Denuncian opositores proyecto de vales escolares de Texas

Expresan preocupación de que se desvíen fondos de los distritos escolares y los más afectados sean las personas de bajos ingresos

Debido a que el debate sobre la opción escolar está candente en la Legislatura de Texas, directivos y defensores de las escuelas públicas de El Paso están tomando una enfática postura en contra de una legislación propuesta que podría permitir que las escuelas privadas reciban fondos estatales a través de programas parecidos a los vales.

Muchos expresaron su preocupación de que esos esfuerzos puedan desviar fondos de los distritos escolares, que ya están teniendo problemas, y les inquieta que aquellos que tienen bajos ingresos y viven en áreas rurales puedan resultar más afectados.

“Lo primero que pensé es que antes de que destinen fondos públicos a las instituciones privadas, el estado debería financiar adecuadamente el actual sistema de escuelas públicas, lo cual no está haciendo”, le comentó Juan Martínez, superintendente del Distrito Escolar Independiente de Clint (Clint ISD), a El Paso Matters en una entrevista reciente.

Desde hace tiempo, los vales escolares han sido un tema candente para los legisladores de Texas, aunque la iniciativa obtuvo impulso en este año debido a que el gobernador Greg Abbott realizó un recorrido en Texas para promover el plan en las escuelas privadas y rurales de todo el estado.

La Propuesta 8 del Senado (SB 8) –apodada la Propuesta Parental de Derechos de Texas por sus autores republicanos– podría darles a las familias que desean sacar a sus hijos de las instituciones públicas y enviarlos a una privada unos 8 mil dólares al año a través de una cuenta de ahorro para educación para que la destinen a pagar la colegiatura, libros y otros gastos.

La propuesta, que fue redactada por el senador republicano Brandon Creighton de Conroe se espera que ascienda a 1.1 billones de dólares.

El Senado aprobó el proyecto de ley el 6 de abril, justo horas después que la Cámara votó para prohibir cualquier tipo de programa de vales escolares. Aunque la Propuesta 8 del Senado se enviará a la Cámara.

Sin embargo, la Cámara debatió su propia propuesta escolar, la HB 4340, durante una reunión que tuvo el Comité de Educación Pública de la Cámara, el pasado martes.

La propuesta, presentada por el representante republicano James Frank de Wichita Falls, podría darles a los estudiantes que califiquen hasta 10 mil 300 dólares al año, dependiendo de su ingreso, y se estima que costaría más de 1.2 billones de dólares.

Clint ISD atiende a más de 10 mil estudiantes, el 86 por ciento de los cuales están considerados en desventaja económica y son elegibles para recibir comida escolar de manera gratuita o a precio reducido, así como otra ayuda pública.

Martínez comentó que el Distrito ha tenido problemas para ser financiado adecuadamente y sólo se ha mantenido a flote debido a los fondos de ayuda por el Covid-19, que van a expirar en septiembre del 2024.

Actualmente, Martínez se encuentra preocupado de que esta iniciativa pueda alentar a las familias a dejar este distrito que está reduciéndose, provocando que pierda los fondos de la Fundación de Programas Escolares que están basados en la asistencia e inscripción de los alumnos.

También hizo notar que esto es algo que este distrito escolar ya ha experimentado cuando las escuelas chárter empezaron a surgir en el condado y el número de inscripciones declinó.

“Ya vimos ese impacto de la opción escolar”, dijo Martínez.  “Entre menos estudiantes tengamos, menos dinero vamos a recibir del estado”.

Algunos consejos escolares de El Paso, incluyendo de los Distritos Escolares Independientes de El Paso (EPISD) y Socorro, aprobaron resoluciones en esta primavera haciéndole un llamado a la Legislatura para que impida la transferencia de fondos públicos utilizando vales o cuentas de ahorro escolar a las instituciones privadas.

“Esta va a ser otra manera en la que los vales nos van a quitar niños del sistema de escuelas públicas y creo que necesitamos invertir más en él en lugar de quitarlo”, comentó Joshua Acevedo, administrador del Distrito 3 de EPISD.

Aunque Acevedo hizo notar que considera que esas iniciativas podrían quedar sin efecto gracias a la votación que hizo la Cámara para prohibir los vales, señaló que es algo que hay que considerar, ya que Abbott y los legisladores republicanos están tratando de empujar el estado más a la derecha.

“Creo que si vemos esto en un escenario nacional, realmente se trata del gobernador Ron DeSantis contra Abbott”, dijo Acevedo. “Cualquier cosa que hace DeSantis, Abbott lo copia y está esparciéndose a otros estados. Creo que la gente que realmente va a ver los efectos de eso son nuestros estudiantes o familias”.

Otros, como el presidente de la Federación Estadounidense de Maestros de EPISD, Ross Moore, sintieron que la lucha podría no haber terminado.

“Creo que nuestra delegación de El Paso y las de comunidades rurales que van a resultar más afectadas por los vales podrán resistir la aprobación de la propuesta en la Cámara”, señaló Moore.

“Mi expectativa se debe a que el gobernador Abbott la defendió públicamente debido a que este es uno de sus principales objetivos. Él va a seguir solicitando sesiones especiales hasta que ellos se den por vencidos”.

Escuelas privadas dispuestas a recibir fondos públicos

En el otro extremo del espectro, un directivo de una escuela privada con el que habló El Paso Matters –Robert Mash, director ejecutivo de la Escuela Radford– dijo que está abierto a la idea de aceptar fondos públicos a través de programas de vales.

Aunque está preocupado de que puedan estar vinculados a regulaciones adicionales, “Como escuela privada, nos basamos únicamente en nuestra matrícula, por lo que, obviamente, tener un grupo más grande de padres para elegir es algo positivo. Pero no hacemos las pruebas estatales (y) no hacemos muchas de las cosas que harían las instituciones públicas. Entonces, antes que nada, me gustaría ver qué condiciones están unidas a ese dinero”, dijo Marsh a El Paso Matters en una entrevista antes de la votación del Senado sobre la SB 8.

Durante el debate en el Senado, algunos legisladores demócratas intentaron aprobar enmiendas que podrían requerir que las escuelas privadas acataran ciertas regulaciones como requerir de una ‘A’ a una ‘F’ en la calificación de desempeño y reportar la información sobre las inscripciones.

Esas acciones no fueron aprobadas en la mayoría de las líneas partidarias.

No digas ‘gay’ en las escuelas de Texas

La composición de la SB 8 incluye lo que Abbott llamó políticas “antidespertar” que son incluso más estrictas que la infame legislación de Florida ‘no digas gay’. Además de crear un sistema de cupones, el proyecto de ley también prohíbe la instrucción relacionada con la orientación sexual y la identidad de género en todos los grados.

Moore dijo que la mayoría de los educadores de los que ha escuchado se oponen a las regulaciones que limitan lo que pueden hablar y sienten que los legisladores deberían confiar en que los maestros puedan tener conversaciones apropiadas para su edad con sus estudiantes.

“Lo que aprendí de los miembros es que apoyan este simple eslogan, ‘educación, no ideología’. En otras palabras, esta legislatura debe centrarse en la educación, no en la ideología de alguien”, dijo Moore. “No hay lugar para la guerra de clases o cultural en la educación, debe centrarse en los niños”.

Martínez y Moore también señalaron que la medida es innecesaria según el plan de estudios de Texas, que ya limita esas discusiones.

“Esta idea de que las instituciones de educación enseñan estas cosas de manera independiente no es el caso”, señaló Martínez. “Esa es una declaración política más que la realidad en la que vivimos”.

El proyecto de ley también prohibiría que “las escuelas retengan información de los padres de los niños, y están obligadas a recibir su consentimiento para la administración de cualquier tratamiento o prueba médica, psiquiátrica y psicológica”.

También permite a los padres revisar el material de instrucción para verificar que sea apropiado para la edad y al nivel del grado, y les brinda vías para presentar quejas.

Los que tienen y los que no tienen

Aunque las cuentas de ahorro para la educación y los programas de cupones están destinados a facilitar que las familias paguen las escuelas privadas utilizando el dinero de los contribuyentes, los opositores a la SB 8 argumentaron que el plan no es realista, especialmente para los estudiantes discapacitados y de bajos ingresos.

“Cuando miras lo que obtienes, también hay un problema de equidad, están buscando dar $8 mil, y con el pago anual actual para un estudiante, eso no te compra ni cerca de una educación de calidad”, dijo Moore. “Entonces, si las familias de bajos ingresos toman el bono, sus hijos recibirán una educación de menor calidad… y eso segrega la educación, habrá ricos y pobres.

“Lo que sí hace es subsidiar a aquellos que ya pueden permitirse enviar a sus hijos a una escuela privada”.

En promedio, el estado paga a los distritos escolares alrededor de $12 mil al año por cada estudiante en una escuela pública, que es alrededor de $3 mil menos que el promedio nacional, según un informe de 2021 del Southern Poverty Law Center.

En muchos casos, el bono de $8,000 al año en realidad no será suficiente para cubrir los costos de asistir a la mayoría de los colegios privados en El Paso. La matrícula en la Escuela Radford oscila entre $7 mil 250 y $9 mil 525 al año y requiere una cuota de inscripción de $750. La matrícula en la Escuela Parroquial de St. Clement oscila entre $7 mil 405 y casi $13 mil al año. La matrícula de Loretto Academy oscila entre $7 mil 550 y $7 mil 900 al año y la matrícula en Cathedral High School cuesta $8 mil 700 al año. Ninguna de estas sumas incluye el costo de los libros, el transporte y las actividades extracurriculares, que a menudo tienen un cargo adicional.

Incluso en situaciones en las que los cupones pueden cubrir el costo total de la matrícula de una escuela privada, es posible que algunos estudiantes no puedan inscribirse en el colegio de su elección según su proceso de admisión.

“No está garantizado que los estudiantes, sólo porque tienen el cupón, puedan asistir aquí. Todavía tienen que calificar”, dijo Marsh sobre la Escuela Radford.

Para asistir a Radford, los estudiantes de más de segundo grado deben realizar pruebas de ingreso, obtener una recomendación de un maestro y completar un proyecto estudiantil que les pide a los estudiantes que escriban sobre sí mismos y sus creencias, según el sitio web de la institución. Marsh señaló que Radford es una escuela sin denominación y basa sus requisitos de admisión en el rendimiento académico.

A algunos líderes escolares locales les preocupa que este tipo de procesos de admisión puedan permitir que las escuelas privadas sean selectivas sobre a quién dejan entrar, discriminando a ciertos estudiantes.

“Una escuela religiosa puede discriminar a cualquier niño que no quiera. Básicamente pueden decir: ‘Bueno, no eres bienvenido aquí por el motivo que sea’”, afirmó Martínez. “Pueden retirar a los menores a voluntad. Eso pasa con las escuelas chárter ahora mismo. Preseleccionan a quien quieren.

“Entonces, ¿por qué se permite que esas instituciones discriminen a los niños de izquierda a derecha y obtengan fondos estatales?” añadió. “Nunca haremos eso porque no está en nuestro ADN. Estamos aquí para servir a los niños, independientemente de su comportamiento, de cómo se identifiquen. Estamos aquí para tomar a todos y educarlos”.

Por Claudia Silva/El Paso Matters

Créditos: diario.mx

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