Adolfo Ramírez, de 16 años, espera pacientemente en un campamento de tiendas de campaña en Tijuana, México, por el momento en que tendrá la oportunidad de solicitar asilo del otro lado de la frontera, para poderse reunir con su madre que vive en Estados Unidos desde hace siete años.
Adolfo es apenas uno de miles de menores migrantes que han viajado hasta la frontera con el sueño de vivir en EE.UU. Al igual que muchos, él trata de dejar atrás la pobreza y la inseguridad en su natal Michoacán, uno de los estados más violentos de México.
“Lo que hemos querido hacer, me ha dicho mi mama que me aviente, pero no quiero”, dijo el menor a Noticias Ya. “También mi hermano se aventó y gracias a Dios está allá”.
Si logra atravesar y solicitar asilo, Adolfo se convertirá en uno más de los cerca de 15 mil niños y adolescentes migrantes no acompañados que se encuentran en estos momentos bajo custodia del gobierno de EE.UU.
“La frontera está cerrada. Estamos expulsando familias. Estamos expulsando a adultos solteros”
De esa cifra, más de 4 mil 600 están alojados en centros de detención de la Patrulla Fronteriza bajo condiciones inadecuadas para menores, y en ocasiones por más tiempo de lo que estipula la ley. Eso significa un aumento del 30% en solo una semana y un récord para los centros de detención.
El resto de los niños, un total de 9,562, está en los “refugios” del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) a la espera de que una persona adulta, ya sea un familiar o un patrocinador los recoja.
PRESIÓN SOBRE BIDEN
El gobierno del presidente Joe Biden enfrenta enorme y creciente presión para que resuelva de inmedianto la precaria situación en que son alojados los niños, además de contener la ola de migrantes de todas las edades que acuden a la frontera con México para pedir asilo en EE.UU.
Funcionarios de la Patrulla Fronteriza detuvieron a unas 120 mil personas en febrero que intentaban cruzar la frontera, un aumento del 28% con respecto al mes anterior, dijeron funcionarios de la administración de Biden.
La mayoría fueron devueltos a sus países de origen, pero a algunas familias se les permitió ingresar a EE.UU. mientras esperan la consideración de las solicitudes de asilo.
Una vez que entran al país se encuentran con otro reto: la pandemia del coronavirus.
“Cruzar este muro no es el único reto que enfrentan los migrantes, ya que ahora el Covid-19 también los asecha”, dijo Dalinda García la corresponsal de Noticias Ya en El Paso, Texas, donde 32 migrantes en albergues han sido identificados con el virus.
Aparentemente, la Casa Blanca aún no ha podido encontrar la fórmula para hacer frente al aumento de migrantes desde México, a la vez que cumple con la promesa de campaña de Biden de implementar una política más humana que la del expresidente Donald Trump.
La administración de Biden lucha por encontrar refugio adecuado para los niños migrantes lo más rápido posible, y hasta ha abierto centros para el alojamiento temporal de los niños y adolescentes.
“Cruzar este muro no es el único reto que enfrentan los migrantes, ya que ahora el Covid-19 también los asecha”
Mientas, los republicanos han aprovechado la situación para declarar que ha surgido una crisis, impulsada por una supuesta apertura de la frontera y la derogación de las crueles medidas migratorias del anterior gobierno, que obligaron a los migrantes a vivir en miserables campamentos de refugiados al otro lado de la frontera.
“La frontera está cerrada. Estamos expulsando familias. Estamos expulsando a adultos solteros”, respondió el secretario de Seguridad Nacional Alejandro Mayorkas este domingo a NBC News.
Mayorkas reiteró que el gobierno de Biden no “expulsaría al desierto mexicano” a niños pequeños y vulnerables como lo hizo la última administración.
Créditos: noticiasya.com