El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) abrió este miércoles con una bajada del 1,67 %, hasta 38,29 dólares el barril, debido a un aumento semanal inesperado de los inventarios de crudo estadounidense de 8,4 millones de barriles, según la estimación del Instituto Estadounidense del Petróleo (API en inglés).
A las 09.15 hora local (13.15 GMT), los contratos futuros del WTI para entrega en julio restaban 0,65 dólares respecto a la sesión previa, cuando el Texas avanzó un 1,96 %.
El barril de referencia en EE.UU. bajaba por una previsible crecida en las reservas de petróleo que sorprendió a los analistas, que esperaban un descenso modesto tras la reactivación de la demanda.
Tras el cálculo del API, a lo largo del miércoles se conocerán las estadísticas oficiales de la Administración de Información Energética, que depende del Gobierno.
“La vuelta de pozos y plataformas antes cerradas y las existencias en alta mar que habían estado esperando a ser descargadas son probablemente la razón de esta crecida, si es que se han alcanzado tales niveles. En general, sí, la demanda está repuntando, pero estamos en un período de transición y las existencias pueden fluctuar un poco”, explicó en una nota el analista de Rystad Energy Bjornar Tonhaugen.
En los últimos días, el mercado ha tratado de encajar las noticias que llegan desde el flanco de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados (OPEP+), que durante su última reunión el pasado fin de semana acordó extender hasta julio el recorte histórico vigente de 9,7 millones de barriles por día (bpd).
Si bien esto es una buena noticia para el mercado petrolero, los analistas más optimistas esperaban que el ajuste se prolongara hasta al menos septiembre, algo que puede no haber sucedido por el descontento de Arabia Saudí y Rusia respecto al cumplimiento de otras naciones productores, como Irak y Nigeria, que no han recortado tanto como se habían comprometido.
Por este motivo, ayer tanto Arabia Saudí como Emiratos Árabes Unidos y Kuwait informaron que ya no llevarían a cabo un recorte adicional de 1,18 millones de bpd al que se habían comprometido recientemente.
A la par, tras la mejora de los precios del barril estadounidense, muchos productores nacionales han retomado la actividad en pozos y plataformas que permanecían cerradas por los altos costes de producción, una dinámica que también preocupa entre los inversores, que temen de nuevo a que el exceso de oferta lastre los precios.
Por EFE
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