La economía mexicana enfrenta un nuevo desafío: el aumento de la inflación general a 4.42 % anual en mayo, lo que supera el objetivo del Banco de México y alimenta dudas sobre la continuidad de los recortes en la tasa de interés.
El incremento fue impulsado principalmente por alzas en productos agrícolas como el jitomate y la carne, además de tarifas de energía. La inflación subyacente, que excluye estos elementos volátiles, se ubicó en 4.06 %, mientras que la no subyacente alcanzó un preocupante 5.34 %.
Este comportamiento ha encendido las alertas en los mercados. Analistas del sector financiero anticipan que el Banco de México podría posponer futuros recortes a la tasa de referencia, que actualmente se mantiene en 11 %. La decisión tendrá impacto directo en el costo de los créditos y en la inversión empresarial.
A pesar de que el peso se fortaleció frente al dólar y cerró en torno a los $19.05 MXN, los inversionistas se mantienen cautelosos ante un entorno que combina volatilidad inflacionaria y ajustes monetarios. La atención se centrará en la próxima reunión de política monetaria del banco central.