No cumplir con las reglas de origen estipuladas en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) o un cambio radical, provocará que el sector automotriz de la región pierda competitividad por un aumento de precios en las unidades.
Sin embargo, gracias a los tratados que México tiene con otras naciones y regiones, es posible que su industria busque nuevos mercados e incluso acepte el pago de 2.5% de arancel, antes de adherirse a la forma en que Estados Unidos está interpretando y calculando el volumen de contenido regional.
Antonio Ortiz Mena, vicepresidente de Albright Stonebridge Group, aseguró que la alianza que se ha formado entre México y Canadá podría significar una ventaja para que el vecino reconsidere la forma en que está interpretando las reglas.
Sin embargo, aun cuando el fallo sea favorable, aún se corre el riesgo de que Estados Unidos pueda no aceptar ni cumplir con lo estipulado en el T-MEC, con el objetivo de atraer un mayor volumen de inversiones.
“Si se da esta enorme incertidumbre y se está calculando la regla de origen, de tal manera que Estados Unidos quiere succionar más inversión, yo creo que esto va a significar que los vehículos serán más caros y menos competitivos”.
VALOR
Aseguró que de ser este el caso, la industria automotriz regional podría perder mercado en el resto del planeta, pues será difícil competir con las armadoras en Europa, Asia e incluso las de Latinoamérica.
Sin embargo, pese al panorama adverso que pudiera generarse, dijo que México tiene la ventaja de contar con un número importante de tratados comerciales y no sólo el T-MEC, por lo que las empresas automotrices que manufacturan en el país, podrían buscar nuevos mercados y fabricar para otras regiones.
“Algunas empresas preferirán pagar el 2.5% (de arancel que se impondría por no cumplir las reglas de origen como las interpreta EU), y ‘vamos a producir donde me dé la gana, no me estén diciendo dónde traer mi cadena productiva’”.
Hace unos días Canadá, a través de su Ministerio de Comercio, informó que se unirá a la solicitud que ha hecho México a fin de establecer un “panel de resolución de controversias” sobre las reglas de origen del sector automotriz, pues considera que la interpretación que pretende el vecino país es contraria a lo que se firmó en el Tratado comercial entre las tres naciones.
Otro de los puntos en los que México y Canadá no están de acuerdo, tiene que ver con los incentivos fiscales que el gobierno de Joe Biden pretende aprobar y otorgar a los autos eléctricos fabricados en su territorio, pues esto además de ser discriminatorio, afecta de manera directa a la industria automotriz de sus socios comerciales.
Por: Nayeli González.
Créditos: dineroenimagen.com.