mosaico de mandatos de vacunas en todo Texas”, dijo Abbott en un comunicado.
La orden de Abbott trata en gran medida con entidades gubernamentales, aunque dice que una “entidad pública o privada que está recibiendo o recibirá fondos públicos” no puede requerir que un “consumidor” proporcione prueba de vacunación para recibir un servicio o ingresar a un lugar.
Las empresas privadas todavía tienen prohibido exigir pruebas de vacunación a los clientes según la nueva ley estatal, el Proyecto de Ley del Senado 968. Ni el último pedido de Abbott ni la ley abordan los requisitos de vacunas para los empleados de empresas privadas.
Por Hispanic Global News
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