La Suprema Corte de EU escuchará sobre los préstamos en febrero 28
LAREDO, Texas.- Durante los últimos años el porcentaje de estudiantes hispanos que logran inscribirse a una escuela a nivel universitario ha disminuido debido al alto costo de colegiaturas universitarias, pago de dormitorios y alimentación. Inclusive, algunos dejan truncas sus carreras por no obtener suficiente apoyo económico al igual que por los excesivos intereses de los préstamos estudiantiles.
Por causa de lo anterior, quienes resultan más perjudicados son los estudiantes de origen hispano, una minoría en aumento que se hace notar en las inscripciones a distintas universidades del país. Sin embargo, son reducidas las probabilidades de que muchos de estos posibles profesionales se gradúen de una licenciatura, debido a la limitación de recursos económicos, por lo que el Plan de Condonación de Préstamos propuesto por el actual presidente Joe Biden es un rayo de esperanza para ellos.
El plan de condonación de préstamos consta de tres componentes principales:
La primera parte del programa está diseñada para combatir los estragos causados por la pandemia de COVID- 19 y para calificar a dicho programa en particular, el prestatario debe ganar menos de un ingreso total de $125 mil dólares si es soltero y menos de $250 mil si es casado. La condonación total o parcial de la deuda otorgada por el programa puede variar entre $10 mil y $20 mil entre los no beneficiarios de la Beca Pell y los beneficiarios de la misma para préstamos mantenidos por el Departamento de Educación.
El segundo elemento de este plan trata de hacer que el sistema de préstamos estudiantiles sea más manejable para los prestatarios actuales y futuros reduciendo en un 50 por ciento los pagos mensuales para los estudiantes universitarios, además de que corrige los errores del programa de condonación de préstamos de servicio público que actualmente no funcionan. Esto garantizaría que los estudiantes que han trabajado para una organización sin fines de lucro, las fuerzas armadas, los gobiernos federal, estatal, local y tribal reciban el crédito adecuado para la condonación total o parcial de su préstamo.
Finalmente, el tercer elemento abordado en este proyecto es proteger a los futuros estudiantes y contribuyentes al reducir el costo de la universidad y hacer que las escuelas rindan cuentas cuando suben los precios, como se describe en la hoja informativa de la Casa Blanca.
Lo anterior ocasionó que muchos beneficiarios de préstamos se sintieran aliviados ya que gran parte de sus problemas se resolverían al eliminar una cantidad considerable de sus deudas y para la comunidad hispana, esto impactaría positivamente dando un giro de 180 grados en su vida.
Los estudiantes que conforman la comunidad hispana en la universidad generalmente se clasifican como primera generación, en la que 7 de cada 10 tienen deudas estudiantiles. Esto significa que la mayoría de los alumnos hispanos en la nación no puede cubrir la totalidad del costo de sus estudios académicos dentro de la universidad; sin embargo, también representan la única población estudiantil que ha demostrado ir en aumento desde 2016, por lo que serían los más beneficiados con el programa.
Al respecto, Leroy Cavazos, vicepresidente de Gobierno y Asuntos Internacionales de la Cámara de Comercio Hispana de los Estados Unidos, comentó sobre la importante mejora que este proyecto de ley podría hacer en la vida de un estudiante universitario.
“[Las minorías] generalmente se quedan atrás, por lo que tener políticas que sean equitativas para todos. . . nos permitirá desarrollar políticas para ayudar a las generaciones actuales y futuras”, señaló.
Cavazos consideró que las generaciones actuales son increíblemente innovadoras, por lo cual, brindarles esta condonación les daría facilidades para explorar e inspirar nuevos trabajos e invertir en nuevas tecnologías.
Por su parte, Blas Castaneda, experto en fuerza laboral e impulsor de la comunidad hispana, amplía aún más este sentimiento al afirmar que este programa sería muy beneficioso para la economía, ya que el gasto se redirigirá nuevamente a las empresas.
Millones de estudiantes podrían destinar sus ingresos a su vida personal, así como a la adquisición de vivienda, la protección de la salud y el bienestar, la formación de familias, las inversiones a futuro, etc. Lo cual no sólo brindaría a estos alumnos una mejor calidad de vida, sino también alivio del estrés relacionado con un préstamo estudiantil interminable.
Sin embargo, no es tan fácil como parece, pues un tribunal de Texas anuló el Programa de Condonación de Préstamos de Biden basándose en una violación de los derechos de los ciudadanos a que el gobierno federal escuche sus peticiones. Debido a esto, el programa se ha detenido y no liberará a las personas de los préstamos hasta que haya un veredicto sobre los próximos pasos legales.
En febrero 28, la Corte Suprema escuchará dos casos para el plan y así tomar una decisión.
A medida que se acerca la fecha para la resolución de la Corte, la esperanza de millones de estudiantes pende de un hilo. Una vez que hayan sido llevadas a cabo las audiencias programadas para febrero, se espera un veredicto en junio.
Independientemente del resultado que se obtenga ante la Suprema Corte, un programa de esta magnitud beneficiaría al país invaluablemente a nivel cultural, económico y social, forjando profesionistas comprometidos con su comunidad.
Créditos: elfinanciero.com.mx