Un nuevo procedimiento permite a los médicos de EU en ciertos estados liderados por demócratas recetar y enviar píldoras directamente a pacientes en estados en contra de la intervención
La doctora comienza cada día con una lista de direcciones y una rotuladora.
Sentada en su sótano en el Valle del Hudson de Nueva York, junto a las viejas literas de sus hijos mayores, revisa la lista de pueblos y ciudades a los que enviará correos ese día: Baton Rouge, Tucson, Houston.
Hace un mes, una llamada telefónica era lo único que la doctora podía ofrecer a las mujeres en estados con prohibiciones de aborto que enfrentaban embarazos inesperados. Paralizada por las leyes, sólo podía guiarlas a través del proceso de tomar las píldoras abortivas que recibían de proveedores extranjeros.
Entonces, de repente, todo el sistema cambió. Ahora ella misma puede enviarles legalmente las píldoras por correo.
Un nuevo procedimiento adoptado a mediados de junio por uno de los mayores proveedores de píldoras abortivas, Aid Access, con sede en Europa, ahora permite a los profesionales médicos de EU en ciertos estados liderados por demócratas, que han aprobado leyes de “protección” del aborto, recetar y enviar píldoras directamente a pacientes en estados antiaborto.
Anteriormente, Aid Access permitía que sólo los médicos con sede en Europa recetaran píldoras abortivas a mujeres en estados donde el aborto está restringido y luego enviaba esas píldoras internacionalmente, lo que dejaba a las pacientes esperando semanas. Las leyes de protección de la telemedicina, promulgadas durante el año pasado en Nueva York, Massachusetts, Washington, Vermont y Colorado, protegen explícitamente a los proveedores de servicios de aborto que envían píldoras a estados restringidos desde el interior de sus fronteras.
El resultado es una nueva línea de píldoras abortivas prescritas legalmente que llegan a los estados que prohíben el aborto. En menos de un mes, siete proveedores con sede en Estados Unidos afiliados a Aid Access, incluida la doctora de Hudson Valley, que habló bajo condición de anonimato porque estaba preocupada por su seguridad, enviaron por correo 3 mil 500 dosis de píldoras abortivas a personas en estados antiaborto, según Aid Access, poniendo sólo a este pequeño grupo en el camino para ayudar a facilitar al menos 42 mil abortos en estados restringidos durante el próximo año. Si se inscriben más médicos y enfermeras, como esperan los proveedores actuales, las cifras podrían aumentar mucho más.
“Todo lo que hago es completamente legal”, dijo la doctora de Hudson Valley, mientras la mesa de ping-pong de su familia estaba cubierta de píldoras abortivas con destino al Sur y al Medio Oeste, donde el aborto ha sido ilegal en gran medida desde que la Corte Suprema anuló Roe v. Wade en junio de 2022.
“Texas podría decir que estoy infringiendo sus leyes, pero no vivo en Texas”.
El desarrollo inicia una complicada batalla interestatal donde los médicos en territorio estadounidense están facultados para eludir legalmente las leyes de aborto, lo que permite que los estados azules socaven potencialmente las prohibiciones de los estados rojos que muchos republicanos esperaban que terminarían con el aborto dentro de sus fronteras. Mientras tanto, algunos grupos conservadores están tratando de prohibir la píldora abortiva en todo el país, intentando prohibir el medicamento en los tribunales y pidiendo una prohibición nacional del aborto.
El creciente flujo de píldoras recetadas se suma a una red clandestina que ya se está expandiendo para las píldoras importadas del extranjero y distribuidas ilegalmente por defensores del derecho al aborto en gran parte sin supervisión médica, lo que subraya el papel prominente que las píldoras están desempeñando en la América posterior a Roe.
Las leyes de protección son “un gran avance para las personas que necesitan abortos en estados que los prohíben”, dijo David Cohen, profesor de Derecho de la Universidad de Drexel, que se enfoca en la legislación sobre el aborto. “Los proveedores están protegidos de muchas maneras mientras permanezcan en el estado con la ley de protección”.
Algunos abogados dicen que estos médicos podrían enfrentar repercusiones, incluso si evitan viajar a estados en los que las prohibiciones del aborto exigen enjuiciar a los proveedores de servicios de aborto. Como mínimo, dijeron algunos expertos, la cuestión del riesgo legal podría terminar en un área gris resuelta en última instancia por los tribunales, como si los estados con ley de protección tienen el poder de impedir que otros estados extraditen a personas acusadas de delitos.
Los principales grupos que apoyan el derecho al aborto, incluidos Planned Parenthood y el Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos (ACOG), han guardado silencio sobre el tema del envío de píldoras por correo desde los estados con leyes de protección. Varios proveedores de Aid Access dicen que los grupos han expresado su preocupación por respaldar el enfoque, preocupados de que los proveedores puedan ponerse en riesgo.
Molly Meegan, consejera general y directora legal de ACOG, dijo que el grupo “no está posicionado para brindar asesoramiento legal a miembros individuales”, y agregó que “es incorrecto que un estado pueda procesar a médicos y pacientes en otros estados donde el aborto sigue siendo legal y sin restricciones”. Planned Parenthood emitió un comunicado en el que decía que su brazo de defensa estaba haciendo “todo lo posible y analizando todas las oportunidades para garantizar que los pacientes puedan acceder a la atención sin importar dónde vivan”.
Jonathan Mitchell, ex procurador general de Texas y artífice de la prohibición del aborto de seis semanas en el estado, dijo que era demasiado pronto para predecir cómo se desarrollarían estas leyes de protección, pero dijo que los proveedores pueden enfrentar consecuencias.
Por Caroline Kitchener/The Washington Post
Créditos: diario.mx
