El texano presentó el proyecto en conjunto con el senador de Florida, Marco Rubio
Washington — El senador Ted Cruz quiere prohibir a las dependencias federales usar el término “latinx”.
Político republicano de Texas cuyo padre emigró de Cuba, Cruz anunció el jueves que, junto con el senador republicano Marco Rubio de Florida, presentará un proyecto de ley para prohibir esar el vocablo Latinx a los directores de dependencias federales y a sus subalternos, en los comunicados y formularios oficiales.
“Los estadounidenses hispanos se oponen abrumadoramente al uso del término ‘latinx’, y yo quiero asegurarme de que nuestro gobierno no se doblegue ante los activistas progresistas en nuestros departamentos federales insistiendo en términos ridículos como ese”, dijo Cruz en un comunicado de prensa.
“Esto no tiene lugar en comunicados oficiales, y estoy orgulloso de colaborar con el senador Rubio para proscribir su uso”.
Los proponentes del término alegan que es más incluyente, particularmente en lo que concierne a las personas LGBTQ.
Ha crecido en popularidad pero no obtenido una aceptación generalizada.
Controversia
Una de las críticas al uso del término latinx es que intentar despojar a una palabra española de sus géneros equivale a “americanizar” otro idioma y cultura.
Es también un motivo de controversia en la batalla política entre republicanos y demócratas en su intento de ganarse la simpatía de los electores hispanos.
Los republicanos dicen, y algunos demócratas reconocen, que muchos de esos electores son más conservadores culturalmente que el ala progresista del Partido Demócrata y que se han sentido desanimados por la retórica que emplea esos términos.
Los republicanos han señalado las varias veces que funcionarios de gobierno han usado el término, entre ellos el mismo presidente Joe Biden, quien en 2021 habló de la dificultad de “vacunar a los latinx” porque, dijo, tienen miedo de ser deportados.
Ganar más votos latinos podría ser vital para el futuro electoral del Partido Republicano, especialmente en regiones como el Sur de Texas.
La republicana Mónica De La Cruz de McAllen volteó un distrito clave de la Cámara de Representantes en el Sur de Texas el año pasado, convirtiéndose en la primera mujer hispana en ganar esa representación.
En su discurso triunfal, De La Cruz dijo a sus entusiastas seguidores que su elección es “una victoria para todos los hispanos que aman el idioma español y no quieren ser llamados latinx”.
Por su parte, en 2021, Domingo García, exrepresentante estatal demócrata de Dallas y actualmente presidente nacional de League of United Latin American Citizens (LULAC), instruyó a su personal dejar de usar ese término en comunicados oficiales.
En ese tiempo García dijo que el término “desagrada mucho” a la mayoría de los latinos, pero eso no significa que LULAC apoye la propuesta de Cruz.
“LULAC adoptó la política de no usar el término latinx, pero no apoyamos crear una ley federal que lo prohíba”, dijo García en una declaración cuando se le pidió comentar sobre la propuesta de Cruz.
García no quiso hablar más sobre su razonamiento.
LULAC se describe como “la organización de derechos civiles hispanos” más antigua dedicada “al progreso de la comunidad latina”.
En una encuesta realizada en diciembre de 2019 por Pew Research Center, solo el 23% de los adultos estadounidenses que se identificaron como hispanos o latinos había escuchado la palabra latinx, y solo el 3% de ese grupo dijo que la usaba para describirse a sí mismos.
La abogada Martha Menéndez, especializada en inmigración y derechos humanos, escribió un artículo de opinión en 2021 en el que decía que el término empezó a extenderse a mediados de los 2000.
El hecho de que el español sea un idioma con inflexión de género significa que estaba destinado a chocar contra un muro de “necesaria autoreflexión” en un mundo en que las ideas de género e identidades no binarias están en constante evolución, escribió Menéndez.
“De ahí que latinx parezca ser una forma de evitar el problema y ha ido creciendo en popularidad con el paso del tiempo hasta el punto que el diccionario Merriam-Webster lo incluyó en 2018″, escribió Menéndez.
Menéndez reconoció que pocas personas usan la palabra, pero dijo que las encuestas muestran que es más popular entre los jóvenes, aun si se ha mantenido en bajos porcentajes, y que eso indicaría un posible cambio generacional.
“Cierto, la palabra es burda; no se pronuncia tan fácilmente”, escribió Menéndez.
“Mis primos, tías y tíos que hablan español y que no viven en Estados Unidos probablemente me van a mirar raro si uso esa palabra en su presencia… pero latinx es lo mejor que tenemos por ahora, y he de tomar partido, voy a pecar de incluyente, siempre”.
Por Joseph Morton/DMN
Créditos: dallasnews.com