Luego de casi 4 años de que la administración Trump tomó las riendas de la Presidencia de los Estados Unidos, el efecto de la política migratoria federal se ha percibido de diferentes maneras en la frontera con México, y de acuerdo a especialistas sus efectos son mayormente negativos.
“Creo que lo que pasa en la frontera no pasa en un vacío”, dijo Fernando García, director ejecutivo de la Red Fronteriza por los Derechos Humanos (BNHR), al cuestionarle las diferencias de hace 4 años a la fecha en materia de inmigración, búsqueda de asilo, impartición de justicia y su repercusión en la sociedad fronteriza.
“Antes decíamos que lo que sucede en el país se refleja en la frontera, pero ahora está al revés porque de hecho la frontera refleja lo que es el país porque así cambiaron las cosas, en general la política ha girado en la frontera”, afirmó García.
De acuerdo al director ejecutivo de BNHR, hay dos sistemas que han tomado curso y fortalecido desde hace 4 años a la fecha, al referirse a la militarización de la frontera y la criminalización de la inmigración.
“Estamos en una vuelta de 360 grados, y la frontera ya no es la misma desde hace 4 años por el impacto que se ha tenido por una política no sólo racista, no solamente antiinmigrante, sino de supremacía blanca”, señaló el director de la organización local.
García fue enfático al mencionar los dos sistemas que se han impuesto con la construcción del muro fronterizo, que señala como parte de la militarización de la frontera, así como el uso de tecnología de guerra donde el enemigo es precisamente el inmigrante.
“La militarización se aceleró como nunca y la construcción del muro es parte de esa estrategia con tintes militaristas que representa un sentido racial y xenofóbico”, sostuvo García.
De acuerdo al directivo de BNHR, sin contar los gastos del muro fronterizo se estima una inversión de 15 mil a 18 mil millones de dólares que se han invertido en la frontera al desplegar tropas en activo y la utilización de manera extraordinaria de la tecnología de guerra.
“Por primera vez en la historia de la frontera se desplegaron tropas en activo, miles de ellos se desplegaron porque la administración le dio la locura de marcar a la frontera como zona de guerra, utilizando al menos 10 drones conocidos como ‘Predator’ que antes llevaban misiles a Afganistán y que ahora están en la frontera”, señaló García.
Asimismo el activista destacó la forma en que creció el número de instalaciones para detener a familias migrantes, y cómo se incrementó exponencialmente “la criminalización de migrantes”, y las imágenes que dieron la vuelta al mundo con menores recluidos en jaulas.
“En este sistema de criminalización de los migrantes se separó a bebés de sus padres, tanto que a la fecha no se han encontrado; también murieron niños en centros de reclusión, existe el rechazo a quienes solicitan asilo, mientras que la política de ‘tolerancia cero’, hizo que las faltas administrativas en materia migratoria se convirtieron ahora en faltas penales”, apuntó García.
Impacto devastador
“Trump ha tenido un impacto devastador en las zonas fronterizas, la vida fronteriza y la muerte fronteriza”, dijo la doctora Kathleen Staudt, profesora emérita de Ciencias Políticas de la Universidad de Texas en El Paso.
“Trump ordenó al Departamento de Seguridad Nacional y a su personal que practiquen la crueldad, la indecencia y la inhumanidad como rutina con las familias que buscan asilo, incluida la separación de los niños de los padres que, sorprendentemente, no se pueden localizar los padres de 545 de esos niños”, dijo Staudt.
La profesora señaló que la forma en que se buscó desalentar la migración a los Estados Unidos tuvo tintes inexplicables y con poco tacto.
“Las personas de la frontera, sobre todo las asociadas con Casa Anunciación y sus muchos, muchos voluntarios, alimentaron y albergaron a los migrantes sin costo para el Gobierno y de conformidad con las leyes sobre solicitantes de asilo”, apuntó la profesora.
Sin embargo, este panorama cambió tras la implementación de las políticas de ‘tolerancia cero’ y Permanecer en México, que crearon una situación tirante en la frontera internacional.
“Hace dos años, tal vez con la intención de crear imágenes horribles de personas y niños enjaulados, la administración Trump intentó aplacar a su base de derecha y disuadir a los migrantes. Autorizó que miles de solicitantes de asilo permanecieran atrapados en Ciudad Juárez y otras ciudades fronterizas, la mayoría de las cuales carecen de los recursos para albergar a tanta gente”, dijo Staudt.
Estas medidas crearon también un divisionismo social que es percibido por la catedrática en diferentes niveles.
“Nuestra sociedad se ha polarizado extremadamente de arriba hacia abajo: del nivel nacional hasta las comunidades locales. Lamentablemente, más personas que nunca interactúan con la falta de civismo, el acoso e incluso la violencia”, sostuvo.
Sobre el ataque del 3 de agosto del 2019, donde un pistolero solitario viajó de la zona conurbada de Dallas a El Paso para contrarrestar una supuesta invasión mexicana, Staudt señaló a la administración como incitante de este esquema “de odio al migrante”.
“Trump modela y legitima el odio, el racismo y la misoginia. Después de todo, el 3 de agosto de 2019, el presunto atacante utilizó la retórica trumpiana en las redes sociales para justificar sus acciones y mató a 23 fronterizos dejando a las familias con dolor, daño y miedo”, puntualizó.
Por último, la profesora de Ciencias Políticas tocó el tema económico que ha originado un mayor distanciamiento de clases.
“Las políticas fiscales de Trump han enriquecido a los ricos y han agobiado a las clases media y trabajadora. Al principio, Trump se jactaba del crecimiento del mercado de valores, pero debemos recordar que la métrica de crecimiento se traduce en equidad y salarios dignos”, afirmó.
Por Roberto Carrillo / El Diario de El Paso
Foto: Archivo / Trump durante su visita a esta frontera
Créditos: diario.mx