La legislación federal de alivio de coronavirus promulgada en marzo autorizó a los estadounidenses desempleados a recibir 600 dólares adicionales por semana en beneficios de desempleo por la emergencia de la pandemia.
Pese a que este apoyo brindó gran ayuda a miles de estadounidenses, ahora los propietarios de negocios se las ven negras para poder recontratar a sus empleados.
En El Paso, el chef Ji Hun Hong, dueño del restaurante Dragon Fly en el Oeste de la ciudad, expresa que ha sido un problema convencer a los empleados para que regresen a laborar.
“Seguimos abiertos y con mucho trabajo, pero hemos batallado para que los empleados regresen. Ellos prefieren seguir obteniendo dinero gratis del Gobierno federal del apoyo del desempleo, que les da 600 dólares a la semana, o sólo laborar 20 horas para no perder sus beneficios, lo cual, no me funciona”, expresó en entrevista a El Diario de El Paso.
Agregó que en un día ocupado, un mesero puede obtener en propinas hasta 200 dólares, entonces, a esto se le suma la ayuda del desempleo que reciben por las pocas horas de laborar, lo que hace que al siguiente día no se presenten a trabajar, de acuerdo con el chef.
“Es un problema, contrato personas, pero no se presentan, los demás mienten, se dicen enfermos o presentan excusas como el cuidado de niños, ya que no hay guarderías”, dijo.
“Yo lo entiendo, soy comprensivo, pero hay ocasiones en las que se nota que mienten, es falta de ética y además que prefieren seguir recibiendo dinero sin presentarse a trabajar”, comentó Ji.
Afecta apoyo federal a tasa de fuerza laboral
El lunes, la administración Trump informó que quiere terminar con los beneficios de desempleo y reemplazarlos con una política diferente.
Se espera que los pagos de 600 dólares semanales finalicen después del 31 de julio, lo que puede conducir a una fuerte disminución en el flujo de efectivo para los aproximadamente 30 millones de personas que actualmente reciben el beneficio.
La tasa de desempleo en abril y mayo fue más alta que en cualquier otro momento desde la Gran Depresión, según analistas.
La administración Trump, en sintonía con muchos republicanos del Congreso, quiere que terminen los pagos semanales ya que cree que proporcionan un desincentivo para encontrar trabajo o regresar a un trabajo, según declaró Larry Kudlow, asesor económico de la Casa Blanca.
La sustitución de los beneficios mejorados, que se pagan además de los beneficios tradicionales a nivel estatal, con un bono en efectivo que alienta a las personas a unirse a la fuerza laboral.
“Ahorita me está yendo mejor que incluso cuando trabajaba en días ocupados”, declaró Estefanía García, quien laboraba como mesera en un restaurante del Valle Bajo de El Paso. “Casi son mil dólares por semana, cuando antes, eran de 400 a 450 ya con propinas, entonces es en donde uno se pone a pensar qué es mejor, además ahorita los niños no están en la escuela, no tengo quién los cuide”, comentó.
Buscan extender beneficios
Los demócratas, por otro lado, quieren extender los beneficios de desempleo. Aprobaron una legislación de ayuda financiera en la Cámara que ampliaría los beneficios de 600 dólares semanales hasta principios del próximo año.
Algunos demócratas también han propuesto reducir gradualmente la ayuda al vincularla a métricas económicas como la tasa de desempleo estatal, en otras palabras, los beneficios semanales disminuirían a medida que disminuye la tasa de desempleo de un estado.
Eso se debe a que los estados generalmente reemplazan entre el 30 y el 50 por ciento de los salarios anteriores.
Las propuestas republicanas saltan de una adición inesperada de 2.5 millones de empleos a la economía de Estados Unidos en mayo, frente a una pérdida esperada de alrededor de 7.5 millones, según fuentes nacionales.
Los estados están comenzando a reabrir sus economías y muchas empresas que recibieron préstamos del Programa de Protección de Cheques de Pago han vuelto a contratar trabajadores para cumplir con la condición de recibir esa ayuda federal.
Sin embargo, no todos los estadounidenses que perdieron sus empleos desde mediados de marzo, podrán regresar a trabajar a fines de julio.
Y es que, 21 millones de personas siguen desempleadas. Tendría que haber nueve meses más de crecimiento laboral similar a los observados en mayo para volver aproximadamente a los niveles de empleo en febrero, de acuerdo con estadísticas federales publicadas por Kudlow.
Por Sabrina Zuniga / El Diario de El Paso
Foto / Fuente diario.mx