Javier Amieva: México: a Dios rogando y con el mazo dando

El diario Los Ángeles Times publicó que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), criticó duramente la ayuda de Estados Unidos (EU) a un grupo en su país horas antes de reunirse virtualmente el viernes con la vicepresidenta Kamala Harris, acrecentando así la posible dificultad de su misión para obtener su ayuda con asuntos migratorios, de los cuales estamos siempre pendientes en la región de la frontera.

Esa mañana, previo a la reunión virtual, López Obrador destacó el financiamiento de EU destinado a un grupo no gubernamental en México que lucha contra la corrupción y critica con frecuencia su administración, este reclamo, refleja “la punta de un iceberg” de  lo que ha sido una campaña más amplia contra las voces de la oposición, incluidos disidentes políticos y periodistas en México.

Sin embargo, la administración Biden está lejos de tratar de financiar grupos que le harán la vida difícil a  López Obrador, el panorama para Biden es más amplio y menos mezquino y basa su política en soporte y ayuda en grupos humanitarios y anticorrupción independientes como parte de una estrategia más amplia tanto en México como en América Central para reconstruir la sociedad civil, con la seguridad de que la democracia y la ayuda económica fomentará posiciones de trabajo y mejor educación, esto, ayudará a disuadir a los niños y las familias que les envían de emprender el peligroso viaje desde América Central, a través de México a los EU.

Al criticar López Obrador la ayuda estadounidense antes de su reunión con Kamala Harris, se arriesgó a afrentar a la representante de la figura Presidencial en un momento de alta visibilidad política observada por Demócratas y Republicanos, respuestas anti diplomáticas de un país que se dice amigo y no duda en pedir, no es el que desean ver en Washington y menos escudándose en “una nota diplomática” que para los analistas revela una administración impulsiva y poco pulcra.

La reunión virtual, fue amable, se intercambiaron sonrisas y comentarios cordiales durante la apertura de su reunión antes de que los periodistas abandonasen la sesión.

Harris enfatizó los valores compartidos de dignidad, respeto y lazos familiares de los habitantes de ambas naciones. “Esta asociación, creo, no podría ser más importante hoy. Nuestras naciones enfrentan serios desafíos”, dijo Harris, citando la pandemia de Covid-19, sus repercusiones económicas y el reciente aumento de migrantes en la frontera.

“Debemos luchar contra la violencia. Debemos luchar contra la corrupción y la impunidad”, dijo Harris y también dijo que era de mutuo interés para ambos países mejorar las condiciones en Centroamérica y llevar a otras naciones más allá de las Américas a unirse al esfuerzo, para que la gente no busque dejar sus países de origen.

López Obrador durante la reunión fue conciliador en sus declaraciones públicas a Harris. “Tenemos tantas cosas en común”, dijo, “y estamos de acuerdo en lo que respecta a las políticas que están adoptando en lo que respecta a la migración, y ayudaremos”, se comprometió igual que lo hizo en otro foro y bajo presión cuando acordó Ebrard con Trump ofrecer el territorio de México como si fuese un tercer país seguro con el beneplácito de López Obrador.

Durante los últimos meses López Obrador solicitó vacunas a Biden, ha criticado a legisladores de ese país cuando defienden los intereses de americanos en México han sucedido  amenazas a veces cumplidas, de romper aquellos contratos que no se realizaron bajo su administración, creando desconcierto entre inversionistas y la opinión pública que califica a México como un país que representa fuerte inseguridad personal y jurídica.

Si la Vicepresidenta Harris ha sido diplomática y hasta festejo comentarios de López Obrador, que se han interpretado como señales erráticas acordes a un gobierno que difícilmente cambiara su posición de riesgo político, así que hoy nos  preguntamos: ¿Son esas actitudes señales de un problema de posible desestabilización de México o son simplemente desacomodos que cambiaran la vida democrática de México y su formato de gobierno?

Una cosa es cierta, EU no cambiará su posición ante las declaraciones de López Obrador, ni se someterá a las políticas de México., por otro lado, EU defenderá vehementemente pero con diplomacia los intereses de sus gobernados, con las armas de los compromisos y tratados internacionales y nosotros  como ciudadanos norteamericanos tenemos otras vías al amparo de la ley y como dice el propio AMLO todo sin violencia, pero actuaremos en beneficio de México y de los mexicanos.

Por Javier Amieva

Foto: El Financiero

Créditos: elfinanciero.com.mx

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