Relajan protocolos en almacenes comerciales

Conforme se acerca la temporada del denominado Viernes Negro y las compras de Navidad la cadena de tiendas minoristas Walmart modificó su sistema de atención al público y control de multitudes en sus instalaciones, aunque continúa conservando las políticas de licencias pagadas y el distanciamiento social para evitar la propagación del Covid-19.

En un recorrido por algunos supermercados (tanto por los llamados Supercenters como las tiendas de vecindario), se apreció la reapertura de las puertas de entrada y salida en sus puertas laterales, así como el retiro de personal que contabilizaba el número de ingresos y salidas.

Además, se retiraron de los pasillos los señalamientos que marcaban un solo sentido y el distanciamiento de seis pies que deben seguir las personas y se modificó la hora de cierre en algunas tiendas; antes el cierre era a las 8:30 p.m. y ahora se amplió hasta las 10 p.m.

Aunque las modificaciones causaron sorpresa entre los consumidores, fue bien recibida, pues ahora tienen mayor libertad de ingresar por ambas puertas sin tener que formarse en una sola línea y utilizar una segunda para salir de la tienda una vez que adquirieran su mercancía.

“Pues antes teníamos que utilizar solo una puerta para entrar y otra para salir. Era un rodear porque si dejábamos el carro en un extremo teníamos que recorrer una distancia larga al salir”, dijo Roberto López, luego de comprar sus mercancías en una de las tiendas ubicada a un costado de la carretera Interestatal 10.

Y es que desde el pasado 20 de abril en que se implementaron las política para dar cumplimento a las directrices de la Oficina de Control y Prevención de las Enfermedades (CDC) se exigió a los asociados y se pidió a los clientes utilizar mascarillas y respetar el distanciamiento social como parte de las medidas de seguridad.

“Nos preocupamos profundamente por la salud y el bienestar de nuestros asociados, y en las últimas semanas hemos tomado medidas como expandir nuestras políticas de licencias pagadas; cerrando nuestras tiendas durante la noche para limpiezas y reabastecimiento; instalar protectores contra estornudos y marcadores de distancia social en las tiendas; controles de temperatura inicial; y comenzar a poner guantes y máscaras a disposición de los asociados que los deseen”, dio a conocer la compañía en ese tiempo.

Sin embargo, conforme pasan las semanas la empresa minorista ha dejado de lado poco a poco esas medidas y desde inicios de semana permitió la entrada de las personas de manera libre, es decir sin limitar el número de clientes como lo hizo al principio de la emergencia sanitaria que solo permitía un 20 por ciento del aforo total.

Para manejar esta restricción, los asociados marcaron una línea en una puerta de entrada única (en la mayoría de los casos, la entrada de comestibles) y los clientes que llegaban directamente allí, donde eran admitidos uno por uno y contados.

Aunque muchos de los clientes seguían los consejos de la comunidad médica con respecto al distanciamiento social y la seguridad, los empleados se preocupaban al ver el comportamiento de algunas personas que no respetaban las medidas en las tiendas poniéndolos en riesgo.

“Para promover la salud, la seguridad y la coherencia de nuestros asociados y clientes la compañía ha alentado a los clientes a que traigan la menor cantidad de personas por familia necesaria para comprar, dejar espacio con otros clientes mientras compran y practicar el distanciamiento social mientras esperan en las filas al tiempo que la autoridad revisa las políticas con respecto al control de multitudes, la cual ha creado cierta confusión con respecto a las compras”, se dijo.

El que se hayan retirado los marcadores del movimiento unidireccional de las personas y empleados a través de los pasillos ha preocupado algunos clientes al temer por su salud.

“Pues unos escuchan que hay mas caso del ‘corona’ aquí y ahora veo que las tiendas se han relajado y dejan entrar a mucha gente, pues la verdad no entiendo”, comentó Gustavo Díaz, al salir de una de las sucursales denominadas ‘neighborhood stores’, de Pebble Hills y Saul Kleinfeld, en el Este de la ciudad.

No obstante, recientemente directivos de Walmart dieron a conocer en un boletín de prensa su preocupación por la salud al afirmar: “Siempre queremos que las personas se sientan bienvenidas en Walmart y sabemos que, en tiempos normales, una tienda es un lugar de reunión para que los miembros de una comunidad se conecten y socialicen. Esperamos que llegue el momento en que ese sea el caso nuevamente; sin embargo, ahora queremos dar prioridad a la salud y la seguridad alentando a los clientes a hacer sus compras a distancia de los demás y luego regresar a casa”.

En el documento también mencionó que “a medida que la situación del Covid-19 continúe desarrollándose, nuestros líderes y equipos de operaciones continuarán escuchando los consejos de expertos médicos, asociados y clientes, y considerarán cómo podemos servir mejor a las personas mientras ayudamos a reducir la propagación del virus”.

Para proteger a su personal la compañía mantiene el protocolo de seguridad médica al brindar a sus asociados mascarillas y guantes a la hora de entrada así como la toma de temperatura y labores de saneamiento y desinfección de las tiendas durante las noches.

Foto: Jaime Torres / El Diario de El Paso

Créditos: diario.mx

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