La virtual extensión del cierre de la frontera entre Estados Unidos y México hasta el próximo mes de agosto, causó una serie de reacciones encontradas por parte de comerciantes y fronterizos en general que ven limitadas sus acciones por las precauciones binacionales ante el Covid-19.
La hoja informativa por medio de la cual el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) dio a conocer el acuerdo multilateral para “limitar los viajes no esenciales a través de las fronteras” de Estados Unidos, México y Canadá, ha tenido ya 4 diferentes fechas de aplicación, a medida que la pandemia mantiene una línea ascendente en número de casos y fallecimientos.
Dicha hoja informativa fue creada el 23 de marzo pasado, actualizada el 21 de abril, 20 de mayo y el 16 de junio, pero tras la reunión de los mandatarios de EU y México, una nueva extensión se vislumbra como inminente.
“No sería prudente” que Estados Unidos abriera su frontera con México el próximo 21 de julio, dijo Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores de México, sobre el análisis que se realiza con sus pares estadounidenses.
El canciller mexicano fue claro sobre una nueva extensión en los cruces internacionales, para “que se prolongue la restricción a viajes no esenciales del 21 de julio hasta el mes de agosto”.
Con la extensión de la medida serían ya cuatro meses en los que las autoridades de los Estados Unidos sólo permitirían ingresar a su país a ciudadanos americanos y residentes permanentes legales, siempre y cuando dichos viajes sean esenciales.
En este aspecto no se consideran como viajes esenciales los que tienen fines turísticos o recreativos, y limita a aquellos ciudadanos mexicanos que cuentan con visas de turista.
Impacto profundo
Al momento de dar a conocer la medida, que estaba planeada para tener una duración de un mes, el DHS ponderó la importancia de la actividad económica que también ha sido dañada, a pesar de que los carriles comerciales siguen en operación.
Sin embargo, el impacto a la industria de la importación y la comercialización de mercancías ha sido más profunda de lo esperado.
Desde 1992 José Antonio –quien prefirió no dar su nombre– se ha desempeñado en diferentes empresas comercializadoras de mercancías en la frontera de El Paso con Ciudad Juárez, sin embargo, desde marzo pasado el número de trámites ha decaído de forma tan drástica, que ha sido necesario para su subsistencia explorar otras actividades empresariales.
“Es muy sencillo, si la gente de México no viene a hacer compras, entonces no hay importaciones”, dijo el importador que prefirió omitir su apellido, sobre las penurias que la pandemia ha traído a su campo de trabajo.
“La situación es crítica, ya que de tener varios trámites de importación o exportación en un día, ahora todo se resume en tener un trámite a la semana, y a veces ninguno”, sostuvo.
La necesidad de pagar rentas y sueldos ha orillado a José Antonio a buscar nuevas formas de ingreso, en un cierre de fronteras que le ha afectado de manera exponencial al presentarse nuevas extensiones.
“Yo estoy sacando apenas lo necesario para subsistir, y pues igualmente tuve que darme de alta como chofer de El Paso a Juárez, pero tampoco es una situación cómoda, pues en el cruce me cuestionan si es realmente indispensable que vaya a Juárez, y lo peor es que me dijo un inspector que el cierre puede ir hasta diciembre”, afirmó.
En el sector del transporte las afectaciones también son palpables para los empresarios juarenses, quienes han visto limitado su accionar operativo ante las previsiones contra el Covid-19.
“Yo tengo 10 años en la empresa de transporte que inició mi papá hace 30, pero el trabajo ha escaseado, y a veces las largas filas nos hacen quedar mal con los clientes, las revisiones son mayores y para nosotros que tenemos visa nos ponen muchas trabas o de plano a veces no nos dejan cruzar”, sostuvo Octavio, transportista juarense, quien optó por no revelar su nombre completo.
El negocio familiar de transporte cuenta con vehículos de diferentes capacidades de carga, y con 6 empleados que han visto bajar su productividad como consecuencia de las restricciones.
“En un buen día un chofer podía hacer fila temprano, o cruzar desde la tarde anterior para estar cargado y cruzar rápido, para entregar y volver a cruzar con otra carga, pero esos días ya no los podemos tener”, sostuvo.
“La verdad es que han estado muy estrictos con los choferes mexicanos, además de que hay muy pocas garitas abiertas, y las que están abiertas están muy lentas, a veces tardamos hasta dos horas para poder cruzar”, señaló el empresario del transporte.
La situación se agrava para aquellos choferes cuya visa se ha vencido, ya que la autoridad migratoria ha postergado las citas pendientes para ciudadanos extranjeros que buscan renovar su visado.
“Hay veces que nos regresan en el puente y quedamos mal con los clientes porque no podemos cargar mercancías en El Paso, y otros compañeros tampoco pueden cruzar por que se les venció la visa, y no les han dado respuesta para su renovación, y así pasa con la gente en general”, sostuvo Octavio.
El transportista afirmó que este es el caso de uno de sus choferes, quien no puede cruzar a El Paso, debido a que su visa se ha vencido, y de la misma manera se ha aplazado su cita en varias ocasiones.
“Le han cambiado la cita tres veces, ahora se la dieron para el 24 de agosto del 2020, siendo que la primera estaba programada para el 2 de junio pasado”, señaló.
Por Roberto Carrillo / El Diario de El Paso
Foto: Daniel Domínguez
Créditos diario.mx