Temen mayor contaminación vecinos del puente ‘Libre’

Residentes del vecindario de San Francisco Javier ahora enfrentan un incremento en la contaminación con la ampliación del puerto de entrada de las Américas

Las comunidades asentadas en las inmediaciones del Puente Internacional de las Américas (BOTA), conocido también como “Libre”, resienten el impacto de los proyectos de modernización vial y comercial en su área.

Primero fue I-10 Connect, que enlaza la Interestatal 10 con el Loop 375, el que según vecinos del área de la iglesia San Francisco Xavier les afectó los cimientos y cuarteó las paredes de casas e incluso del templo erigido en la década de 1930.

Ahora, el anuncio por parte del Gobierno federal de que invertirán 600 millones de dólares en la renovación del puerto fronterizo en el BOTA revive los temores de que su vecindario se vea afectado por altos niveles de contaminación producto del cruce de más tractocamiones, ya que viven justo frente al puente.

Como dicen los residentes: “ya no sienten lo duro, sino lo tupido”.

Cuatro vecindarios (San Javier, Familias del Chamizal, Valverde y Washington Delta) advierten de cómo los supuestos avances han trastornado sus vidas y dañado las casas en donde viven, aunado a los problemas de contaminación y afectaciones a la salud pública.

“El proyecto I-10 Connect era para facilitar el tráfico en esta zona, quitaron las trocas de la Paisano pero ahora sabemos que hay mucho congestionamiento de tráfico y más tráfico comercial atrás de las comunidades… ahora sí que tapamos un hoyo y abrimos otro”, denunció la abogada Veronica Carbajal, abogada de Texas RioGrande Legal Aid, y defensora de los afectados.

Explicó que cada proyecto de transporte debe tomar en cuenta si en verdad va a ser una solución, una mejora, o si va a ser una pérdida de tiempo y de dinero. Nosotros pensamos que el I-10 Connect fue una pérdida de dinero porque no se ha agilizado el tráfico”, dijo la especialista en leyes.

Para ella ahora las familias tienen dos puentes: el puente “Libre” y el puente atrás de sus casas, que es donde se estanca el tráfico pesado, como se da frente a la escuela primaria Zavala y en la comunidad de San Javier.

Vivir en tranquilidad

Para estas comunidades el proyecto de modernización del puerto de entrada, en el que se van a invertir 600 millones de dólares, sería una cantidad de dinero que nunca van a volver a ver porque en vez de agilizar el tráfico igual se va a estancar en diferentes partes, incluyendo sus colonias, que ya han padecido mucho por la contaminación y en particular la comunidad de San Javier, que ha sufrido daños físicos en sus casas.

No obstante, la abogada Carbajal comentó que se sostienen pláticas con la congresista Veronica Escobar, así como con funcionarios de la Agencia Federal de Administración de Servicios Generales (GSA) para que ofrezcan una serie de pláticas y asesoramiento a los vecinos de estos barrios colindantes antes de que empiecen las obras.

“Es importante para que vean en qué condición están las casas antes de que se haga la construcción, igual que cuando empiece la construcción se tomen medidas para prevenir daños a estas casas”, expresó la profesionista, tras remarcar que igual continúan en la lucha para que los afectados sean indemnizados.

“Merecen vivir en tranquilidad y no tener miedo a que se les vaya a derrumbar el techo, las paredes o que el drenaje no funcione”.

Aunque dijo que no se ha formalizado una denuncia en contra del Departamento de Transporte de Texas (TxDOT), sí se tiene una queja administrativa al tiempo que se investiga y se levantan evidencias en conjunto con los residentes del área. Desde la presentación de la denuncia, TxDOT eludió su responsabilidad y los canalizó con la empresa constructora.

Empero, justo cuando atendían esa inconformidad vino el anuncio de la modernización del puerto en mención con un edificio administrativo, nuevos carriles de procesamiento para peatones, carriles para vehículos de pasajeros y una nueva área de inspección de vehículos comerciales.

A decir de las autoridades, el proyecto ayudará a mejorar el flujo de tráfico y la seguridad fronteriza mientras reduce los tiempos de espera para los viajeros.

“GSA se compromete a aprovechar estas inversiones de manera que fortalezcan la habilidad y la calidad de las comunidades, avancen los objetivos de desarrollos de la comunidad estatal y local y creen oportunidades para las empresas locales”, asienta un comunicado de la agencia federal encargada del proyecto de modernización.

Sin embargo, a pesar de esas ‘buenas’ intenciones las comunidades involucradas se mantienen incrédulas al manifestar su preocupación de que no se cumpla el compromiso o “simplemente van a mover, agilizar o incrementar el tráfico a otra comunidad”.

Aunque la presión impuesta por los contribuyentes y defensores del Coliseo del Condado de El Paso y del edificio que alberga la casa del equipo Los Rhinos dio resultado, y evitó que no se derrumbaran tal y como lo planteaban las tres alternativas presentadas por las autoridades el temor subsiste.

“Queremos que se respete el Tratado del Chamizal porque se ha violentado desde la llegada del Tratado de Libre Comercio. Esto será posible si hay alguien que tenga el valor y la voluntad de hacerlo”, enfatizó Carbajal.

Jaime Torres / El Diario de El Paso

Créditos: diario.mx

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