EU: La elección terminó pero los ataques de Trump perdurarán

El alto tribunal ha rechazado el caso de la ilegalidad del resultado en las elecciones de los Estados Unidos; sin embargo, Donald Trump y un grupo de republicanos continúa desconociendo el fallo del tribunal. En el futuro, esto podría poner en duda la credibilidad de las instituciones electorales estadounidenses.

Una nota en Associates Press señala que la conclusión del proceso electoral en los Estados Unidos, no acaba con los esfuerzos de Donald Trump para intentar socavar las elecciones, se mantendrán algún tiempo con las consecuentes reacciones antidemocráticas.

Es imposible disuadir al aún presidente, dice AP, con hechos, evidencias y fallos judiciales de intentar engañar al país sobre la victoria del presidente electo. Han apoyado a Trump otros republicanos, incluidos los 126 de la Cámara de Representantes, que respaldaron una iniciativa para que la Corte Suprema invalidase el triunfo del candidato demócrata en cuatro estados clave.

Al cuestionar la integridad de una votación por no vencer un partido o candidato puede erosionarse la
confianza en el gobierno y perjudicar a las instituciones democráticas. Foto: AP.

El alto tribunal rechazó de manera enfática el caso

Agrega AP que el viernes 11 el alto tribunal rechazó el caso de la ilegalidad en las elecciones y Trump dijo sentirse decepcionado de la Corte Suprema, prometió seguir luchando. De esa forma queda expuesta una realidad que sorprende: muchos legisladores están dispuestos a respaldar los intentos de anular unas elecciones libres y justas, o no desean criticar la campaña.

Advierte AP que esto sentará un precedente para que los políticos cuestionen la integridad de cualquier votación si el resultado no favorece a su partido o candidato. Esto es peligroso y puede erosionar la confianza que los estadounidenses tienen en su gobierno y pondría a prueba la durabilidad de las instituciones democráticas de la nación.

Añade AP que si el presidente en funciones encabeza esos esfuerzos y los medios de comunicación amigos le sirven de altavoz a sus reclamos, el resultado es que millones de estadounidenses pueden permanecer convencidos de que la victoria de Biden fue ilegítima y que los comicios fueron fraudulentos. Según una encuesta de la Universidad de Quinnipiac realizada esta semana, 77 % de los republicanos cree que en la votación de noviembre hubo fraude generalizado y alrededor de 60 % afirman que consideran que la victoria de Biden es ilegítima.

Aclara AP que Biden obtuvo 306 votos en el Colegio Electoral, los mismos que tuvo Trump hace cuatro años, en una victoria que calificó de arrolladora. Biden también superó a Trump en más de 7 millones de votos en todo el país.

Mucha gente ha estado confundiendo a los votantes con teorías de la conspiración, dijo el senador de Nebraska Ben Sasse, uno de los pocos republicanos que reaccionó al fallo de la Corte Suprema el viernes, pero los estadounidenses que se preocupan por el estado de derecho deben permanecer tranquilos con que la Corte Suprema cierre la puerta a este sinsentido.

Sin embargo, la condena de Sasse a las conspiraciones infundadas promulgadas por Trump también insinuó su potencial para perdurar: Antes de llegar a la Casa Blanca, Trump defendió la mentira de que Barack Obama nació en Kenia, y no en Estados Unidos, y que por lo tanto no podía ocupar la presidencia. Pese a las amplias evidencias de lo contrario, la mentira se mantuvo durante años, avivando la animosidad hacia Obama entre algunos votantes republicanos y dificultando que muchos líderes del partido colaborasen con el dirigente demócrata.

Agrega AP que casi al final de su mandato, Trump adopta una estrategia similar contra Biden. Sus ataques electorales han paralizado a muchos republicanos, reacios a reconocer el triunfo de Biden y que sugieren que podría haber pocos incentivos políticos para trabajar con él cuando ocupe el cargo.

Hasta el líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, quien sirvió durante décadas junto a Biden en la cámara alta y cerró acuerdos con él cuando fungió como vicepresidente de Obama, se ha negado a afirmar claramente que Biden ganó y Trump perdió.

AP alude a una afirmación de Justin Amash, legislador republicano: que el engaño del fraude electoral será considerado uno de los episodios más vergonzosos y deshonrosos de la historia política estadounidense, e incontables funcionarios republicanos lo aceptaron y lo promocionaron.

Algunos aliados clave de Trump no cambiaron su actitud acusatoria tras el fallo del viernes. Rudy Giuliani, impulsor de muchos intentos de Trump de anular la victoria de Biden en los tribunales, siguió insistiendo, sin pruebas, en que los comicios fueron “robados”.

Muchos republicanos se han sumado a los esfuerzos de Trump en un descarado intento de hacer que la Corte Suprema rechazase la voluntad de los votantes. Más de 120 diputados republicanos en la Cámara de Representantes, incluyendo el líder de la minoría, Kevin McCarthy de California, respaldaron la demanda que hizo acusaciones falsas y no probadas sobre la votación en Georgia, Michigan, Pensilvania y Wisconsin, estados en los que ganó Biden. El caso fue apoyado por 19 secretarios de justicia estatales republicanos.

La atención se centra ahora en la votación formal del lunes en el Colegio Electoral, un paso al que algunos republicanos han sugerido que esperarían antes de reconocer el triunfo de Biden. Otros parecen estar tratando de mantener la ira entre sus votantes antes de un par de reelecciones en Georgia, previstas para principios de enero, que determinarán el control del Senado.

Más información en nuestra Sección Noticias.

Por Miguel Olivera

Créditos: mibolsillo.com

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