Rechazan a Elon Musk sus vecinos texanos

Hace dos años, el multimillonario dueño de Tesla y SpaceX se mudó al estado

Condado Bastrop, Texas— Chap Ambrose siempre ha sido fanático de Elon Musk. Gastó 100 dólares para estar en la lista de espera de la primera pickup de Tesla en el 2019 y contrató el servicio de Internet del proveedor satelital de Musk.

Pero luego, las empresas del multimillonario se mudaron a un lado de este programador de computadoras, quien trabaja desde su casa situada en la cima de una colina en un área rural.

Dos años después, sitios de construcción masiva y grandes bodegas de color blanco se han apoderado de los verdes pastizales en donde el ganado acostumbraba pastar. Había tráilers y camiones por todos lados en los estrechos caminos rurales.

Y las empresas –la fabricante de cohetes SpaceX y la empresa Boring que se dedica a la elaboración de túneles– están tratando de obtener el permiso del estado para desechar las aguas residuales tratadas en el cercano Río Colorado.

“Simplemente no tengo fe en que los encargados allí valoren el medio ambiente y estos recursos compartidos”, comentó Ambrose, quien encabeza un grupo de residentes locales que están presionando a las empresas de Musk para frenar y solucionar las preocupaciones acerca de los riesgos ambientales de ese desarrollo.

“Yo diría que sigo siendo fanático de Elon, pero quiero que haga mejor las cosas aquí y sea un buen vecino”.

Los críticos en Bastrop, un condado mayormente rural que se localiza 30 minutos al Este de Austin, han mostrado el polvo que está levantando Musk mientras construye un nuevo imperio en Texas.

Sus empresas están invirtiendo miles de millones de dólares en campus en todo el estado, desde la plataforma de lanzamiento de SpaceX en el Golfo de México hasta una gigantesca fábrica de Tesla en Austin que produce 5 mil autos Modelo Y a la semana.

A principios de este mes, el gobernador republicano de Texas Greg Abbott elogió al multimillonario cuando los dos pusieron la primera piedra de una refinería de litio que Tesla está construyendo cerca de Corpus Christi para impulsar el suministro de baterías para los vehículos eléctricos de la empresa.

“No hay un empresario más grande en todo el mundo que Elon Musk”, dijo el gobernador.

De pie frente a una Cybertruck decorada con las banderas de Estados Unidos y Texas, Musk agradeció al estado por apoyarlo y ayudarlo a avanzar rápidamente”.

“Así es como hacemos las cosas”, dijo Musk, quien la semana pasada acaparó los reflectores cuando organizó un evento en Twitter Spaces con el gobernador republicano de Florida Ron DeSantis, quien anunció su postulación a la Presidencia.

Aun cuando ha recibido elogios por traer miles de empleos e industrias tecnológicas de alto rango a Texas y cimentar su estatus de gran poderío en el estado, Musk también está recibiendo una oleada de quejas de críticos y reguladores que dicen que está avanzando demasiado rápido.

El mes pasado, después que explotó un cohete de SpaceX sobre el Golfo de México minutos después de su despegue, la Administración Federal de Aviación, FAA por sus siglas en inglés, suspendió el programa de lanzamientos de la empresa, al decir que SpaceX tiene que “realizar análisis para asegurarse que el público no esté expuesto a riesgos inaceptables”.

El Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos dijo que la explosión “lanzó numerosos pedazos de concreto, láminas de acero inoxidable, metales y otros objetos” que volaron sobre el área, junto con una nube de concreto pulverizado que depositó ese material a casi siete millas del lugar del lanzamiento.

En una demanda presentada a la FAA, grupos a favor de la vida silvestre dijeron que el programa de SpaceX representaba graves daños ambientales a la región.

Las medidas que ha tomado Musk en Texas ocurrieron mientras su adquisición de Twitter lo ha convertido en una figura más polarizada en el escenario nacional. Su errático manejo de la empresa de redes sociales y su aceptación de algunas teorías de conspiración han provocado una tormenta digital en los últimos meses.

“Yo diré lo que quiero decir y si las consecuencias de eso es perder dinero, no importa”, le comentó Musk a CNBC en una entrevista después de la reunión de accionistas de Tesla que se efectuó el 16 de mayo en Austin.

Ni él ni sus empresas respondieron a la petición que se les hizo para que comentaran para este artículo.

“Él es increíblemente brillante y exitoso y está haciendo cosas que son extremadamente difíciles”, comentó Maurice Schweitzer, profesor de Administración de la Escuela Wharton de la Universidad de Pennsylvania, refiriéndose a Musk.

Aunque ese éxito, agregó, le ha “provocado cierta presunción porque siente que tiene el derecho y la sensación de ser especial y eso ha provocado que se haya extralimitado”.

Las señales de que el espíritu de Musk se está moviendo rápido se han acumulado en el Condado Bastrop. La Comisión de Calidad Ambiental de Texas ha afectado a los edificios de Musk al emitir varias notificaciones de violaciones debido a un pésimo control de la erosión y otros asuntos.

El Departamento de Transporte de Texas reprendió a Boring por construir una carretera no permitida que se dice ha generado preocupaciones por la seguridad en el tráfico, y el Condado Bastrop emitió una violación por tanques que contienen aguas residuales no autorizados.

“En relación con la empresa Boring, hemos sido presionados habitualmente por sus empleados y asesores para acelerar y aprobar solicitudes de permisos que están incompletos y que no cumplen con las regulaciones”, comentó el entonces director de Ingeniería y Desarrollo del Condado, Robert Pugh, a través de un correo electrónico que envió a un colega el verano pasado.

La primera noticia que tuvieron Ambrose y su esposa Maura sobre su nuevo vecino fue en mayo del 2021, cuando Maura vio a unos jóvenes vestidos “con pantalones entallados y tenis Converse” caminando por los campos.

Al principio, le dijeron que eran de Pflugerville, un suburbio de Austin. Cuando fueron presionados, dijeron que trabajaban en Boring, la cual pretende cavar largos túneles por debajo de las ciudades para aliviar la congestión del tráfico.

Chap Ambrose se acercó y se presentó a sí mismo y empujó las letrinas portátiles de los trabajadores por la puerta. Cuando pidió ver sus planes de desarrollo, ellos sugirieron que primero tendría que firmar un acuerdo de confidencialidad, recuerda Ambrose.

Otro vecino, Steve Hipe, dueño de la Granja Hope Valley Tree, dijo que los empleados de Boring también le pidieron que firmara ese acuerdo cuando los visitó para hablar sobre la venta de árboles. Él se rehusó y ellos le compraron los árboles de todas maneras.

En el 2022, Boring empezó la construcción de una enorme bodega y otros edificios diseñados para la manufactura y prueba de equipo para los túneles. No mucho tiempo después, SpaceX empezó a construir un enorme edificio al otro lado del camino.

“Trabajaban día y noche y los reflectores estaban encendidos toda la noche”, dijo Maura Ambrose.

Casas móviles para trabajadores aparecieron en el sitio de Boring, junto con una piscina y una casa club, y la empresa presentó los planes al Condado para construir una escuela Montessori, según muestran registros públicos. También presentó planes para construir 110 casas en un predio de tierra cercano, que Wall Street Journal reportó como un gran proyecto para construir una ciudad empresarial para los empleados de Musk.

No pasó mucho tiempo cuando las quejas de los reguladores empezaron a circular. En febrero del 2022, el Condado Bastrop notificó a Boring que estaba operando un sistema séptico no permitido y le dio 60 días para arreglar el problema, según muestran los registros públicos.

Más de dos meses después, el sistema no autorizado seguía en operación, dijeron oficiales del Condado al emitir el 17 de mayo una notificación de violación.

En septiembre del 2021, el Departamento de Transporte de Texas descubrió que Boring había construido una carretera no permitida en ese lugar, en un sitio que incrementaba las posibilidades de que hubiera accidentes de tráfico, de acuerdo a los correos electrónicos de la agencia, recibidos a través de una petición de registros públicos. Meses después, continúa el problema.

Oficiales de la agencia “han dejado en claro que esa carretera no autorizada representa un peligro para el público. La Oficina del Área de Bastrop también ha dejado en claro lo que se requiere para mitigar ese peligro. La empresa Boring ha objetado algunas de esas acciones de mitigación”, comentó Miguel Arellano, empleado del Departamento de Transporte, a través de un correo electrónico que envió el 21 de abril del 2022 a sus colegas.

Alarmado por la velocidad y tamaño del edificio, Ambrose empezó a utilizar un dron para sobrevolarlo sobre la construcción para captar imágenes y las publicó en las redes sociales y en un sitio en la web que inició, denominado Keep Bastrop Boring, que anunció en un tablero de anuncios de la localidad.

Compartió videos de los trabajadores cavando los túneles por debajo de la carretera para conectar a Boring con SpaceX y envió una queja a la Comisión de Calidad Ambiental de Texas (TCEQ por sus siglas en inglés), sobre la tierra que fue excavada, la cual le preocupa que pueda estar contaminada con químicos.

Publicó un material sobre las cuadrillas de trabajadores que estuvieron derribando árboles con una excavadora y envió su queja contra SpaceX a TCEQ después de filmar una manguera que bombeaba agua de la construcción a una cuneta situada a un lado de la carretera.

TCEQ emitió una notificación de violación sobre el desecho de “aguas con sedimentos”.

Skip Connett, un granjero que cultiva productos orgánicos y que habita en el área, dijo que los proyectos de Musk son sólo parte de un boom de desarrollos que están amenazando el medio ambiente, mientras que la parte Este de Austin está creciendo y otros proyectos industriales están aumentando el tráfico de camiones y la contaminación.

“Desde que Elon Musk vino a este lugar y generó todas esas minas de grava y arena… inesperadamente, estos predios agrícolas y granjas bucólicas y de pastizales ahora son más de mil acres de construcción industrial”, comentó Connett. “No hay zonas, no hay reglas, es como el Viejo Oeste”.

Mel Hamner, comisionado del Condado Bastrop, comentó que el crecimiento es “más de lo que este condado está preparado para manejar”, aunque agregó que a los oficiales les hace falta el poder para influir en eso.

“Esto es Texas y a eso se le llama el derecho a la propiedad”, agregó Hamner. “Si uno tiene una propiedad y acata las leyes estatales, uno puede hacer lo que desee”.

En septiembre, las autoridades estatales le notificaron a Chap Ambrose que Boring había solicitado permiso para tratar las aguas residuales del lugar y descargarlas en su propio terreno o en el Río Colorado.

A Ambrose le preocupó que ese plan pudiera contaminar el suministro de agua de esa región y le pidió al senador estatal que organizara una audiencia pública, la cual ocurrió en marzo.

Varios cientos de personas acudieron, abarrotando el salón en donde se efectuó la reunión en el Hotel Hampton Inn de la localidad.

Los oficiales de TCEQ asistieron para responder las preguntas. Boring envió a un asesor ambiental, Rajiv Patel, para hablar pero a ninguno de sus ejecutivos.

El abogado de TCEQ dijo que la agencia había decidido preliminarmente que el permiso podría “cumplir con los requisitos de los estatutos y las regulaciones”. Aunque los residentes y ambientalistas que estaban entre la audiencia estaban molestos.

Connie Schroeder, alcaldesa de la ciudad de Bastrop, urgió a la empresa a tratar sus aguas residuales en la nueva planta de la ciudad. “Todos sabemos que eso es lo mejor para el río Colorado”, dijo.

Patel comentó que Boring pretende hacer eso a largo plazo, pero que la conexión con la planta de la ciudad aún no existe.

Amy Weir, una propietaria local, comentó que las empresas de Musk “no hay duda que han hecho cosas increíbles”, pero no hay necesidad de que “reinventen tratamientos para aguas residuales” cuando la ciudad está preparada para manejar ese trabajo.

Las sanciones por violar el permiso hasta ahora han sido demasiado bajas, agregó. “El dueño de estas empresas invirtió 44 billones de dólares en Twitter, y eso no afectó su habilidad para seguir construyendo estos negocios”, dijo.

Ambrose tomó el micrófono y criticó a Boring por apresurarse a desarrollar sus proyectos sin tener una conexión con la planta tratadora de la ciudad y por rechazar responder preguntas en la audiencia.

“Los encargados de la empresa están ausentes y siguen jugando con nosotros, pero nosotros no lo estamos haciendo”, dijo.

Judah Ross, agente inmobiliario de Bastrop, comentó posteriormente que acudió a la reunión y su postura era neutral acerca del tema pero salió oponiéndose porque se dio cuenta que las respuestas del asesor de Boring fueron “evasivas”.

Musk, dijo, está construyendo productos que “están cambiando el mundo. Me agrada Elon y necesitamos más industrias en este lugar, pero no quiero que aviente sus desechos al río”, dijo Ross.

Por The Washington Post

Créditos: diario.mx

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