En Julio del 2008, cuando la “guerra contra el narcotráfico” amenazaba en convertirse en la pesadilla que hoy lo es, empresarios Mexicanos de todo calibre buscaban afanosamente como iniciar operaciones empresariales en otros países y como refugiar sus capitales, inversiones o ahorros de toda la vida al mismo tiempo que salvaguardasen su vida y la integridad física de ellos y la de sus familias.
Estando yo a cargo en ese entonces de un programa incubadora empresarial en Texas, tuve ocasión de entrevistarme con el que fuese Cónsul de México en Laredo Texas, hoy embajador de México en Kuwait, me refiero a Don Miguel Ángel Isidro Rodríguez quien me externo que cualquier programa que impulsara a empresarios mexicanos a llevar sus negocios al extranjero le causaba un sentimiento de ambivalencia, un sabor agridulce y que temía que el programa comercial que yo promovía para el gobierno Texano arrancara oportunidades a Mexicanos; le aseguré que nuestro programa buscaba ampliar inversiones binacionales y no promover migraciones de capitales. Sin embargo los empresarios privados ya sabían lo que vendría y muchos capitales han salido de México desde entonces, hoy los empresarios ante la falta de apoyo en la pandemia, ante la falta de sensibilidad y programas de apoyo y ante la anunciada amenaza y las acciones de las autoridades fiscales que están apretando y buscando como recaudar mediante recursos legales, y en muchos casos sin ellos, los empresarios de México están escuchando la última llamada.
En esos años – que no hace muchos, sólo 12-, los muertos por la mafia organizada no se contaban por decenas, centenas o millares sino por casos casi aislados. Sea como fuere entonces, se había logrado un “equilibrio” con los grupos de delincuentes que permitía tener una relativa tranquilidad social; sin embargo ya entonces López Obrador ante el enojo de lo que el llamo despojo venia sembrando – entre políticos hambrientos y sin escrúpulos que deseaban llegar al poder por la simple razón de hacerse ricos, – la semilla de un gobierno que sustituyera las instituciones de la democracia por un control total.
Durante casi dos décadas AMLO encontró patrocinadores entre sindicatos dolidos y socios-partícipes que recibían canonjías de impunidad a cambio no de dinero, sino de una promesa de apoyo o de inmunidad en las elecciones futuras y con la consigna de buscar soporte económico para la causa.
La causa, era la de terminar con los gobiernos que se habían elegido en una cuasi-democracia y que robaban a mas no poder, es cierto, pero sin embargo mantenían un equilibrio de una precaria paz social que hoy anhelamos existiera. Mientras, en el exterior México iba ganando impulso y un crecimiento económico macro, lo que se fue traduciendo en una imagen externa de México como la de un país pujante, todo mundo sabía que los políticos de todos los partidos robaban, pero se iba ganando terreno, sin embargo AMLO había incubado la semilla de la desestabilidad, creando una falsa ilusión y esperanza de que SÓLO ÉL remediaría la situación de México y ofrecería a los pobres de México que eran muchos, pero serán menos que los que contemos en los años venideros la esperanza de lo que hoy les da pero que no podrá sostener por muchos años.
AMLO es un líder nato que logro lo que ningún político en la vida democrática de México había logrado y consolido en elecciones el control absoluto del poder legislativo, pero su equipo le ha fallado y sus decisiones son erróneas y fatales. Andrés Manuel creció en un ambiente de desgracias familiares y muertes accidentales, en un clima político de abusos no castigados esto lo estigmatizó. Andrés Manuel en sus juventud política en Tabasco, era tuerto entre los ciegos y siempre tuvo el sueño de ser el cacique máximo y al final encontró la forma de serlo, pero no así de aprovechar lo que había logrado; hoy es quizá demasiado tarde, lamentablemente no solo para él sino para todo el país.
Por ejemplo, hoy México ya no es un país atractivo para invertir excepto en algunos renglones como lo son maquiladoras para tomar ventaja de la mano de obra barata; industria médica privada para que la clase media o la pudiente paguen la atención que necesitan y que de otra forma no podría atenderse y negocios de servicio que no requieran inversiones que más tarde pudieran estar sujetas a expropiaciones. Esta semana la prestigiada revista Forbes dio a conocer un reportaje donde maneja las cifras oficiales sobre inversión que reporta el Banco de México y pone en claro que ya inversionistas se han deshecho de más de dos mil millones de dólares de Bonos Gubernamentales en tan solo un mes, la desconfianza en el gobierno de México es patente y los inversores no esperarán a correr riesgos innecesarios, muchos empresarios piensan que quizás hoy sea la última llamada.
Por F. Javier Amieva.
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