La descarga diaria de más de 10 millones de galones de aguas residuales al río Bravo, por parte de la empresa de servicios públicos El Paso Water (EPWater), puede representar un riesgo para la salud, alertó el director de Protección Civil de Ciudad Juárez, Roberto Briones Mota, al pedirle a los juarenses que no se acerquen a los límites de la frontera.
Aunque el cierre de las compuertas mantiene el río seco a la altura de la Casa de Adobe, el flujo de las aguas residuales hizo crecer la corriente a la altura del llamado Puente Negro, por lo que el titular de la dependencia dijo que realizarán rondines para verificar el tipo de descargas que se están realizando.
“Que no se acerquen, es peligroso porque les puede traer infecciones graves. Nosotros vamos a hacer una inspección, y vamos a estar haciendo rondines también para evitar que la gente se meta, porque no está permitido”, señaló.
El 3 de septiembre la empresa El Paso Water informó que el 13 de agosto ocurrieron dos roturas en sus líneas principales de aguas residuales.
Ambas líneas son conocidas como Frontera Force Main, las cuales recolectan todas las aguas residuales del lado Oeste de El Paso, como el agua de las duchas, lavabos e inodoros; una vez que las recolecta entrega los flujos a la Instalación de Recuperación de Agua Hickerson y luego se limpia el agua para su reutilización y para su liberación al río Bravo.
Debido a los daños en las tuberías, la empresa liberará por meses las aguas residuales en el río, cerca de las calles Paisano y Racetrack, mientras que sus cuadrillas continúan trabajando en la reparación de las líneas principales de aguas residuales.
“Por la salud y seguridad del público, instamos a la gente a mantenerse alejada del río”, alertó Briones Mota a través de un mensaje de Twitter.
“Esperábamos que los olores y otros inconvenientes sólo duraran unos días, pero debido a los daños extensos en una de las tuberías y los flujos continuos de aguas residuales, las reparaciones tomarán más tiempo”, explicó Gilbert Trejo, director técnico de EPWater.
Dijo que por ello tomaron “la difícil decisión de seguir vertiendo aguas residuales al río Bravo. Desafortunadamente, esto podría resultar en impactos adversos en el ecosistema, pero estamos tratando de proteger la salud y seguridad de nuestros clientes”.
Hasta el fin de semana pasado se había desviado más de 150 millones de galones, equivalentes a 567 millones 811 mil 767 litros, de aguas residuales a la frontera natural –que en México lleva el nombre de río Bravo y en Estados Unidos es llamado río Grande–, debido a una falla en dos de las líneas para el tratamiento del líquido.
José de Jesús Luévano, secretario de la Sección Mexicana de CILA, dijo el sábado a El Diario que las descargas de aguas residuales al río internacional no están permitidas, por lo que ya se había pedido toda la información a la parte estadounidense.
Por Herika Martínez-Prado/ El Diario
Créditos: diario.mx