Este 19 de mayo, los cruces fronterizos entre Ciudad Juárez y El Paso, Texas, registraron tiempos de espera superiores a los 90 minutos, afectando directamente al flujo de trabajadores, transportistas y consumidores que realizan operaciones comerciales diarias entre ambas ciudades.
Las largas filas en los puentes internacionales no solo representan un desgaste personal, sino también un impacto económico. Según cámaras empresariales locales, estas demoras reducen la eficiencia logística, encarecen los costos de transporte y afectan el abasto de productos en negocios que dependen del comercio binacional.
La situación se ha agravado debido al aumento en las revisiones migratorias y la disminución de personal por parte de las autoridades estadounidenses. Empresarios piden una mayor coordinación bilateral para evitar que este cuello de botella ahogue la vital economía fronteriza.
