Por segundo año consecutivo, la inversión en México disminuyó y en 2020 reportó su peor caída de los últimos 25 años debido a la pandemia por COVID-19.
El país sufrió los daños debido a la paralización de producción y el comercio exterior por las restricciones de la emergencia sanitaria. Recordemos que el consumo se detuvo y las empresas frenaron sus planes de inversión y crecimiento.
El Instituto Nacional de Estadísticas y Geografía (INEGI) dio a conocer que la inversión fija bruta en el país se hundió 18.2% en el 2020, después de caer 4.6% en 2019.
Este es el peor resultado desde 1995, cuando retrocedió 35.8%, en llamado Efecto Tequila, en la que el peso se devaluó abruptamente por la fuga de capitales en el país en la administración entrante del presidente Ernesto Zedillo.
Entre las principales causas de la caída de 18.2%, se encuentran la pérdida de importación de equipo de transporte y la compra de unidades maquiladas en México, además de la baja en inversión de equipo mexicano y la compra exterior.
La mayor pérdida se dio en la importación de transporte, cuyo capital se desplomó 33.5% ante el cierre de fronteras y la suspensión de actividades no esenciales para tratar de contener la pandemia. Casi a la par, la compra de unidades fabricadas en México disminuyó 28.6%
Según la información del INEGI, la compra de maquinaria del exterior se redujo 13.1%, mientras que la inversión en equipo nacional bajó 15.9%,
En cuanto al capital en obras de construcción, los recursos canalizados a la vivienda disminuyeron 15% y la inversión no residencial, relacionada con el gasto público en infraestructura, bajó 19.7%.
Se ha dicho mucho que en este 2021 se espera un repunte del crecimiento económico, sin embargo analistas consideran que la inversión continua siendo débil durante los primeros meses del año, debido al empeoro de la pandemia a mediados de febrero, de acuerdo con el semáforo epidemiológico.
El INEGI también informó que el consumo privado en el interior del país cayó 11% durante el 2020, significado el peor resultado en al menos 26 años, pues desde que existen cifras disponibles, a partir de 1994 el gasto no reportaba un colapso de tal magnitud.
El desplome equivale a casi el doble de 2009, cuando cayó 6%, donde se sufría en el país los efectos de la crisis mundial de origen estadounidense, así como el cierre de establecimientos por la epidemia de influenza. En particular, los mexicanos sacrificaron la compra de artículos duraderos, como autos, refrigeradores y lavadoras, se desplomó 27%, y las compras de productos fabricados en el extranjero bajó 15.1%.
Créditos: estrategiaaduanera.mx