La posibilidad de que los Washington Commanders construyan un nuevo estadio en el sitio del antiguo RFK Stadium está generando altas expectativas económicas en la capital de Estados Unidos. De acuerdo con un estudio reciente, esta obra de infraestructura podría representar una inyección económica multimillonaria para Washington, D.C., además de generar una gran cantidad de empleos directos e indirectos.
El informe estima que la construcción del estadio podría crear más de 30 mil puestos de trabajo durante su desarrollo, y dejar ingresos superiores a los 4 mil millones de dólares a lo largo de los próximos años. Estas cifras contemplan tanto el impacto inmediato en la industria de la construcción como los beneficios que seguirían una vez que el estadio esté en operación.
El nuevo recinto no solo serviría para partidos de fútbol americano, sino también para conciertos, ferias y eventos comunitarios, lo que mantendría la actividad económica activa casi todo el año. Comercios, restaurantes, hoteles y servicios de transporte en la zona también se verían beneficiados con el flujo de visitantes.
Las autoridades locales están evaluando los costos y beneficios, pero todo parece indicar que este proyecto no solo representa un impulso al deporte, sino también una oportunidad clave para la economía de la ciudad y sus habitantes.