Javier Amieva: La absolución de Trump, ¿Una condena para la Democracia?

Javier Amieva

 Los analistas políticos de todo el mundo han reaccionado a la absolución de Trump en el segundo juicio político instaurado en su contra y dice el New York Times que “ha sacudido la fe en la democracia estadounidense, ya debilitada”.

Aunque era previsible la absolución, para muchos destaca el diario Neoyorkino que la influencia de Trump sobre el Partido Republicano continuará y señaló que la política estadounidense permanecería profundamente dividida; la aseveración del diario ha sido la misma posición de los diarios más importantes e influyentes del mundo. “La absolución de Donald Trump confirma la profunda división del Partido Republicano“, decía un titular el domingo en Le Monde, un diario francés.

En efecto, se pensaba poco probable el alcanzar el 67% de los votos del senado para condenar a Trump, pero los argumentos de sus abogados en un “Juris-mentis” reconocieron que Trump había cometido delitos y debía ser absuelto políticamente y perseguido criminal y no políticamente, claro, sabiendo que Trump tenía entonces inmunidad contra delitos del fuero común; sin embargo los republicanos voltearon cínicamente ante ese peligroso argumento simplemente votaron dejando libre de culpa a quien cometió delito de traición en el propio congreso y ante los ojos del mundo.

El análisis del New York Times presenta un panorama muy difícil para Biden y una amenaza no solo contra los republicanos sino contra la democracia, ya que los republicanos han demostrado que primero están los intereses políticos y la defensa del totalitarismo económico que la propia democracia, así que no nos equivocamos hace cinco años, la elección de Trump marcaría el desastre político más grande de Estados Unidos desde la guerra de secesión. El futuro incierto del sistema político de los Estados Unidos fue un tema recurrente para los observadores internacionales durante el juicio de Trump, sin embargo no hubo juicio, hubo votación y gano la plutocracia y el despotismo de los republicanos.

Un editorial del Sydney Morning Herald de Australia, comenta el NYT, calificó el resultado como un “golpe desmoralizador a los ideales de democracia, justicia y responsabilidad” que “permanecerá durante generaciones como un ejemplo espantoso de cobardía del Partido Republicano”; la editorial dijo que si Trump continuaba dominando el pensamiento del Partido Republicano, entonces “aquellos que buscan defender la democracia deberán permanecer vigilantes”.

La absolución fue “un fracaso sin precedentes de la democracia estadounidense” y “un triunfo de la locura”, dijo Roland Nelles, corresponsal en Washington del medio alemán Der Spiegel, y agregó que los senadores republicanos habían dejado abierta la puerta para la reaparición de Trump en 2024. “Estados Unidos permanece en una situación precaria”, escribió Li Haidong, profesor de la Universidad de Asuntos Exteriores de China, en The Global Times, un periódico controlado por el Partido Comunista de China. “Las mentes de los estadounidenses comunes y corrientes, e incluso las élites políticas estadounidenses, están en un estado de cambio en cuanto a cómo definir ‘soy estadounidense'”, agregó. “Esto también muestra que las guerras culturales en curso, las luchas por la identidad y la división social en general en los Estados Unidos continuarán profundizándose y no pueden aliviarse”.

Las respuestas de los republicanos en contra de los Demócratas, y del propio pueblo han sido irracionales y preocupantes. En Texas, Greg Abbott un gobernador republicano que se alineo a las políticas de Trump junto con su procurador Ken Paxton, durante el proceso de elección pasado donde perdió Trump, presionaron e intimidaron a Gobernadores republicanos para que declararan que habían existido trampas y fraudes para declarar invalida la elección; hoy ese mismo gobernador ha retenido más de 8 mil millones de dólares que la federación puso en sus manos para brindar ayuda a los condados de Texas, negando a los condados que votaron en favor de Biden; es más la entrega de ayudas y de vacunas contra el COVID19 han sido desviadas en su mayoría hacia los condados petroleros y áreas republicanas, los que apoyaban la “hipótesis” del fraude electoral.

Laredo Texas, el cruce fronterizo con México que opera el 45% del comercio total de ese país y el 78% del comercio entre ambos países, ha sido duramente castigada por el COVID19; pero aún más castigada por Abbott.

Laredo fue la primera población de todo EU en ordenar el uso de cubre bocas hace 12 meses y la primera también en ordenó el cierre de operaciones comerciales o toque de queda a no esenciales; sin embargo para presionar durante las elecciones Abbott firmo órdenes ejecutivas para que Laredo revocara esas medidas sanitarias y Paxton puso ejemplo de escarnio demandando a la ciudad de El Paso cuando las autoridades de esa ciudad pretendieron imponer medidas apropiadas y que las autoridades médicas sugerían.

Hoy con el reparto de vacunas para la prevención de la pandemia, que se empezó a efectuar con entregas de la federación a los estados, Abbott encontró otra medida no solo de preferencias sino de castigo a aquellos condados y ciudades que votaron en contra de Trump. Así que hoy el reparto de vacunas y de ayuda médica es desproporcionado y los condados republicanos reciben en proporción el doble que los demócratas.

Estados Unidos ya no será más el país demócrata que conocíamos, es posible que en cuatro años mas vuelva al poder Trump o cualquier miembro de su familia, hay poco tiempo para actuar y lamentablemente existe división haca adentro del partido demócrata y personajes extremistas y de conductas patógenas, los “progresistas”, están minando al partido demócrata desde su interior como es el caso de Ocasio Cortez, quienes llegan al extremo de apoyar candidatos de la oposición con tal de “quitar de en medio” a congresistas bipartidistas o no extremistas .

La influencia absolutista de Donald Trump entre los republicanos y los grupos de extrema al interior del partido Demócrata auto-denominados “progresistas” y liderados por Ocasio-Cortez , una ex mesera de bar en Bronx hace tres años, son los peligros más grandes que enfrenta Estados Unidos, Joe Biden y posiblemente la democracia mundial.

Créditos: elfinanciero.com.mx

Tell Us What You Think
0Like0Love0Haha0Wow0Sad0Angry