Nueva York, 22 jun (EFE).- El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) abrió este lunes con un descenso del 0,68 %, hasta 39,48 dólares el barril, en medio de un aumento global de contagios de COVID-19 que hace temer de nuevo por la demanda del “oro negro”.
A las 09.15 hora local (13.15 GMT), los contratos futuros del WTI para entrega en julio restaban 27 centavos respecto a la sesión previa del viernes, cuando el Texas subió un 2,3 %, cerrando una ganancia semanal cercana al 11 %.
“Los precios hoy no tienen una dirección común clara y mayormente giran en torno a los niveles de cierre de la semana pasada”, apuntó en una nota el analista Bjornar Tonhaugen, de la firma Rystad Energy, en la que no obstante recordó que “el riesgo de un repunte de casos de coronavirus está omnipresente”.
Este domingo, la Organización Mundial de la Salud informó de un aumento récord en casos de coronavirus en todo el mundo, con los mayores incrementos en el continente americano, lo que genera preocupación en el mercado energético por sus consecuencias a largo plazo.
Los precios se han revalorizado en las últimas jornadas gracias a la recuperación de la demanda derivada de la reapertura económica de las naciones tras el parón de la pandemia, a lo que se han sumado los esfuerzos de reducción en la producción.
La Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados (OPEP+) todavía tiene que decidir si amplía su acuerdo para limitar la oferta petrolera en 9,7 millones de barriles diarios hasta finales de agosto, y espera mientras tanto que los países que no han implementado su gran recorte compensen esa falta hasta septiembre.
En ese sentido, Tonhaugen destacó que este lunes Irak debe presentar su plan para reducir la producción de acuerdo a los objetivos de recorte de la OPEP+, así como otro plan para compensar por su falta de cumplimiento en mayo y junio, en un momento en que “el acuerdo está en la cuerda floja” y “la paciencia de Riad y Moscú se está agotando”.
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