La eficiencia de la infraestructura fronteriza es crucial para el dinamismo del comercio entre México y Estados Unidos. Los puentes internacionales, las carreteras y las aduanas son puntos neurálgicos por donde transitan miles de millones de dólares en mercancías cada año. Sin embargo, la falta de inversión y la obsolescencia de algunas instalaciones están generando cuellos de botella que amenazan la fluidez del comercio.
Las largas filas de camiones en los cruces fronterizos, la falta de capacidad en los almacenes aduanales y los procesos burocráticos ineficientes generan costos adicionales para las empresas y retrasos en la entrega de mercancías. Esta situación afecta la competitividad de las empresas de ambos lados de la frontera y puede frenar el crecimiento económico regional.
Inversiones estratégicas en la modernización y expansión de la infraestructura fronteriza, así como la implementación de tecnologías que agilicen los procesos aduaneros, son fundamentales para garantizar un flujo comercial eficiente y aprovechar plenamente las oportunidades del T-MEC.