Impactará recesión a manufactura regional

Expertos de UTEP comparan la actual situación económica con la crisis ocurrida entre 1990 y 1991

Indicadores preliminares muestran que la economía de Estados Unidos ya sufre una recesión, la cual todavía no ha impactado a la zona fronteriza, pero hay que estar preparados, señala Tom Fullerton, catedrático de la Universidad de Texas en El Paso (UTEP) y experto en la dinámica binacional.

“Aunque el Comité de Fechas del National Bureau of Economic Research no tomará una decisión formal durante varios meses, ya es un hecho”, señala en entrevista con El Diario de El Paso.

Con un decrecimiento económico durante dos trimestres seguidos, lo cual de acuerdo con la definición económica clásica se considera recesión, la economía de Estados Unidos –y por extensión la de México, en especial su frontera norte– enfrenta desafíos a mediados del 2022.

Mientras que el mercado de valores se comprime –el viernes cayó Wall Street– y la inflación y los intereses aumentan, por otra parte el desempleo es bajo en Estados Unidos, lo cual complica la ecuación enviando señales ambiguas.

El también profesor de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ) explica que los sectores de El Paso y Juárez que se verán más afectados son los de manufacturas, construcción, transporte, almacenamiento y bienes raíces, todos fundamentales en la cadena de producción de la industria maquiladora.

“Dada la importancia de la manufactura en la región, es indudable que la región será afectada por esta recesión, probablemente de una manera similar a lo que ocurrió durante la caída económica de 1990 y 1991”, explica.

Entonces, la industria maquiladora perdió el 2.7 por ciento de su mano de obra, mientras las bancarrotas personales en El Paso aumentaron en casi 8.4 por ciento y en Las Cruces en casi 24.4 por ciento.

No obstante, Fullerton señala que aunque en esa época, hace tres décadas, la región no padeció una crisis grave, las recesiones siempre provocan daño en la economía y dejan secuelas.

Mezcla explosiva

En la edición de julio del Barómetro de Negocios de la Frontera, una publicación de UTEP editada por Tom y Steven Fullerton, los expertos señalan que las interrupciones de la cadena de suministro, la evolución de las variantes del coronavirus, la escasez de trabajadores, la aceleración de los precios y el aumento de las tasas de interés plantean muchas preguntas sobre las perspectivas económicas en 2022.

“El aumento simultáneo de las tasas de interés y los precios de la energía son motivos de especial preocupación para muchos historiadores del ciclo económico. Esa mezcla ha llevado previamente a recesiones económicas”, sentencian en su análisis.

Los datos preliminares del producto interno bruto (PIB) indican que 2022 comenzó con dos trimestres consecutivos de resultados económicos negativos. Si bien eso satisface una definición convencional de recesión, el mercado laboral nacional sigue siendo muy fuerte. Sin embargo, el mercado laboral es un indicador rezagado, por lo que puede estar ocurriendo una contracción.

Si ocurre una recesión, la salud general del balance de los hogares y las empresas indica que la economía nacional está bien equipada para capear la tormenta. Eso significa que la recesión puede parecerse a la de 1990. Durante esa recesión, la tasa nacional de desempleo finalmente aumentó en 1.9 puntos porcentuales y los ingresos reales per cápita cayeron en 1.2 puntos porcentuales.

Una región susceptible

El Paso aún no ha entrado en recesión, aclara el reporte de UTEP.

Sin embargo, el aumento de las tasas de interés hace que la economía regional sea más susceptible a la recesión. Los sectores que se ven más afectados por las subidas de tipos de interés son la fabricación, la construcción, el transporte, el almacenamiento y el sector inmobiliario.

A nivel local, el índice del ciclo económico metropolitano (BCI) del Banco Federal de Dallas El Paso creció en julio después de cuatro meses relativamente letárgicos. Hasta el momento,

“Dentro de la región de Borderplex, las tasas de desempleo de El Paso y Las Cruces estuvieron sustancialmente por debajo de sus respectivos niveles del año anterior en junio. Si se produce una contracción regional, aumentarán las inscripciones en el Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP, por sus siglas en inglés) y por desempleo”, señala el reporte respecto a los apoyos financieros para los grupos vulnerables.

Las inscripciones de SNAP siempre son una preocupación en esta región. Según la Oficina de Análisis Económico, El Paso (356 de 384) y Las Cruces (369 de 384) se ubican como dos de las economías metropolitanas más empobrecidas de los Estados Unidos.

En tales regiones, las familias gastan una gran parte de sus ingresos en bienes y servicios esenciales, como alimentos, transporte, electricidad y telefonía inalámbrica.

Durante los últimos doce meses, la inflación de alimentos y transporte ha infligido un daño financiero sustancial a este grupo vulnerable de hogares, expresa el reporte.

“Las tiendas en áreas de bajos ingresos también han sufrido altas tasas de agotamiento de inventario, lo que hace que los estantes vacíos sean más problemáticos para los hogares de esos vecindarios”, concluye.

Por Armando Vélez/El Diario de El Paso

Créditos: diario.mx

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