- EN MARZO DEL 21 EL PRECIO ERA $ 2.50, HOY CASI LLEGA A LOS $5 DÓLARES
Laredo, Texas.-Aún cuando los precios de los combustibles en Texas y el resto del país siguen en aumento, la demanda no se detiene, e incluso se está por llegar a los niveles de consumo de previos al inicio de la pandemia del covid- 19.
Lo anterior significa que el precio de la gasolina no bajará próximamente, pues la demanda crece a un ritmo más veloz que la oferta. Economistas consideran que no hay una solución rápida a este fenómeno que afecta al bolsillo de los texanos, ni siquiera la idea que tuvo el presidente Joe Biden de imponer una moratoria de impuestos federales a los combustibles.
En Texas, la gasolina y el diésel están sujetos a un impuesto de 20 centavos por galón. Además, el gobierno federal cobra impuestos de 18.4 centavos por galón a la gasolina y 24.4 centavos por galón al diésel.
Como es un estado grande, para recorrerlo se consume mucho combustible, los texanos usan alrededor de 15 mil millones de galones de gasolina y 7.6 mil millones de galones de diésel cada año.
En Texas, el consumo de combustible se ha recuperado por completo de los mínimos de la pandemia. En 2021 el estado recaudó $2 mil 700 millones de dólares de impuesto a dicho producto -20 centavos por galón de gasolina-, casi al nivel de 2019 de $2 mil 800 mdd. También, los impuestos al diésel señalan que los texanos consumen más cantidad de dicho carburante, en 2021 el estado de la estrella solitaria recaudó $983 millones de dólares, frente a los $952 mdd de 2019.
Lo anterior no es sorpresa, ya que gran parte del comercio internacional terrestre se hace a través de esta frontera. En total se operan diariamente casi 40 mil tráileres de mercancía entre México y Texas; simplemente Port-Laredo operó 6.5 millones de tractocamiones durante 2021.
La propuesta de Biden de no cobrar los 18.4 centavos por galón no es suficiente para los vehículos particulares que ahorrarían un promedio de 3 dólares por cada tanque de 16 galones. Y aún si los estados dejaran de cobrar durante esos 90 días el ahorro total en esos tres meses sería de 20 dólares por vehículo particular en dicho término. Muchos ciudadanos piensan que esa no es una solución como la que se requiere.
Algunos legisladores como Henry Cuellar piensan que es solo una “aspirina”, y que con esto los programas de desarrollo e infraestructura carretera se verían afectados. Lo anterior transcurre, aún cuando se ha visto un marcado ascenso en los precios derivado de la guerra en Ucrania, que desbalancea los mercados e impide las importaciones de petróleo. De acuerdo con información de la Administración de Información de Energía de los Estados Unidos, en 2019 la gasolina regular costaba alrededor de $2.50 por galón, para junio de este año, se cotiza en alrededor de $4.587.
El economista Bernard Weinstein atribuyó la alta demanda al crecimiento de la población en el estado, y dijo que es posible que continúe así, a medida que más personas y empresas se muden a Texas.
“Creo que lo que puede haber sorprendido a la gente es lo rápido que se recuperó la demanda. Pero eso es un reflejo de la rapidez con la que la economía se recuperó de la pandemia”, señaló Weinstein.
Se espera que el Congreso apruebe una suspensión del impuesto federal a los combustibles por tres meses, para que los consumidores tengan un “respiro” en sus carteras. Sin embargo, esa disminución de precio podría convertirse en una “bomba de tiempo”, puesto que un menor costo sostendrá artificialmente el crecimiento de la demanda y al terminar dicho periodo de tiempo, el impacto podría ser más profundo.
Y es que, a medida que la ciudadanía sufre las consecuencias del aumento en los precios, los problemas pueden resultar mayores, pues ya tienen dificultades financieras de la mano de un crecimiento en el endeudamiento y tasas de interés más elevadas, todo ello con un fuerte impacto en el presupuesto familiar.
Por HISPANIC GLOBAL NEWS