Usaban pruebas de covid-19 fraudulentas y laboratorios falsos para cobrar a las compañías de cobertura de salud, aseguran las autoridades
Dos residentes del Norte de Texas fueron acusados de usar pruebas de covid-19 fraudulentas y laboratorios falsos para cobrar más de $7 millones de compañías de seguro médico durante la pandemia, anunciaron las autoridades el viernes.
Terrance Barnard, de Frisco, y Connie Jo Clampitt, de Saginaw, fueron arrestados el jueves pasados después de ser inculpados por estafa el 5 de diciembre, dijo la fiscalía federal para el Distrito Norte de Texas.
Barnard, de 39 años, y Clampitt, de 51, enfrentan cada uno un cargo de conspiración para cometer fraude médico, 10 cargos de fraude médico, siete cargos de robo de identidad agravado y un cargo de conspiración para cometer lavado de dinero, detalló la fiscalía.
Clampitt se declaró inocente de todas las acusaciones en su contra durante su comparecencia inicial en corte el viernes, confirmó su abogado, Christopher Lewis.
“Por ahora nos estamos preparando para lo que creemos será un caso muy largo y muy contencioso”, dijo Lewis.
“Esencialmente, lo que ella dice es que no hizo lo que la acusan de hacer”.
En documentos judiciales se alega que los dos recibieron más de $7 millones de Blue Cross Blue Shield of Texas, Cigna, United Healthcare, Aetna, Humana y Molina Health Care.
También son acusados de usar el dinero obtenido por medio de fraude para comprar bienes raíces y vehículos de lujo.
Presuntamente Barnard aprovechó su puesto de técnico de laboratorio por contrato en clínicas para obtener subrepticiamente los nombres, domicilios, fechas de nacimiento e información de seguros de pacientes, alegan los fiscales.
Después él y Clampitt mostraban a las aseguradoras que los pacientes se habían hecho pruebas de covid-19 en sofisticados laboratorios, pero no se realizaban pruebas y los laboratorios no existían, se acusa.
La pareja es acusada de abrir entonces cuentas bancarias para los supuestos laboratorios —TC Diagnostics, ME Diagnostics y Rhine Enterprises o PHR Diagnostics— y depositar los cheques de reembolso producto del fraude y luego transferir el dinero a cuentas personales.
Las autoridades se incautaron de más de $1.5 millones en el curso de la investigación, que fue realizada por las oficinas en Dallas de la Administración de Seguridad en Beneficios de los Empleados y la Inspectoría General del Departamento del Trabajo federal, así como la oficina en Fort Worth de la unidad anti-fraude del Departamento de Seguros de Texas.
Lewis, el abogado de Clampitt, dijo que espera ver las pruebas del gobierno en los próximos días y semanas.
Indicó que los casos en que se ven involucrados varias dependencias y acusados tienden a ser complejos, implican “grandes volúmenes” de pruebas, tardan mucho tiempo y derivan en “mucho antagonismo”.
De ser condenados, Barnard y Clampitt enfrentan hasta 10 años de cárcel federal por cada cargo de fraude médico, conspiración para cometer fraude médico y conspiración para cometer lavado de dinero.
Asimismo enfrentan hasta dos años por cada cargo de robo de identidad agravado, y estarían obligados a ceder todo ingreso o propiedad que se demuestre hayan obtenido mediante los delitos señalados, dijo la fiscalía.
“La pandemia de covid-19 ha traído las más difíciles circunstancias que hayan enfrentado nuestros proveedores de servicios médicos y aseguradoras en generaciones”, dijo la fiscal federal Leigha Simonton en una declaración por escrito.
“Las conspiraciones para explotar al sistema financieramente cuando los proveedores y aseguradoras enfrentan estos desafíos monumentales deben ser desarticulados y los responsables llevados ante la justicia”.
Foto: Myriam Borzee / Getty Images/iStockphoto
Créditos: dallasnews.com