Antes, los texanos tenían que esperar hasta cumplir 21 años para poder solicitar el permiso, pero un juez federal suprimió las restricciones de edad del estado
Austin — En el salón de clases del instructor de uso de armas de fuego Michael Cargill se está presentando un nuevo tipo de estudiante: adolescentes.
Este mes, dos jóvenes universitarios de 19 años estuvieron en su clase, bolígrafo en mano, listos para tramitar su licencia de portación de armas.
Hasta hace poco los texanos tenían que esperar hasta cumplir 21 años para poder solicitar la licencia.
Pero un juez federal suprimió las restricciones de edad del estado, y en consecuencia, ahora miles de jóvenes adultos pueden tramitar la licencia con la que podrán portar un arma de fuego oculta en instalaciones universitarias públicas, en algunos establecimientos comerciales y salir del estado con ellas.
El Departamento de Seguridad Pública de Texas (DPS), organismo que regula la expedición de licencias, anunció el cambio en la ley a mediados de enero.
Desde entonces, en departamento dice haber recibido más de 100 solicitudes de jóvenes adultos y ha expedido 17 licencias.
“A medida que más gente sepa, se van a dejar venir”, dijo Cargill, quien además es propietario de una tienda de armas de fuego en Austin.
Se trata de un cambio mayor en la política texana de tenencia de armas.
Es ilegal que las personas menores de 21 años cargen armas largas como rifles y rifles semiautomáticos en público sin licencia para ello.
Pero la ley estatal, aun bajo gobiernos republicanos, ha impedido a los adultos menores de 21 años tramitar la licencia de portación de armas en público a menos que estén en las fuerzas armadas o tengan una orden de protección.
Los defensores del derecho de portar armas aplaudieron la disposición argumentando que los jóvenes de 18, 19 y 20 años, que pueden votar y morir por su país, deben poder ejercer los derechos que otorga la Segunda Enmienda.
Pero los legisladores demócratas deploraron la medida por considerar que hace al estado más peligroso después de varias masacres, como la ocurrida en mayo del año pasado en una escuela de Uvalde.
El gobernador Greg Abbott y el vicegobernador Dan Patrick, ambos republicanos en un tercer periodo de gobierno, no respondieron a peticiones de comentario.
El coordinador de la Cámara de Representantes Dade Phelan, republicano por Beaumont, “no tiene comentarios por el momento”, dijo un portavoz suyo.
No se sabe si los legisladores abordarán el tema en esta sesión legislativa.
Firearms Policy Coalition, un grupo defensor de las armas de fuego en Nevada, impugnó las restricciones de edad para portar armas en 2021 a nombre de dos texanos de los condados de Fannin y Parker.
El juez de distrito Mark Pittman de Fort Worth se puso del lado de la organización en agosto al concluir que dicho estatuto violaba la Segunda Enmienda.
Pittman, nombrado por el expresidente Trump, prohibió al DPS imponer las restricciones de edad a “personas de 18 a 20 años respetuosas de la ley solo en función de su edad”.
Inicialmente el estado trató de impugnar la orden del juez, pero en diciembre retiró su apelación, efectivamente dejando intacta la orden de Pittman.
El mes pasado el DPS dejó de imponer los límites de edad.
Ni el DPS ni la procuraduría general del estado, entidad que representó al departamento, han explicado la retractación en los tribunales.
En una entrevista, el director del DPS Steve McCraw dijo a los reporteros que la decisión de desistir de la apelación no la tomó él.
“Es más una cuestión de política. Nosotros no tomamos esas decisiones en base a esos lineamientos. Eso lo deciden otros por nosotros”, dijo McCraw después de una audiencia sobre presupuesto el 9 de febrero.
Pero declinó decir quién o por qué. La oficina del procurador general de Texas Ken Paxton no respondió a un pedido de comentario.
Emily Taylor, abogada de Houston que también está registrada como cabildera de Gun Owners of America, dijo que su despacho ha recibido decenas de llamadas de adultos de menos de 21 años interesados en tramitar la licencia.
La decisión de la corte no era algo inesperado, señaló, luego de un reciente fallo de la Suprema Corte de la nación que establecía un nuevo referente para las leyes de tenencia de armas.
“Probablemente esta va a ser la primera de muchas leyes texanas de tenencia de armas que empezarán a derrumbarse frente a esta norma de revisión sobre la Segunda Enmienda”, dijo Taylor.
La llamada ‘decisión Bruen’ del supremo tribunal, emitida en junio pasado, se deriva de un caso en Nueva York y establece que todas las leyes sobre tenencia de armas deben apegarse a “la tradición histórica de regulación de armas de fuego”.
El fallo ya ha hecho a varias cortes del país considerar anticonstitucional una serie de normas de armas de fuego que tenían por objeto impedir que éstas llegaran a manos de abusadores domésticos y a trenes subterráneos y campamentos de verano.
Pittman citó la decisión Bruen en su propio fallo del 25 de agosto.
Escribió que “el texto simple de la Segunda Enmienda, acorde a la historia y tradición de la Época de la Fundación, aborda la conducta propuesta y permite a las personas de 18 a 20 años respetuosas de la ley portar un arma de fuego para fines de autodefensa fuera del hogar”.
Este cambio tiene amplias repercusiones.
Ahora un sector mucho más amplio de estudiantes tiene derecho a portar armas en sus escuelas, una polémica política promulgada en 2016 que autoriza a las personas que tengan licencia de portación llevar armas ocultas a las universidades públicas.
The Dallas Morning News contactó a varias universidades, pero solo la Universidad del Norte de Texas respondió con un comentario.
Laken Avonne Rapier, titular de comunicación del Sistema de la Universidad del Norte de Texas, dijo que la seguridad de los estudiantes, el personal y la comunidad es la máxima prioridad de la institución.
“Vamos a seguir atentos y adhiriéndonos a las leyes y derechos que se otorgan a nuestra comunidad, y abocándonos a crear un ambiente de aprendizaje seguro y acogedor para todos”, dijo Rapier en una declaración por escrito.
Los portadores de licencia también pueden llevar sus armas a ciertos establecimientos comerciales y viajar con ellas a otros estados como Oklahoma y Louisiana.
Sarah Kim, quien estudia segundo año de medicina en Houston y participó en la elaboración de un curso de prevención de lesiones con armas de fuego para estudiantes de primer año, consideró que la modificación de la ley “es realmente preocupante”.
Destacó el alto índice de lesiones con armas de fuego y suicidio entre los jóvenes.
“Esto no es una cuestión política, sino de salud pública”, dijo Kim.
Todavía está por verse cuántos adultos jóvenes solicitan la licencia.
Para expedir la licencia, el estado requiere pasar una revisión de antecedentes, tomar un curso de seguridad, demostrar aptitud para disparar y pagar una comisión.
Cargill dijo que uno de los jóvenes de 19 años que la solicitaron este mes ya recibió su licencia.
El fin de semana del 18 y 19 de febrero, varios estudiantes universitarios más se presentaron a su curso, dijo.
Los jóvenes de 18 y 19 años le dijeron que querían la licencia por motivos de seguridad personal.
El senador estatal Roland Gutiérrez, demócrata por Uvalde, dijo que esta nueva ley hará que sea más peligroso, no más seguro, vivir en Texas.
Junto con varias familias afectadas por la masacre de Uvalde, Gutiérrez está abogando por nuevas medidas de control de armas de fuego en esta sesión legislativa, como elevar la edad permitida para comprar armas largas de 18 a 21 años.
En una conferencia de prensa en el Capitolio, el legislador criticó al DPS y a la procuraduría general por no defender la ley estatal de tenencia de armas.
“Lo hicieron frente a las narices de todos”, dijo.
Por Allie Morris/DMN
Foto: Elías Valverde II / Staff Photographer
Créditos: dallasnews.com