El próximo 6 de enero es la última etapa para Joe Biden de afirmar la victoria presidencial y para que Donald Trump pruebe sus reclamos de fraude electoral. Con siete millones de votos arriba Biden con decenas de demandas y los últimos esfuerzos de Trump, haciendo presión sobre Georgia para que el partido Republicano mantenga el control de la cámara de Senadores, este día será histórico y puede ser un logro para la democracia o una vergüenza para el sistema demócrata y para los republicanos.
Varios líderes republicanos, incluido el de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell, han estado advirtiendo a sus colegas de partido que para no irrumpir en el proceso de certificación que constitucionalmente debe de cumplirse como último paso para la transferencia del poder.
El presidente de los Estados Unidos (EU), Trump, ha estado tratando de revocar los resultados de las elecciones sobre la base de afirmaciones no probadas de fraude electoral a gran escala pero sus demandas no han aportado pruebas ni acciones favorables para él.
“La Corte Suprema se ha negado dos veces a aceptar demandas respaldadas por Trump que buscaban revertir los resultados. Los tribunales federales y estatales también han desestimado sus acusaciones de fraude electoral casi 60 veces”, comunicó el USA Today.
Trump, ha estado tratando de revocar los resultados de las elecciones sobre la base de afirmaciones no probadas de fraude electoral a gran escala, informó la agencia AP y ha trascendido que además de, al menos 140 republicanos de la Cámara de Representantes, que se están preparando para revocar los resultados de las elecciones estadounidenses, una coalición de 11 senadores republicanos, encabezada por Ted Cruz, ha anunciado su plan para rechazar a los electores de algunos estados cuando el Congreso se reúna este día para certificar formalmente el Colegio Electoral y victoria del presidente electo Joe Biden.
En una declaración conjunta, senadores republicanos afirmaron que las elecciones presidenciales incluyeron “acusaciones sin precedentes de fraude electoral” y otras irregularidades en la votación. “Tenemos la intención de votar el 6 de enero para rechazar a los electores de los estados en disputa como no ‘entregados regularmente’ y ‘legalmente certificados’ a menos y hasta que se complete la auditoría de emergencia de 10 días”, informó el comunicado textualmente.
Mike Pence, vicepresidente de Estados Unidos, apoya este movimiento y se trasladará a Georgia antes para boicotear el día de elecciones y evitar que los demócratas ganen escaños en el senado. El jefe de gabinete del vicepresidente, Marc Short, dijo que Pence comparte las “preocupaciones de millones de estadounidenses“, y agregó que ha acogido con satisfacción los esfuerzos de los legisladores por usar su autoridad “para plantear objeciones y presentar pruebas ante el Congreso”.
El Proceso: La Cámara de Representantes y el Senado debatirán durante dos horas las objeciones, si las hubiere, planteadas por los legisladores, a las que seguirá una votación. Sin embargo, los aliados de Trump para desconocer a Biden requieren una mayoría de legisladores en ambas cámaras que voten a favor de mantener las objeciones. “Tales intentos prácticamente no tienen posibilidades de éxito, ya que los demócratas controlan la Cámara de legisladores y los principales republicanos del Senado ya han reconocido a Biden como el próximo presidente de Estados Unidos. Varios líderes republicanos, incluido el líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell, han estado advirtiendo a sus colegas republicanos que no interfieran e irrumpan en el proceso de certificación; McConnell aprobó el único Veto hecho a Trump la semana pasada.
El senador de Utah Mitt Romney dijo en un comunicado que la “estratagema atroz” para rechazar a los electores “amenaza peligrosamente a nuestra República Democrática”. Romney destacó el hecho de que el Departamento de Justicia no encontró evidencia de irregularidad suficiente para anular la elección y la Suprema Corte no encontró merito en las acusaciones. “Nunca me hubiera imaginado ver estas cosas en la mayor democracia del mundo. ¿Ha eclipsado tanto la ambición a los principios?”, destacó Roomney, un republicano altamente conservador que fue incluso candidato presidencial.
Las descalificaciones y acusaciones han subido de tono y políticos como Ted Cruz, inexplicablemente en el senado por dos términos, juegan papeles de doble moral por un lado promoviendo que las elecciones se descalifiquen y reuniéndose con Trump, y por otro, llamando a la calma en este proceso que si bien no se ve con visos de que se desconozca el triunfo de Biden. No sabemos si el día 6 de enero se pudiera dar un desbalance de poder que ocasionaría pérdida de control democrático, graves daños a la economía con caídas en las menguantes Bolsas de Valores y otros problemas porque esta situación sería sin precedentes, sin embargo la posibilidad está ahí, y es la última carta de Trump.
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